Real Madrid vence 3-0 al Sheriff y firma su pase a octavos de final de la Champions

24/11/2021 - 4:21 pm

El Real Madrid firmó su pase a los octavos de final de la Liga de Campeones y en la última jornada, en su pulso con el Inter de Milán en el Santiago Bernabéu, se decidirá el liderato.

Por Ignacio Ortega

Tiráspol (Moldavia), 24 nov (EFE).- El Real Madrid se clasificó con autoridad para los octavos de final de la Liga de Campeones al derrotar al Sheriff (0-3) en un partido que se decidió en el último cuarto de hora de la primera parte con dos goles de Alaba y Kroos que vencieron la escasa resistencia del equipo local

Fue un nuevo recital de los tres tenores -Kroos, Modric y Casemiro, entre los que llevó la voz cantante el centrocampista alemán, que marcó un gol cartesiano, el segundo, de regla y cartabón.

Este equipo no es el mismo que cayera en Madrid ante el equipo moldavo. Es una máquina bien engrasada en la que nadie desentona. La defensa se ha asentado, el centro del campo es una orquesta y la delantera ve gol con facilidad.

Como el Inter derrotó al Shakhtar en Milán, la suerte del grupo D se decidirá en la última jornada en el Santiago Bernabeu. El Madrid, con doce puntos, le saca dos a los italianos, por lo que le vale el empate para ser primero de grupo.

No hubo sorpresas en los once iniciales. Ancelotti volvió a contar con Militao como pareja de Alaba y su compatriota Rodrygo sustituyó a un entonado Asensio. En los locales, Bruno fue el elegido para acompañar a Traoré en la punta del ataque.

Salió con descaro el Sheriff presionando la salida del balón del Madrid. Con el paso de los minutos, el equipo blanco tomó el mando y empezó a crear peligro.

Una buena internada de Rodrygo fue despejada en el último momento por la defensa local. Dos minutos después, Kroos puso a prueba a Athanasiadis, que despejó con dificultades, rechace que Benzema aprovechó para marcar en claro fuera de juego.

Carvajal, que tenía problemas para frenar a Cristiano, pudo percutar por la banda y enviar un centro raso que remató blando Rodrygo.

A los veinte minutos las cartas estaban boca arriba. La defensa del Madrid estaba en la medular y los once jugadores locales encerrados en su campo. El gol era cuestión de tiempo.

A la media hora, una falta al borde del área era la oportunidad que estaban esperando los blancos. Como era de esperar, Alaba fue el encargado de lanzar el libre directo. Su disparo tocó en la barrera y despistó al guardameta local (min.30).

El único lunar de la primera parte fue que el futbolista más esperado del momento, Vinicius Junior, entró poco en juego y, cuando lo hizo, pecó en buscar tozudamente a Benzema.

Carvajal tuvo en sus botas el segundo gol, pero su remate limpio en el área pasó ligeramente por encima del larguero.

Al filo del descanso, Kroos acabó con la intriga tras una gran combinación blanca. Recibió el esférico al borde del área, disparó de primeras con el tiralíneas que tiene en sus botas y el balón tras golpear el larguero superó la línea de gol. El árbitro no lo dudó y señaló el centro del campo (min.45).

Mejor imposible. En esos momentos, tras la victoria del Inter sobre el Shakhtar, el Madrid era líder y el Sheriff debía disputar en febrero la Liga Europa.

El Madrid no estaba para bromas. En la segunda parte salió a matar el partido.

Los locales tuvieron un par de aproximaciones, pero fue Benzema quien hizo el tercero con un certero disparo desde fuera del área que fue inalcanzable para el portero local. (min.55)

Al cuarto de hora los tres cambios introducidos por el técnico local animaron a la parroquia local. Dulanto pudo marcar el gol del honor.

Por precaución, Ancelotti decidió sustituir a Mendy por Marcelo.

Mediada la segunda parte entró en juego Courtois, que se pasó gran parte del partido calentando para no congelarse. Primero, el belga despejó un disparo envenenado. Después el chut de Thill, que marcó un golazo en Madrid, fue escupido por el poste. La afición transnistria había despertado.

Pero el Madrid supo dormir el partido y sofocar la reacción del Shériff. Incluso Asensio pudo marcar, pero Athanasiadis respondió a un disparo a bocajarro con la parada de la noche.

El equipo blanco superó el mal trago de jugar en Transnistria, un territorio no reconocido por la ONU, con una actuación que hizo las delicias de la afición local.

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