«La Niña» tiende a causar mayor daño agrícola y sequías en Estados Unidos en comparación con «El Niño» y las condiciones neutrales, según un estudio publicado en 1999.
Por Seth Borenstein
Estados Unidos, 14 octubre (AP).- Por segundo año consecutivo, el mundo se enfila hacia un nuevo evento climático de «La Niña», lo cual tendería a secar algunas partes del ya reseco oeste de Estados Unidos y daría impulso a una temporada de huracanes de por sí agitada en el Atlántico.
Apenas cinco meses después del fin de «La Niña» que inició en septiembre de 2020, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) anunció que ya está en marcha un nuevo enfriamiento de las aguas del Pacífico.
El enfriamiento natural de algunas partes de ese océano que se registra en «La Niña» contrasta con el patrón más cálido de «El Niño» y desencadena cambios en el clima mundial durante meses, e incluso años. Pero los cambios varían según el lugar, y no existen las certezas, sólo las tendencias.
«La Niña» tiende a causar mayor daño agrícola y sequías en Estados Unidos en comparación con «El Niño» y las condiciones neutrales, según un estudio publicado en 1999. El informe reveló que, por lo general, «La Niña» causa daños que oscilan entre dos mil 200 y seis mil 500 millones de dólares en la agricultura del país.
¿QUÉ TAN FUERTE SERÁ Y CUÁNTO DURARÁ?
Existe un 57 por ciento de posibilidad de que este sea un evento moderado de «La Niña» y apenas un 15 por ciento de que sea fuerte, declaró Mike Halpert, subdirector del Centro de Predicción Climática de la NOAA. Señaló que es improbable que sea tan fuerte como el del año pasado debido a que el segundo año de eventos consecutivos de «La Niña» por lo general no es tan intenso como el primero.
Se prevé que «La Niña» de este año se prolongue hasta la primavera, indicó Halpert.
¿ESTO QUÉ SIGNIFICA PARA EL OESTE DE ESTADOS UNIDOS?
Para toda la tercera parte del territorio estadounidense ubicada en el sur, en particular la región del suroeste, por lo general «La Niña» significa un clima más árido y caliente. El oeste ha estado experimentando una sequía durante más de dos décadas, la cual ha empeorado en el último par de años.
Para el noroeste — Washington, Oregon y quizá partes de Idaho y Montana — «La Niña» significa buenas posibilidades de lluvia y alivio de la sequía, comentó Halpert.
“Es bueno para ellos, pero probablemente no tanto para la parte centro y sur de California”, comentó Halpert.
El valle de Ohio y las llanuras del norte podrían tener un clima más húmedo y frío. Los inviernos de «La Niña» también tienden a llevar tormentas de nieve más al norte durante el invierno, mientras que lugares como la región central del Atlántico no suelen tener tormentas de nieve de gran magnitud.
¿QUÉ PASARÁ CON LA TEMPORADA DE HURACANES DEL ATLÁNTICO?
Durante «La Niña» del año pasado, el Atlántico impuso un récord con 30 tormentas con nombre. Este año, sin «La Niña», la temporada ha seguido más activa de lo normal, con 20 tormentas con nombre y sólo un nombre sin utilizar en la lista primaria de tormentas: Wanda.
Las últimas dos semanas han estado tranquilas, pero “anticipo que se reanude la actividad”, dijo Halpert. “El hecho de que en este momento haya tranquilidad no significa que no veremos más tormentas hacia finales de octubre e incluso en noviembre”.
«La Niña» tiende a aumentar la actividad en la temporada del Atlántico porque uno de los principales ingredientes en la formación de las tormentas son los vientos que se ubican cerca de la parte superior de ellas. «El Niño» desencadena más vientos cruzados que decapitan a las tormentas, mientras que con «La Niña» esos vientos cruzados son menores, lo que permite el desarrollo y crecimiento de los meteoros.
¿QUÉ PASARÁ CON EL RESTO DEL MUNDO?
Buena parte del sureste asiático y el norte de Australia tienen más precipitaciones con «La Niña», lo que ya es evidente en Indonesia, declaró Halpert. La región central de África y el sureste de China tienden a tener un clima más seco.
En cambio, se anticipa un clima más frío para el oeste de Canadá, el sur de Alaska, Japón, la península de Corea, el oeste de África y el sureste de Brasil.