Por Pablo Ramírez, especialista en energía y cambio climático de Greenpeace México

Tras la publicación del “código rojo” de emergencia climática, el pasado mes de agosto, las y los científicos del IPCC preparan la publicación de un nuevo reporte que dará continuidad al anterior y que esta vez se enfoca en los impactos y en las vulnerabilidades particulares que ciertos sectores y ecosistemas tienen al cambio climático.

La situación es grave, no necesitábamos el informe anterior ni necesitamos el que viene para saberlo, eso era claro. La aportación de estos nuevos informes, en particular el publicado este 28 de febrero, es que actualiza los escenarios que la ciencia había planteado hace ya varios años. La crisis climática no es la que pensábamos hace 5, 10 o incluso 30 años. Por lo que este informe nos permite conocer de la manera más precisa a lo que tendremos que adaptarnos y a lo que nos enfrentaremos de no tomar acciones ambiciosas, contundentes y prontas.

Este reporte deberá ser de utilidad en países como el nuestro, donde la desigualdad y la posición geográfica hacen de México un país altamente vulnerable a los efectos del cambio climático. Ya lo estamos viviendo, ya estamos viendo que sus impactos son diferenciados, pero tenemos que estar conscientes de los escenarios que se proyectan, de lo que puede pasar, para estar preparados y para luchar con todas nuestras fuerzas para evitar que ocurran.

¿Qué esperar del nuevo informe?

-Cómo el calentamiento ya nos está afectando a nosotros y a otras formas de vida en la Tierra.

-Cómo aumentarán los impactos y los riesgos climáticos con un mayor calentamiento, y cómo las opciones de vías de desarrollo afectan a esos riesgos.

-Cómo y en qué medida pueden adaptarse los impactos y reducirse los riesgos.

-Dónde se están superando los límites de la adaptación, causando pérdidas y daños.

-Cuáles son las causas de las vulnerabilidades particulares a los impactos y riesgos climáticos, y cómo deben reducirse esas vulnerabilidades y aumentar la resiliencia.

-Cuál es la situación particular de las comunidades costeras; ciudades y asentamientos junto al mar.

-Cuál es el papel de la justicia social y la equidad en el desarrollo resistente al clima.

-Qué soluciones podrían hacer que nuestras sociedades estuvieran más preparadas para el calentamiento, la subida del nivel del mar y otros cambios que ya no podemos evitar.

Así, a días de la publicación del reporte, es necesario que sigamos discutiendo el tema. El cambio climático saca a flote un problema gravísimo en nuestro país, la inequidad y la injusticia. Es así porque las personas que menos responsabilidad tienen ante la crisis climática son las que ya están siendo impactadas de manera más fuerte. Se calcula que el consumo de la mitad inferior de los emisores mundiales de carbono contribuía sólo a una décima parte de las emisiones mundiales de carbono. Mientras tanto, el estilo de vida del 40 por ciento medio representaba 43 por ciento de las emisiones globales de carbono. El consumo del 10 por ciento más alto contribuía contribuye a casi la mitad de las emisiones de CO2^[1].

Las soluciones tienen que pasar por redistribuir, no necesitamos más, necesitamos que lo que hay se distribuya de manera justa.

^[1] Bruckner, B., Hubacek, K., Shan, Y. et al. Impacts of poverty alleviation on national and global carbon emissions. Nat Sustain (2022). https://doi.org/10.1038/s41893-021-00842-z

Greenpeace

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