Spencer es una propuesta interesante en la que se cuenta una historia inspirada en Diana, en el momento en el que duda y busca quién es realmente en medio de todo el fallido cuento de hadas. Una historia en la que Kristen Stewart muestra su potencial interpretativo.
Ciudad de México, 14 de enero (SinEmbargo).- Kristen Stewart se convierte en la princesa Diana y protagoniza la nueva cinta de Pablo Larraín: Spencer, película que llega a las salas de cine mexicanas este fin de semana para mostrar una historia de tristeza y desesperación causada por un fallido cuento de hadas.
Diana y Carlos viven entre rumores de aventuras y hasta de divorcio, sin embargo, parece ser momento de guardar las apariencias debido a las fiestas navideñas. La princesa de Gales deberá pasar tres días en compañía de la realeza, cada detalle, desde la ropa que usará hasta en qué momento debe aparecer para cenar parece estar controlado. En un lugar que parece estar lleno de gente, Diana se siente sola y perdida.
Pablo Larraín y el equipo investigaron acerca de las tradiciones de la realeza, de las historia de fantasmas que se dice habitan en la casa de Sandringham, además de todo lo ocurrido con Diana y decidieron contar, a través de un relato de ficción con algunos elementos reales, parte de la fragilidad, la vulnerabilidad, la inquietud y la desesperación de sentirse atrapada de Lady Di.
Hay que dejar muy en claro que no es una película documental o un docudrama, es una cinta que cuenta una historia de fiestas navideñas en la que Diana debe pasar 3 días en Sandringham, una historia ficticia que presenta elementos tradicionales que sí forman parte de la realeza, además, la interpretación de Kristen y la dirección de Larraín, sin duda, hacen pensar acerca de todo el sufrimiento que Diana sentía en los años 90, cuando su salud física y mental (una de las frases de Diana en la película es: «Soy un imán para la locura») estaban siendo seriamente afectadas por la familia real, los medios de comunicación y cada aspecto de su vida estaba bajo lupa.
Kristen Stewart muestra su potencial interpretativo, de inicio cuesta un poco de trabajo verla en la «piel» de Diana, sin embrago, Kristen usa una voz suave al igual que sus movimientos, la forma de ladear el rostro e incluso la mirada triste, todo esto poco a poco va haciendo que el espectador piense en la princesa de Gales, en su fragilidad pero también en esa fuerza interior que necesitaba para salir de ahí.
El vestuario, peinado y maquillaje tienen una mención especial. Diana fue y es un personaje icónico que marcó pautas, los vestidos usados en la cinta son espectaculares, en un momento se puede apreciar incluso una recreación del vestido de novia; además de los espacios y la fotografía que resaltan.
El ritmo es lento y la historia está llena de muchos elementos simbólicos, escenas que se contraponen para que el espectador interprete qué es lo que está pasando en el interior de Diana, incluso la mención y «aparición» de Ana Bolena, esto puede no ser tan favorecedor para quien espere una cinta rápida o explicita sin confusiones, incluso quien espera algo al estilo de The Crown, esta cinta no tiene nada que ver con la serie, así que hay que dejar esa idea fuera.
Spencer es un viaje a la prisión interior en la que se encontraba Diana, hay un camino ostentoso por fuera entre vestidos, cenas y palacios que contrasta con el interior de Diana, el ánimo oscuro y su desesperación, buscándose y tratando de rescatar algo de ella misma, algo de lo Spencer que parece aún tener.