Greenpeace
29/03/2021 - 12:05 am
Prohibición de plásticos en los estados debe continuar
Puebla sin Plásticos surgió de una manera increíble en diciembre de 2018. La unión de más de 20 organizaciones civiles, de gente con ganas de ser parte de un cambio, de ayudar al planeta, a su país, pero sobre todo, a su Ciudad.
Por Violeta Trinidad Rossell*
En junio de 2018, ONU Medio Ambiente reveló un nuevo informe donde mencionaba que cinco mil millones de bolsas de plástico se utilizan cada año y un millón de botellas son compradas cada minuto. Si no hacíamos algo, estábamos perdidos. La única manera de generar políticas públicas fuertes es a través de la fuerza e interés de la gente. Desde aquel entonces nos dimos cuenta que la prohibición de las bolsas de plástico, de alguna manera, podría ser útil para contrarrestar algunas de las causas del uso excesivo de los plásticos desechables y generar conciencia ante la problemática.
Puebla sin Plásticos surgió de una manera increíble en diciembre de 2018. La unión de más de 20 organizaciones civiles, de gente con ganas de ser parte de un cambio, de ayudar al planeta, a su país, pero sobre todo, a su Ciudad. Todo empezó por este interés de beneficiar a la sociedad y proteger el medio ambiente. Dale la Cara al Atoyac, una organización civil que en su momento yo misma dirigía, llevaba más de 10 años luchando para la regeneración del río. Como saben, el plástico, en todas sus modalidades, es un gran contaminador de cuerpos de agua, y daña profundamente la cuenca del Atoyac. Por ende, el tema era sumamente importante para nosotros. Greenpeace, por su parte, con toda su experiencia, ya estaba trabajando en realizar cambios a nivel legislatura en la Ciudad de México, y en algunos otros estados.
Los voluntarios de Dale la Cara y Greenpeace llevaban ya realizando proyectos conjuntos por un rato, por lo que la relación ya existía y lo demás se dio solo. Hicimos una primera convocatoria para que la gente y organizaciones de la sociedad civil nos uniéramos e hiciéramos algo para combatir la contaminación plástica. La gente respondió positivamente, las organizaciones de todo tipo estaban dispuestas a hacer algo. A partir de ahí, tuvimos reuniones periódicas, donde se establecieron nuestros objetivos y misión y en las que pudimos desarrollar pláticas, talleres, cursos y constante capacitación para instruirnos. Existen muchos temas dentro de los plásticos que no conocíamos y estas reuniones fueron fundamentales para ganar terreno en medios y dar a conocer nuestro movimiento.
Posteriormente, comenzamos a trabajar en un cabildeo político para exigir la aprobación de una legislación que prohibiera bolsas plásticas, popotes desechables y envases de unicel en el estado de Puebla. Se presentó dicha iniciativa al H. Congreso del Estado. Comenzamos a participar en medios digitales, en marchas, en limpiezas de la ciudad, comenzamos a difundirlo con la sociedad, y la gente comenzó a aceptarlo. Fue un trabajo muy enriquecedor y a la vez complejo. Había mucha oposición, desconocimiento, desinterés de alguna manera, por parte de amplios sectores, sin embargo, el proceso avanzó positivamente. La experiencia que vivimos durante esos primeros seis meses de 2019 fue sumamente valiosa, ya que se crearon vínculos con diversos actores sociales, se pudo abrir el diálogo y espacio de participación para la sociedad civil en decisiones importantes del estado.
Apoyar la iniciativa de Greenpeace dio paso a la conformación de una coalición de diversos grupos ambientales, lo que generó un importante contrapeso en el Congreso al momento de realizar las mesas de trabajo, puesto que la experiencia de los asistentes abarcaba distintas perspectivas y conocimientos relacionados con el tema. En el caso de Puebla todo este esfuerzo rindió frutos y se logró incluir, además de los plásticos previstos en un inicio, los productos plásticos oxo degradables. Logramos reformar la Ley para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos del estado.
Dado lo anterior, es sumamente relevante que como ciudadanía continuemos alzando la voz y por ende, busquemos apoyar la mitigación de la enorme contaminación plástica. De esta manera, seguiremos haciendo énfasis en que los gobiernos locales y estatales no deben ceder ante las presiones de intereses particulares y no deben dar marcha atrás en las prohibiciones ya logradas, para poder garantizar el derecho que todos tenemos a un medio ambiente sano.
Con las iniciativas que se han logrado, no sólo estamos mitigando los efectos negativos de la contaminación, sino que estamos contribuyendo a reducir los graves riesgos para la salud de todos los que vivimos aquí. Es fundamental que esta medida de prohibición continúe y se fortalezca dado que contribuye a dejar atrás la cultura del usar y tirar y al mismo tiempo permite un avance hacia un cambio de hábitos y en el modelo de producción y consumo actual.
Por estas razones, medidas como ésta no buscan la sustitución del plástico por otros materiales desechables como el papel o los biodegradables, sino que privilegiemos la reutilización y el uso de productos y materiales durables. Sabemos que existe una fuerte presión por parte de los fabricantes y productores de plásticos para que estos avances se echen para abajo, sin embargo, los consumidores podemos jugar un papel decisivo en la promoción de estas legislaciones y en la transición hacia hábitos más sostenibles, debemos también exigir a los gobiernos y empresas que cumplan con sus responsabilidades y contribuyan a que logremos un México sin plásticos.
*Violeta Trinidad Rossell es Directora general en Dale La Cara Al Atoyac A.C.
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