#MetaDatos | El ex Presidente Enrique Peña «usó un sinfín de bots» para tener más simpatizantes en Twitter, afirma Luis Angel Hurtado Razo, profesor e investigador de la UNAM. Los falsos aplausos se han convertido en fantasmas y la cuenta @EPN se contrae de manera dramática.
Ciudad de México, 1 de marzo (SinEmbargo).– En 2012, la campaña presidencial del entonces candidato priista Enrique Peña Nieto marcó un precedente en México en el empleo de bots como instrumento para acallar a la disidencia en el ciberespacio. A seis años de distancia, su estrategia digital dejó un clima polarizado en la Red y un perfil fantasma en Twitter que pierde miles de seguidores por mes, como consecuencia directa de las operaciones de amplificación artificial por las que, aseguran expertos, pagó millones en medio de una crisis de credibilidad y así aparentar tener más simpatizantes de los que en realidad tenía.
En entrevista con SinEmbargo, Luis Ángel Hurtado Razo, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (FCPYS-UNAM ) y director general de la agencia Consultoría Comunicación Política Aplicada, mencionó que los miles de seguidores falsos que figuran en la lista de seguidores de Peña Nieto son la parte visible de un servicio que es adquirido por políticos de todo el mundo a través de consultores y empresas dedicadas a la venta de paquetes que tienen un costo muy económico por lo que resulta muy rentable para los interesados.
“Cuando los candidatos de cualquier rango empiezan su carrera electoral rumbo a la elección hay muchos consultores que por hacer crecer el impacto de estos personajes les ofrecen los servicios de empresas que, por lo regular, son rusas o brasileñas, en el caso mexicano, y que se dedican a vender bancos de bots. Hablo de 50 mil a 100 mil seguidores que a la par te van replicando lo que tú publicas”, explicó el especialista.
EPN Y OTROS EX PRESIDENTES EN TWITTER
En octubre de 2018, a unos mes de que concluyera su sexenio, Enrique Peña Nieto publicaba en su cuenta de Twitter un promedio de 30 tuits mensuales, una cifra que ya se había reducido en comparación con los más de 60 tuits que publicó en ese mismo mes pero en 2016.
Al concluir su sexenio, el ex Presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) comenzó a bajar de manera dramática su perfil de las redes sociales hasta llegar a ser uno más de la lista de ex primeros mandatarios mexicanos que se mantienen alejados por completo de estas plataformas, como es el caso de los priistas Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000).
En 2019, Peña Nieto sólo publicó seis tuits y, en 2020, la cuenta del ex Presidente –que fuera una de las más seguidas entre actores políticos del país y del mundo– se encuentra en el abandono.
El perfil digital de Peña Nieto se asemeja al de otros ex presidentes latinoamericanos que al concluir sus mandatos pierden la influencia que tuvieron en las redes sociales. No obstante, el del mexiquense se acerca mucho más al de ex gobernantes que perdieron su popularidad a la vez que fueron señalados por la justicia de sus respectivos países.
Por dar un ejemplo, Michel Temer, ex Presidente de Brasil (2016 – 2018) señalado por mantener una red criminal de sobornos, se alejó en 2019 de Twitter y comenzó a perder cientos de seguidores de manera mensual, actividad que se asemeja a la de Peña Nieto.
De acuerdo con datos del portal Social Blade, en promedio el ex Presidente priísta pierde 5 mil 495 seguidores por mes, en tanto que su homólogo brasileño pierde mil 845, cifra que indica una afectación similar debido a que la cuenta de Temer ya no rebasa el millón de seguidores.
En un análisis comparativo de los perfiles ex presidenciales de Temer, Pedro Pablo Kuczynski y Ollanta Humala, ex presidentes de Perú, Otto Pérez Molina de Guatemala, Ricardo Marinelli, de Panamá y Cristina Kirchner de Argentina, Peña Nieto es quien pierde más seguidores en promedio al mes pero también es quien cuenta con una cifra mayor de ellos.
El crecimiento de su cuenta presentó una curva diametralmente opuesta en 2011, año en que la revista Zócalo documento en un artículo titulado “Twitter; seguidores no siempre adherentes” que el entonces candidato a la Presidencia por el PRI, contaba con 208 mil seguidores en la antesala del proceso electoral y ganaba entre 5 mil y 10 mil seguidores por día.
El empleo de bots y la salida intempestiva de Peña Nieto de la esfera tuitera son causales para Hurtado de una estrategia para hacer frente a una crisis de credibilidad. El académico considera que el recurso de las cuentas automatizadas fue la única arma para hacer frente a los embates de los movimientos emergidos de la tecnopolítica como el #YoSoy132 y las protestas por #Ayotzinapa.
“La mejor estrategia que podían dirigir en ese momento para contrarrestar el embate que estaba teniendo el candidato sobretodo entre las juventudes universitarias como movimiento de ciberactivismo el #YoSoy132 fue recurrir a la granja de bots y desde ahí primero inflar los números del candidato, segundo replicar todo lo que publicaba y tercero criticar las propuestas de los adversarios”.
