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Anthony Blinken aseguró en una entrevista que ahora está más preocupado de una invasión, ya que Rusia y Bielorrusia han decidido extender el tiempo de inspección de las fuerzas militares.
Hace treinta años la bandera roja de la Unión Soviética fue arriada por última vez de la cúpula del Palacio del Senado, en el Kremlin de Moscú, siendo sustituida por la tricolor de la Federación de Rusia. Ese mismo día dimitió el último líder soviético, Mijaíl Gorbachov, que dirigió los destinos de la Unión Soviética desde 1985, año en que puso en marcha su ambicioso plan de reforma política y económica conocido como «perestroika».
El domingo por la noche, Tsimanouskaya denunció que había sido obligada a retirarse de los Juegos Olímpicos por su seleccionador Yuri Moiseyevitch y que posteriormente responsables del Comité Olímpico Bielorruso le habían acompañado al aeropuerto para ser devuelta a su país.
México expresa su profunda preocupación ante las acciones presuntamente realizadas por el Gobierno de Bielorrusia contra un vuelo comercial de bandera irlandesa, que podrían constituir una violación al derecho internacional, en particular a la Convención de Chicago de 1944, al haberse puesto en peligro la vida de sus ocupantes.
Bielorrusia ha registrado desde el inicio de la pandemia del coronavirus 366 mil 305 casos de COVID-19 y 2 mil 612 fallecimientos por la enfermedad infecciosa, según los datos del Ministerio de Salud.
El primer bloque de la planta generará el 20 por ciento de la electricidad que necesita el país y que «otro tanto o más» producirá el segundo, cuya entrada en servicio está prevista para 2022.
El bloque de 27 naciones acordó este mes imponer sanciones contra funcionarios bielorrusos sospechosos de malas prácticas electorales y de una brutal represión de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes. La UE ha advertido que está dispuesta a sancionar al propio Lukashenko si no se sienta a negociar con la oposición y ordena el final de la represión iniciada después de los polémicos comicios.
Las protestas son a la fecha las mayores y más persistentes en Bielorrusia desde que se independizó de la antigua Unión Soviética en 1991. Las protestas son típicamente mayores los domingos y a veces atraen a multitudes de hasta 200 mil personas.
La condena canadiense se produce pocas horas después de que la Unión Europea anunció que no reconocía la toma de posesión de Lukashenko, al considerar los resultados de la elección presidencial como «falsificados».
En una ceremonia virtual y no desde su sede tradicional, el Teatro Sanders de la universidad estadounidense, se concedió a Aleksandr Lukashenko (Bielorrusia), Jair Bolsonaro (Brasil), Donald Trump (EU), Narendra Modi (India), Andrés Manuel López Obrador (México), Boris Johnson (Reino Unido), Vladímir Putin (Rusia), Gurbanguly Berdimuhamedow (Turkmenistán) y Recep Tayyip Erdogan (Turquía) el premio a la “Educación Médica”.
Serguéi Narishkin, Jefe del Servicio de Espionaje Exterior (SVR) de Rusia, acusó a Estados Unidos de enviar millones de dólares para provocar una desestabilización en Bielorrusia mediante protestas antigubernamentales luego de las elecciones presidenciales.
A finales de agosto Putin anunció la creación de una fuerza policial a petición de Lukashenko, planes de intervención que fueron condenados por Occidente.
Kolésnikova, que hoy está siendo interrogada en el centro de reclusión en el que se encuentra, fue arrestada seguidamente por intento de abandonar ilegalmente Bielorrusia y posteriormente convertida en sospechosa en un caso abierto por «llamamientos» contra la seguridad nacional y la desestabilización del país.
Las protestas en Bielorrusia contra el Presidente Alexandr Lukashenko, celebradas en varias ciudades del país, han dejado un saldo de más de 600 personas detenidas; la Asociación de Periodistas local exigió la libertad de los periodistas aprehendidos.
La Policía de Minsk difundió este domingo un comunicado en el que advirtió a los ciudadanos contra la participación en actos no autorizados y alertó sobre unas «provocaciones» que podrían tener lugar en esas concentraciones.
En un video difundido el sábado, Leshchenya expresó su “solidaridad con aquellos que salieron a las calles de las ciudades de Bielorrusa exigiendo que se escuche su voz”.