Pese a que los medios de información y estudios médicos han advertido que la variante Ómicron se asocia a casos leves de COVID-19, la OMS insistió en no subestimar al virus, pues un fuerte aumento de los casos podría colapsar nuevamente los sistemas sanitarios que no están preparados.
Ginebra, 15 dic (EFE).- Los nuevos casos globales de COVID–19 bajaron la semana pasada tras casi dos meses de ascensos, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) pide no bajar la guardia ante el avance de la variante Ómicron, que lentamente comienza a sustituir a la Delta, la gran dominante en la pandemia este año.
Del 6 al 12 de diciembre se registraron en el planeta cuatro millones de casos de COVID-19, un cinco por ciento menos que en la semana anterior, mientras que las muertes, cuya curva ha sido relativamente estable desde octubre, cayeron un 10 por ciento hasta 47 mil, de acuerdo con el último informe epidemiológico de la OMS.
Las cifras dan cierto respiro tras semanas de alarma por el rápido aumento de casos en Europa (donde los contagios bajaron un siete por ciento en los siete días estudiados) y por la preocupación inicial que desató el descubrimiento de la nueva variante Ómicron, aunque la OMS insiste en no bajar la guardia.
El director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió en su última rueda de prensa contra una excesiva relajación ante informaciones de prensa y estudios médicos que ligan la variante Ómicron sobre todo a casos leves de COVID-19.
«Hemos visto antes que subestimar este virus es peligroso», subrayó Tedros, quien insistió en que «incluso si la Ómicron causa menos casos graves, un fuerte aumento de los casos (al ser más contagiosa) puede nuevamente colapsar sistemas sanitarios no suficientemente preparados».
DELTA CEDE LENTAMENTE ANTE ÓMICRON
En el último informe epidemiológico de la OMS, se advierte la «pugna» entre la variante Delta, que ha dominado en la pandemia este año, con la Ómicron, aún presente en relativamente pocos casos de laboratorio pero que poco a poco va avanzando.
La Delta, que a mediados de 2020 estaba ya en más de la mitad de los casos globales y que en noviembre llegó a concentrar un 99.8 por ciento de los casos secuenciados, ha bajado ese porcentaje al 99.2 por ciento en la última medición realizada por la red global de laboratorios GISAID, que colabora con la OMS.
Es la primera semana desde que la variante Delta fue considerada como «preocupante» por la OMS, en abril de este año, en la que su porcentaje en los casos de laboratorio baja, destacó la organización en el informe semanal.
De los 879 mil casos secuenciados en laboratorio por la red GISAID en los últimos 60 días, una gran mayoría (872 mil) aún fueron de la variante Delta, pero la Ómicron ya representó tres mil 755 casos (0.4 por ciento), cuando hace una semana ese porcentaje era del 0.1 por ciento, lo que indica una rápida progresión.
La variante Ómicron se está expandiendo «a un ritmo que no habíamos visto en ninguna de las cepas anteriores», advirtió al respecto Tedros, tras subrayar que ya se ha confirmado su presencia en al menos 77 países, aunque «probablemente ya está también en los que aún no ha sido detectada».
YA NO SÓLO ENTRE VIAJEROS
El informe epidemiológico semanal de la OMS también subraya que aunque la mayoría de los casos de Ómicron identificados desde noviembre en más de 70 países están relacionados con viajes, ya comienza a haber focos de contagio en una misma comunidad.
Las actuales evidencias, añade el estudio, parecen indicar que la variante Ómicron tiene ventajas evolutivas sobre Delta a la hora de transmitirse y lo está haciendo más rápido.
En su análisis de Ómicron, la OMS reitera que la variante parece afectar a la efectividad de las vacunas contra la infección y la transmisión, y que sobre todo parece claro que aumenta con ella el riesgo de reinfección (la posibilidad de que una persona que ha tenido COVID-19 vuelva a padecerlo).
Estudios preliminares independientes de la OMS han mostrado que la Ómicron reduce la protección contra la reinfección en cuatro de las principales vacunas anticovid que han estudiado este aspecto: las producidas por Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson.
La variante no parece, sin embargo, afectar a las pruebas PCR de detección del virus, lo que puede ayudar al seguimiento de su avance, mientras que los tratamientos contra casos graves o críticos de COVID-19 «deberían seguir siendo efectivos» contra Ómicron, indica la OMS.
If we end vaccine inequity, we can help end the #COVID19 pandemic together. If we allow inequity to continue, we allow the pandemic to continue. #VaccinEquity pic.twitter.com/SJiF7m10Ke
— Tedros Adhanom Ghebreyesus (@DrTedros) December 15, 2021