Durante un recorrido en el terreno de lo que será el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, SinEmbargo visitó la pista tres, la Torre de Control y el Edificio Terminal de tráfico aéreo, las tres principales estructuras del proyecto.
El Grupo Aeroportuario calcula que el Presidente Enrique Peña Nieto entregará en 2018, de manera simbólica, la pista tres y obra negra de la Torre de Control y el Edificio Terminal.
Hasta el momento, los avances están en las obras preliminares y la cimentación del suelo.
Sin embargo, ante la emergencia nacional por los sismos que sacudieron a estados del sur y el centro del país el 7 y 19 de septiembre –cuya reconstrucción costará, en principio, 38 mil millones de pesos–, hay voces que ponen en entredicho esta obra que, de acuerdo con Peña Nieto, tendría al inicio una inversión de 120 mil millones de pesos pero que, por la falta de transparencia con que se ha conducido hasta ahora, se alerta que costará mucho, pero mucho más a los mexicanos.
SEGUNDA DE UNA SERIE
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Por Dulce Olvera y Daniela Barragán
Ciudad de México, 3 de octubre (SinEmbargo).– El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) se construye en un terreno donado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) de 4 mil 960 hectáreas. Para octubre de 2020 se estima tener tres pistas donde se realizarán 540 mil 500 operaciones simultáneas por año, un Edificio Terminal para 68 millones de pasajeros anuales y una Torre de Control del Tráfico Aéreo. A dos años de arrancar la construcción, los avances sólo se registran en las obras preliminares y cimentación del suelo, el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) estima que el Presidente Enrique Peña Nieto entregará «obra negra» de manera simbólica antes de terminar su gestión.
«Conforme al plan maestro que se tiene, tendrían que estar completamente terminadas las pistas 2 y 3; un gran avance de la estructura del Edificio Terminal [sin el equipamiento correspondiente] y prácticamente concluida la Torre de Control [también sin equipamiento]. Digamos obra negra. Eso es lo que se vería a finales de 2018. No podría estar ni en servicio ni en pruebas, las cuales empezarían hasta finales de 2019», aseguró un miembro del Grupo Aeroportuario.
Respecto a las obras preliminares, se retiraron las hierbas y ramas para colocar 48 kilómetros de caminos provisionales donde pueden circular los equipos de construcción. Se cuenta con un campamento con dormitorios y comedor para desarrollar el proyecto, así como con campamentos de las más de 300 empresas con las que se tienen contratos, un drenaje provisional para protegerlo de inundaciones por lluvias y toda la obra está rodeada e iluminada con paneles solares por una barda de 33 kilómetros.
Durante un recorrido en el terreno, SinEmbargo visitó la Pista 3, la Torre de Control y el Edificio Terminal, las tres principales estructuras del Nuevo Aeropuerto que han generado 10 mil empleos directos y 40 mil puestos indirectos. Tan solo el actual Aeropuerto Internacional «Benito Juárez» cabe seis veces en el proyecto.
El plan maestro de la administración de Vicente Fox Quesada proyectaba la dirección de las pistas de oriente a poniente como el actual aeropuerto, por lo que se requerían más tierras, incluyendo las de San Salvador Atenco, poblado que al levantarse en contra logró cancelarlo. Para el NAICM se cambió la orientación de las pistas del norte a sur para solo emplear los terrenos de propiedad federal.
«Para que el Nuevo Aeropuerto entre en función tiene que estar listo el Edificio Terminal. Debe haber un viaducto para entrar, mediante el centro de transporte terrestre. El centro del edificio es tan solo del tamaño del Estadio Azteca. Además habrá una terminal de carga para aviones con mercancía», explicó el Grupo Aeroportuario de la CdMx.
Afuera del pentágono, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) debe establecer o ampliar 20 vialidades, para facilitar el acceso al NAICM, las cuales necesariamente deben estar listas para 2020.
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PISTA TRES
La Pista 3 para despegue y aterrizaje, de 5 kilómetros de longitud y 400 metros de ancho [que incluye el espacio de rodaje], lleva un 20.49 por ciento de avance. Las dos y tres serán utilizadas para vuelos comerciales de carga y pasajeros. La pista seis será exclusiva para el Gobierno.
