Presupuesto Federal

Presupuesto 2022 prevé incrementar 76.2% recursos para pensiones de adultos mayores

08/09/2021 - 10:44 pm

Al programa destinado a personas de 65 años en adelante se le asignó más presupuesto que lo destinado a la Secretaría de Hacienda y a la Secretaría de Marina juntas. 

Ciudad de México, 8 de septiembre (SinEmbargo/EFE).- El Gobierno federal prevé incrementar en 76.2 por ciento las pensiones de los adultos mayores el próximo año, de acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2022..

Para estos subsidios, que maneja la Secretaría del Bienestar, la Secretaría de Hacienda designó una partida de 238 mil millones de pesos, lo que representa 105 millones de pesos más de lo que se aprobó para 2021.

Cabe destacar que dicho programa tendrá más recursos que, de manera conjunta, la Secretaría de Salud, a la que se destinaron 192 mil 368 millones de pesos, y la Secretaría de Marina, a la cual se le asignaron 37 mil 750 millones de pesos.

Además, el presupuesto para pensiones de adultos mayores representa dos terceras partes de los 634 mil millones de pesos que se destinaron a la Secretaría de Educación Pública para el 2022.

Este programa social, que busca beneficiar a personas de 65 años en adelante con tres mil 100 pesos bimestrales, actualmente representa el 82.2 por ciento de los recursos destinados a todos los programas que subsidia el Estado, pero el Gobierno federal prevé que para 2024 se le destine un presupuesto de 370 mil millones de pesos.

Este miércoles el Gobierno de México presentó su proyecto de presupuesto público 2022 con indicadores más optimistas a los esperados, basado en un aumento de 4.1 por ciento del producto interno bruto (PIB) y sin aumentos fiscales, aunque con la promesa de mantener la «austeridad y prudencia».

«México entrará al 2022 sin incrementar los impuestos, con estabilidad macroeconómica y social, y en mejores condiciones que muchos países con niveles de desarrollo similares al nuestro», afirmó el nuevo Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, al entregar el paquete económico al Congreso.

El proyecto prevé un aumento real de 7.5 por ciento en los ingresos, que superarían los 6.17 billones de pesos (unos 308 mil millones de dólares), sin contar financiamiento, además de una subida real de 9.6 por ciento en el gasto programable total, que rebasa los siete billones de pesos (350 mil millones de dólares).

OPTIMISMO Y REALIDAD

Las estimaciones son más optimistas que las anteriores de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que había previsto un crecimiento de 5.3 por ciento en 2021 y de 3.6 por ciento para 2022 en los precriterios económicos que había entregado en marzo.

También contrastan con el presupuesto de 2021, considerado el más austero de este siglo por representar apenas un 25.3 por ciento del PIB y presentado en medio de la crisis de 2020, cuando la pandemia provocó una contracción histórica de 8.2 por ciento del PIB.

Aunque el pronóstico está en línea con el Fondo Monetario Internacional (FMI), está por encima de lo estimado por el Banco de México (Banxico) y analistas del sector privado, indicó a Efe el economista Pablo López Sarabia, profesor del Tecnológico de Monterrey.

«Yo creo que en términos del crecimiento económico proyectado para 2022 sí es algo optimista y creo que está un poco fuera de rango», expresó el investigador.

El académico señaló la preocupación por las expectativas de crecimiento en los ingresos, que se comparan con un año atípico de por la pandemia de COVID-19.

Además aclaró que, aunque el Gobierno promete que no aumentarán los impuestos, la realidad es que sí incrementarán en términos nominales, acompañados de la inflación.

«La inflación está programada en 3.4 por ciento para 2022, pero eso es realmente muy optimista porque el mismo Banxico señala, en su informe trimestral reciente, que la convergencia a la inflación no se alcanzará hasta el primer trimestre de 2023», citó López Sarabia.

El investigador también cuestionó la viabilidad a largo plazo de no realizar una reforma fiscal, aunque admitió que el presupuesto no causó sorpresa.

«Es un presupuesto que sigue la línea de austeridad, pero yo diría que es más bien inercial, con poca sorpresas y con algunos supuestos en los criterios generales que son debatibles y hay que checar con lupa», opinó.

PRIORIDADES

El Secretario de Hacienda enunció que el presupuesto se basa en tres pilares: apoyos a la población más vulnerable, estabilidad y solidez de las finanzas públicas con prudencia fiscal, y apoyo a proyectos regionales de inversión.

En particular, presumió de una cifra «histórica» de casi un billón de pesos (unos 50 mil millones de dólares) en inversión pública, que alcanzará el 3.1 por ciento del PIB.

En este rubro, ganaron las megaobras prioritarias del Presidente Andrés Manuel López Obrador, como el Tren Maya, cuyos recursos públicas crecerán 73.4 por ciento hasta casi 63 mil millones de pesos (cerca de tres mil 150 millones de dólares).

Ramírez de la O también prometió que «los recursos para seguir haciendo frente a la pandemia están plenamente garantizados en este presupuesto», que contempla un crecimiento de 15.1 por ciento en todo el sector salud, hasta alcanzar los 800 mil millones de pesos (40 mil millones de dólares).

Se usarán, explicó, para adquirir vacunas y medicamentos, dar servicios de salud gratuitos, mejorar el rezago en la atención médica y aumentar una plantilla de trabajadores complementarios para atender la pandemia.

La Secretaría de Hacienda presentó además un proyecto para eliminar el impuesto al valor agregado (IVA) en los artículos de higiene menstrual de las mujeres, como toallas sanitarias.

Mientras que los Gobiernos locales recibirán conceptos superiores a dos billones de pesos (unos 100 mil millones de dólares) en gasto federalizado, un aumento de 4.9 por ciento.

Por otro lado, la carga fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex) bajó de un 54 por ciento a un 40 por ciento, señaló Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.

La especialista argumentó que los incentivos fiscales de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el aumento de 7.7 por ciento en recursos para las vías de comunicación «se quedan cortos».

Asimismo, la deuda pública se estima en «alrededor de 51 por ciento del PIB», por lo que no prevé que el paquete represente «un riesgo para la calificación crediticia de México en el siguiente año, pero tampoco un estímulo importante para la recuperación del 2022», concluyó Siller.

– Con información de Pedro Pablo Cortés, EFE

Redacción/SinEmbargo
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