Sara Curruchich actualmente promociona Junam, primer sencillo de su segundo disco, un tema que fue grabado completamente en kaqchikel y que habla sobre recordar nuestras raíces, de la importancia de la libertad y del valor que merecen las lenguas indígenas.
Ciudad de México, 5 de julio (SinEmbargo).- Utilizar la música como medio para nombrar, denunciar y compartir las vivencias de abuso y violencia que viven miles de mujeres en todo el mundo es uno de los objetivos de Sara Curruchich, cantante indígena guatemalteca.
La interprete, reconocida a nivel internacional por impulsar canciones en su idioma natal, kaqchikel y en español, se ha convertido en una de las máximas referentes dentro de la música indígena.
En entrevista con SinEmbargo, Sara Curruchich habla del mensaje que busca dar a la sociedad con sus canciones, de los principales retos y dificultades a los que se ha enfrentado durante su carrera y de su trabajo como pionera dentro de la música indígena.
«Yo quisiera compartir una reflexión desde donde nosotros estemos, sobre lo que estamos viviendo, el poder a través de la música darle acompañamiento a los diferentes procesos que todas las personas vamos teniendo, que quizá son procesos de sanación, de introspección o de acercamiento a nuestras identidades y a nuestras voces. Eso es lo que quiero compartir a través de la música, la importancia de la comunalidad, la importancia de la solidaridad, de la esperanza y de nuestras raíces», dice la cantante.
Sara Curruchich, actualmente promociona Junam, primer sencillo de su segundo disco, un tema que fue grabado completamente en kaqchikel y que habla sobre recordar nuestras raíces, de la importancia de la libertad y del valor que merecen las lenguas indígenas.
«Junam es una mezcla de ritmo reggae con cumbia, es la primera vez que hago una exploración en este ritmo musical, estoy muy contenta porque algo que quisiera compartir en esta canción en la alegría, compartir esta posibilidad de sentirnos libres, sin miedos, sin vergüenza».
ENFRENTARSE A LA ADVERSIDAD
A lo largo de su carrera, Sara ha tenido que enfrentarse a diversos retos y dificultades. La cantante asegura que los estigmas que aún se tienen sobre las mujeres dentro de la industria musical es uno de los tantos obstáculos que ha tenido que esquivar para demostrar su talento.
«Como mujeres definitivamente no hay una participación paritaria, no la hay. No es porque no quieras, es porque las condiciones o esos espacios han sido ocupados, a las mujeres las desligan, hay retos muchos más grandes para poder llegar ahí, como por ejemplo, el que se considere que las mujeres solo tienen que tocar cierto tipo de música porque son débiles o no tienen la capacidad de tocar un instrumento», menciona.
Sara Curruchich asegura que son varios los factores que limitan la participación de las mujeres dentro de la industria musical como el sistema machista, el no darle el valor al trabajo femenino e inclusive la discriminación que ha llegado a vivir por ser una mujer indígena.
«Como mujer indígena al llegar a los espacios artísticos, no solo se tiene esta carga (el machismo dentro de la industria), sino que se suma una cara más que es el tema del clasismo y de la discriminación».
Contrario a lo que se pudiera pensar, la discriminación no frenó a la interprete guatemalteca, provocó lo opuesto, sirvió como motivación para continuar con su carrera con más fuerza e ímpetu.
«Encontrarnos con estos retos da la posibilidad de seguir diciendo, de seguir apoyando a otras mujeres del medio artístico y seguir aportando para que la nueva generación de mujeres y niñas indígenas puedan tener estos espacios donde sean libres de racismo, discriminación, clasismo y machismo que se presentan de distintas maneras».
Sara reconoce que su camino dentro de la música no ha sido sencillo, pero gracias a su esfuerzo y al de muchas otras mujeres se ha generado que la industria regrese espacios al género femenino y genere nuevos medios.
«Ha sido difícil pero también agradezco mucho ese esfuerzo y el ejemplo que las mujeres en la industria musical nos comparten porque nos damos cuenta que vamos anhelando el hacer un aporte al resto de costra y vamos tomando los espacios que nos pertenecen, que se han esforzado en negarnólos, pero los tomamos porque son nuestro derecho».
IMPULSAR Y DAR DIFUSIÓN A LA MÚSICA INDÍGENA
Pero no todo ha sido adversidad y obstáculos en la carrera de Sara Curruchich, la cantante destaca lo gratificante que ha sido su paso dentro de la música y se dice feliz por tener la oportunidad de transmitir su mensaje a muchas personas en todo el mundo.
«El regalo más grande que la música nos puede dar es tener la oportunidad aprender de otras personas. Si hay algunas personas en diferentes territorios que se sienten identificadas con el mensaje que puedo dar con una de mis canciones y algo de mi música, creo que ahí es donde se encuentra el regalo más grande, porque puedes abrazarlas a través de las canciones y crear una pequeñita, pero muy significativa transformación».
Sara se dice orgullosa de poder inspirar y ser ejemplo para muchas personas, pero está consciente de la posición en la que se encuentra y asegura que busca tener la mente clara para poder compartir su mensaje con la mejor convicción.
«Me siento muy contenta, me siento muy feliz, pero sé que es una responsabilidad muy grande el poder seguir compartiendo y tener la convicción clara sobre la importancia de nuestra voz, de nuestro mensaje, de nombrar y denunciar y sentirnos a nosotras mismas desde la música».
En 2020, Spotify pidió a Sara que trabajara en una playlist sobre voces de mujeres indígenas alrededor del mundo con motivo del Día internacional de la mujer indígena, el cual se conmemora el 5 de septiembre. Al hacer la selección de artistas y canciones que formaría parte de esta lista, la interprete se topó con un gran problema: eran muy pocos los artistas que contaban con material en las plataformas de streaming.
«Me costó mucho encontrar la música de varias compañeras. Actualmente esta playlist contiene una canción de 45 mujeres indígenas y solamente son 45 dentro de miles. Tantos compositores y tantas compositoras indígenas que hay pero no ha habido esa posibilidad de poder hacer registro de las canciones».
Tras encontrarse con este problema Sara y Spotify se empeñaron en difundir la playlist que lleva por nombre «Raíces indígenas» para que la gente conozca las propuestas musicales de artistas indígenas.
«Para mí ese ha sido un paso muy grande que en las plataformas digitales existan estos espacios en donde podemos ir y escuchar las canciones que se han creado».
La cantante menciona que los medios de comunicación deben jugar un papel más importante para darle mayor visibilidad a la música indígena, pues en la actualidad, dice, aún existen medios que se niegan a ceder un espacio a estas propuestas musicales.
«Muchas veces, por la desigualdad o el racismo que se sigue perpetuando, no se llegan a conocer porque muchas veces los medios de comunicación no quieren ceder un espacio para música para un idioma indígena porque no se le da el valor que tiene».
Sara Curruchich alista los últimos detalles previo al lanzamiento de su segundo disco. Actualmente trabaja en la producción de los videos de sus sencillos y en proyectos que le permitan trabajar talleres en distintas comunidades abordando temas como la importancia del acercamiento a la música, históricos, de derechos de las mujeres indígenas.