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La española Iberdrola planeaba construir una termoeléctrica a unos metros de cenotes de Yucatán.
En obras del Tren Maya se ha agudizado la tala de árboles y cobertura de cuevas subterráneas de Quintana Roo, acusan científicos.
Buzos de Quintana Roo y científicos exigen a Fonatur no pasar el Tren Maya sobre los cenotes, fuente de su agua dulce e ingresos turísticos.
Los descubrimientos indican que los seres humanos penetraron en las cuevas hace entre 10 mil y 12 mil años en busca de ocre.
Según las investigaciones, «cada uno de los cinco grupos arquitectónicos aloja, a su vez, decenas de estructuras» en las que investigadores emprenden mapeos y registros gráficos y planimétricos, entre otros procedimientos, además de la detección y medición a través de la luz que penetra la vegetación junto con el trabajo de exploración en tierra.
Los cenotes son una formación natural espectacular, y en nuestra mano está que siga siendo así. El turismo hace que muchos de ellos estén masificados, por lo que es importante seguir unas «normas de buen cenotero» para que se vean afectados lo mínimo posible.
La belleza de los cenotes que se encuentran en el municipio de Homún, en el estado de Yucatán, sureste de México, vuelven a capturar la mirada del mundo, pero no por la belleza que atrae a los turistas sino por una amenaza de contaminación que pesa sobre ellos.
La cueva inundada más larga del mundo fue descubierta por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) junto con buzos del Gran Acuífero Maya (GAM). La reliquia natural está ubicada en el noroeste de Tulum, Quintana Roo y tiene una extensión de 347 kilómetros.
Para realizar la investigación los antropólogos del INAH emplearán tecnología facilitada por National Geographic Society cuyos ingenieros también colaboran en el proyecto. Estos aparatos han sido adaptados al ambiente y las características geográficas de Chichén Itzá.
Un grupo de expertos analizó en un coloquio el estado del turismo en la Península de Yucatán, desde los esfuerzos por cooperativas sociales que terminan en fracaso, la pérdida de la identidad por la mercantilización hasta dejar claro que no cualquier lugar puede hacerse turístico.
No son sólo lugares ecoturísticos con tesoros vegetales y animales, estos sitios además guardan una parte importante de la cosmovisión de la cultura maya, cuyo interior «fue imaginado como el lugar de los orígenes, el útero materno y la mansión de los muertos».