En las pistas 2 y 3 se necesitan ocho meses de espera para el proceso de consolidación del piso que requiere absorber el agua subterránea y arena mediante miles de drenes de pvc verticales que son una especie de «popotes con perforaciones» colocados por una máquina sobre el tezontle, explicó Ivonne García, arquitecto de la obra de la Pista 3. Pese a ser un largo periodo, los ingenieros lo han considerado necesario.
En general hay 70 por ciento de agua y 30 por ciento de arcilla en el subsuelo.
La arquitecto Ivonne García dijo en entrevista con este diario digital que esos trabajos comenzaron en 2016 y tienen el objetivo de entregar la Pista 3 en 2018. Aunque la colocación de drenes ya está casi finalizada, falta poner ayudas visuales a la navegación, la barda perimetral y el drenaje pluvial.
«Son volúmenes muy grandes los que debemos poner. Son cerca de 7 millones de kilómetros cúbicos los que hay que colocar de tezontle», ejemplificó.
En tanto, el ingeniero Guillermo Rodríguez, quien también labora en la Pista 3, agregó que siguen con los trabajos de precarga. Al ser una zona lacustre, donde era el Lago de Texcoco, se somete al suelo a sobre cargas de tezontle para llegar a una estabilidad presionando los mantos acuíferos, los cuales deben de drenarse mediante los «popotes» colocados hasta 50 metros de profundidad, donde hay agua con mezcla de arsilla y otros materiales.
«Toda el agua debe canalizarse para dar paso a la construcción. Ya estando estable el suelo, que ya no haya hundimiento, empezaremos con el sistema de drenaje, de registros y de estructuras. La precarga es por el peso de la estructura que va a soportar. Son tiempos naturales», aseguró el ingeniero.
TORRE DE CONTROL
La Torre de Control del Tráfico Aéreo del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México –infraestructura indispensable y principal– sólo lleva un 1.90 por ciento. Alrededor de 150 obreros están en la fase de cimentación del suelo.
El ingeniero Francisco Sánchez mostró la construcción y aseguró que la Torre es el «corazón de un aeropuerto» al coordinar e indicarle las operaciones y posiciones de los aviones durante despegues y aterrizajes.
Actualmente se está colocando tezontle sobre los aludes para tener una mayor estabilidad, y se están descabezando los pilotes que se colocaron para que se consolide el suelo y disminuya el hundimiento. Este proceso comenzó el 29 de mayo de 2017 y tienen el objetivo de terminar la Torre en diciembre de 2018.
«Los problemas siempre están, pero estamos aquí para sacarlos adelante. Las lluvias que cayeron hace unas semanas nos pegaron bastante porque estamos en un punto bajo, pero se aumentó el número de pipas y bombeo para evitar inundación», afirmó el ingeniero.
El plan es colocar 7 mil pilotes pegada a una losa de cimentación que conjunten una estructura para sostener la Torre de 65 metros de diámetro y 90 metros de altura.
EDIFICIO TERMINAL
Al centro del Edificio Terminal para pasajeros, hay una grúa grande. Será de cuatro niveles y contempla salas de llegada y salida, zonas comerciales y servicios aeroportuarios. Se contempla estar listo en octubre de 2020, pero por ahora el avance es de 2.48 por ciento.
El ingeniero Capipcio Eduardo Torres Aquino afirmó en entrevista que el edificio está entre las pistas 2 y 3 con una dimensión de mil 500 metros de longitud y 600 metros de ancho. En él trabajan 882 personas de día y de noche rotándose.
«Tenemos 539 días para acabar las 865 losas de 213 mil metros cuadrados», detalló. El contrato termina el 22 de agosto de 2018 y descartó un retraso pese a los detalles técnicos enfrentados. «La magnitud del proyecto no nos permite relajarnos, sino hacer un esfuerzo impresionante».
El Edificio Terminal constará de 743 mil metros cuadrados de construcción distribuidos en cuatro niveles, 21 columnas en materiales ligeros y con una visibilidad que permita a todos los visitantes admirar «la grandeza arquitectónica» de esta obra.
La estructura está concebida como una gran «X», que alude al nombre de México, y donde además se destaca un águila con las alas abiertas.
«Es un orgullo y bonito trabajar en la parte emblemática del Nuevo Aeropuerto», finalizó el ingeniero Torres Aquino.