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El tiempo de la vaquita marina se agota. Su población ha disminuido drásticamente en los últimos 5 años: en 2012, 200 ejemplares nadaban en el Alto Golfo de California y actualmente, hay menos de 30. En un intento «desesperado» por salvarla, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ejecutará un plan de emergencia que consiste en la captura y cautiverio, sin embargo, activistas critican que el Gobierno únicamente «busca ganar tiempo» a fin de que la marsopa no se extinga durante la administración del Presidente Enrique Peña Nieto.
La pesca ilegal de totoaba ha sido la principal causante del declive de la población de la vaquita marina, especie endémica de México, sin que las autoridades actúen eficientemente para evitarla, acusaron organizaciones de la sociedad civil, quienes señalaron que de 2012 a la fecha, han sido únicamente siete las personas detenidas en Baja California y Sonora por estos ilícitos, mientras la marsopa más pequeña del mundo sigue avanzando hacia la extinción.
La administración de Enrique Peña Nieto ha sido una «tragedia» para el medio ambiente. El mandatario mexiquense, de acuerdo con activistas, ha dejado a la naturaleza sin protección a fin de dar paso al beneficio económico. Con el ecocidio en Tajamar, en Quintana Roo, pasando por los estragos de la siembra de organismos genéticamente modificados y los daños provocados por la minería, hasta la evidente pérdida de la población de la vaquita marina, el Presidente ha dejado claro que el cuidado de los recursos naturales no es prioridad en su Gobierno.
El CIRVA reconoció que la extinción de la vaquita marina se encuentra en riesgo inminente de extinguirse, ya que quedan sólo 30 ejemplares, mientras la cifra de 2015 a 2016 rondaba los 60. La única forma de salvar a la especie endémica de México, de acuerdo con expertos consultados por SinEmbargo, es que el Gobierno de Enrique Peña Nieto prohíba permanentemente la pesca con redes de enmalle, elimine las redes ilegales e incremente los esfuerzos de vigilancia.