En tanto que la salida de Peña de Twitter no tiene otra explicación que la de evitar la exposición a los múltiples señalamientos en su contra. Este comportamiento es el que acerca su actividad en la Red al de otros actores latinoamericanos que aparentaron tener una falsas simpatía en las redes sociales poniendo en práctica un aparato de manipulación por medio de falsos aplaudidores.
“Enrique Peña Nieto inmediatamente buscó salir de los reflectores, del espacio mediático o de la agenda mediática y lógicamente sus redes sociales son una fuente de información importante y es un espacio en el cual, bien o mal, decide abandonarlo porque lógicamente él queda marcado bajo sospecha, bajo la premisa de que tuvo un Gobierno con alto tráfico de influencias y de corrupción”, expuso Hurtado Razo.
PEÑABOTS Y POLARIZACIÓN
El vacío que dejó Peña en Twitter es también inverso al encono, la intolerancia, la agresividad entre otros atributos que componen el ambiente politizado que degrada la salud de las conversaciones en esta red sociales en lo que se refiere a la escena política mexicana y que son resultado de las campañas entre el 2012 y el 2018.
De acuerdo con Hurtado Razo, la polarización política en esta plataforma no es un resultado directo de la transición que implicó la victoria del Presidente Andrés Manuel López Obrador, sino de las estrategias de bots que pagó Peña Nieto para hacer frente a las críticas que recibió.
“La contaminación que estamos viviendo hoy en día en la escena pública digital de Twitter, tanta polarización no es solamente producto de la llegada a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, empezó desde hace más de seis años, en el 2012, cuando precisamente se empezó a contaminar el debate público de la escena pñublica digital de Twitter”.
PROPAGANDA A BAJO COSTO
Entre 2012 y 2018, las redes sociales tuvieron un impacto mayor que el de los medios de comunicación en la imagen del Presidente. En tanto que el presupuesto invertido en la comunicación digital del Gobierno federal se incrementó de manera considerable.
En mayo de 2019, esta Unidad de #MetaDatos documentó –con información obtenida vía transparencia– que seis agencias de marketing enfocadas en publicidad en redes sociales, entre ellas Agavis Digital S.C., fundada por Aarón Fernández Medina, y 5M2 Digital S.A.P.I. de C.V., de Edgar Farah Rubiera, concentraron la mayor parte de contratos que el gobierno de Peña Nieto asignó a campañas publicitarias en redes sociales que no involucraron a medios de comunicación, ni comunicadores. Lo que significó un monto total de 100 millones 258 mil pesos.
Las redes sociales fueron prioritarias en el sexenio pasado a la vez que los señalamientos de especialistas, entre ellos Erin Gallagher, quien identificó las primeras campañas con bots que involucraron a Peña Nieto en 2012, apuntan que los estrategas a cargo de la imagen de Peña Nieto en el sexenio pasado pagaron de manera extraoficial varios servicios que involucraron el consumo de bots o cuentas automatizadas, éstas que le habrían resultado al ex Primer Mandatario un costo-beneficio superior al que invirtió en publicidad mediática.
Hurtado señaló a este diario digital que los servicios de paquetes de bots para crecer las listas de seguidores se cobran de manera mensual a costos que difieren del tipo de cuenta. En este mercado no hay un precio fijo: las tarifas pueden ser de 5 mil pesos mensuales por mil seguidores o de 300 mil por un millón o tal vez más.
“En el caso de la Presidencia, adquirir ejércitos de bots, de mil seguidores de bots que pueden ser por 5 mil pesos al mes, por hasta 100 mil o un millón de seguidores. Se han dado casos, no sólo en México sino en otras partes del mundo, que contratan [bots] y de repente tienen un millón de seguidores; éstos pueden llegar a costar de 100 mil a 300 mil pesos mensuales.”
A partir de estas tarifas, mantener un millón de seguidores durante seis años pudo tener un costo estimado de 2 millones 160 mil pesos, sin considerar la tasa inflacionaria. En el caso de la cuenta de Peña Nieto no es posible establecer la cifra de lo que habría invertido en estos paquetes, sin embargo, diversos especialistas en la materia sostienen que el comportamiento de la cuenta del ex Primer Mandatario sí contó con este tipo de servicios. De acuerdo con Hurtado, este es el motivo por el que una vez que el Presidente salió de los reflectores mediáticos su cuenta de Twitter comenzó a encogerse.
“Peña Nieto usó un sinfín de bots que solamente alimentaron y crecieron el número de seguidores en primer lugar y replicaron todos los tuits que publicaba, los compartían, les daban “me gusta” también eran arduos defensores de lo que exponía el entonces candidato a la Presidencia y por supuesto cuando llega al poder”, concluyó el académico.