México cuenta con el 3 por ciento de reservas de litio a nivel mundial, pese a ello el proceso para comenzar con los proyectos de explotación, producción y comercialización no será una cuestión inmediata, sino que será de un proceso que —en el mejor de los casos— permitirá al Estado mexicano arrancar en el mediano plazo la producción de baterías de litio y así incentivar la cadena de valor para vehículos eléctricos, celulares, laptops y equipos médicos.
Ciudad de México, 8 de octubre (SinEmbargo).– Los proyectos de explotación, producción y comercialización del litio en México no se realizarán de la noche a la mañana, al igual que ha ocurrido en el caso del crudo, ya que requerirán de una mayor inversión que en otros países, por lo que a la administración de Andrés Manuel López Obrador no le dará tiempo de extraerlo, salvo para procesos primarios de tipo experimental, aunque en el mejor de los casos el Estado mexicano podría arrancar la producción de baterías en un mediano plazo, plantearon analistas y actores involucrados en esta industria.
Conocido como el “oro blanco” por ser el mineral del futuro, el litio es una de las piezas clave dentro de la iniciativa de Reforma Eléctrica enviada por el Presidente López Obrador a la Cámara de Diputados y que en esencia plantea que el Estado será el único actor autorizado para extraer este mineral del subsuelo del país.
La Red Mexicana de Afectadxs por la Minería (REMA) advierte que la falta de tecnología y lo ocurrido en países como Bolivia, líder en reservas que no ha concretado su industrialización, muestran que el proceso será lento. Miguel Mijangos Leal, miembro de esta Red, no cree que este Gobierno federal alcance siquiera a explotar litio a menos que se abra a alianzas público-privadas.
El Presidente aseguró este miércoles que independientemente de que el Congreso apruebe la reforma, la Secretaría de Economía negará cualquier solicitud de concesión de capital extranjero para su explotación. “Ya di la instrucción de que no se autorice ninguna compra de concesiones. Y nos vamos a tribunales. Tenemos que defender nuestros recursos naturales. Decía el General [Lázaro] Cárdenas, y creo que eso lo leyó de los magonistas: ‘quien entrega los recursos naturales de México a los extranjeros es traidor a la Patria’”, afirmó en conferencia de prensa.
A nivel mundial, México cuenta con el 3 por ciento de reservas probables de este mineral en arcilla en comparación con los salares de Bolivia, Chile y Argentina que concentran el 68 por ciento de las reservas globales, seguidos por China con el 17 por ciento y Australia con el 7 por ciento, documenta Carlos Lavore en el libro Entre la extinción y el rescate (Debate, 2021).
“La explotación del litio que se encuentra en México no es sencilla, es uno de los procesos más complejos porque está en roca (arcilla). Requerirá mucha más inversión a diferencia del que se encuentra a pie de tierra como en el Triángulo del Litio (Argentina, Bolivia y Chile)”, afirmó en ese sentido Mark Sánchez, presidente de Camexli, en entrevista con SinEmbargo.
El propio Sánchez comentó que la Secretaría de Economía —antes de la propuesta legislativa— preveía que antes de finalizar el año se pusiera la primera piedra de una empresa para la producción de baterías.
“Pero los proyectos de explotación, producción y comercialización del litio no pueden realizarse de la noche a la mañana. Se tiene que buscar cuál será la mina con la mayor facilidad para su explotación y de ahí empezar a trabajar. En tres años aproximadamente ya estarían comercializando y, en esos momentos, ya se podría fabricar las baterías de litio”, aseguró.
Hace unos días, agregó, estuvieron en territorio mexicano directivos de Catl, la empresa china líder en producción de baterías de litio. “Estaban de visita para buscar en qué estado del norte del país instalar su planta. Les surten a Tesla, BMW y a Audi [para autos eléctricos]”, comentó.
EL CASO BOLIVIANO
El Gobierno de Bolivia de Evo Morales (2006-2019) tenía el plan de explotar el litio, industrializarlo para producir baterías y así exportarlo con valor agregado a través de la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos en asociación público-privada con Alemania y China. Pero llegó el Golpe de Estado en noviembre del 2019 y la derecha —en su corto mandato— intentó privatizarlo hasta que el Gobierno de Luis Arce Catacora (2020-actual) retomó el proceso.
«Bolivia —que asesoró al Gobierno mexicano en el tema— tiene nacionalizado el litio desde Evo Morales y hasta la fecha no han logrado consolidar ni siquiera un proceso de explotación [en el Salar de Uyuni] que haga valer esa supuesta supremacía por tener uno de los sitios con mayor reserva disponible», dijo. «Por lo menos a esta Administración mexicana no le dará tiempo ni de sacar litio, salvo para procesos primarios más de tipo experimental. A menos que pacte con la industria privada y le venda la tecnología. En Bolivia eso no sucedió, pero igual acá sí, aunque lo dudo mucho», comentó Mijangos.
Por lo tanto, expresó el integrante de la Red Mexicana de Afectadxs por la Minería, es muy difícil que en sólo tres años se pase de la exploración al desarrollo y la explotación en un sector sin experiencia ni tecnología. «El desarrollo minero en el país está en manos de privados a diferencia de lo que pasa en Pemex en donde hay capacidad instalada para operar», comparó.
La directora de Engenera e investigadora en extractivismo, Beatriz Olivera, coincidió en que cerrar las puertas al «saqueo» de las mineras privadas implicará un reto para el Estado mexicano en materia legal y de infraestructura al requerir minería a cielo abierto porque la mayoría del mineral está en arcilla, no en salares.
«Habrá que cambiar las regulaciones actuales, en particular la Ley Minera. Esta Ley, que rige la extracción del litio, es un instrumento que otorga muchos privilegios a las empresas privadas; fue pensada para favorecerlas. En primera se tiene que quitar de ella al litio y repensarse bajo un enfoque que considere a los derechos humanos y de los pueblos indígenas. O hacer una iniciativa en particular para la regulación del litio como la Ley que tiene Petróleos Mexicanos (Pemex)», aseguró.
Por las experiencias de proyectos de Pemex, no prevé que la nacionalización del litio derive en un mayor desarrollo regional e incluso está el riesgo de contaminar a los poblados, pero habrá mayor flujo a las finanzas públicas y con ello se engrosará el presupuesto federal. Se estima, reporta la Camexli, que el valor comercial del «oro blanco» seguirá creciendo por lo que en 2027 la tonelada del litio estará en 16 mil dólares, el doble que en 2020 cuando el precio cayó por la pandemia.
«Se vale planear en la infraestructura necesaria para la cadena de valor a mediano plazo, pero —para hablar de transición energética— tiene que ir acompañado de políticas públicas en favor de una mayor penetración de energías renovables, lo que no ha sucedido», dijo Olivera.
De hecho, el otro punto de la iniciativa de Reforma Eléctrica plantea «desmantelar» a la industria de energía renovable al priorizar a la CFE que tradicionalmente ha generado electricidad con vías fósiles, asegura un comunicado en conjunto de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE) y la de Energía Solar (Asolmex).
CONTRA LA ESPECULACIÓN
El jueves 30 de septiembre, el Presidente López Obrador se reunió para tratar el tema con el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández; con la Secretaria de Economía, Tatiana Clouthier Carrillo; con el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Causabón y con el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz. Desde abril había comentado que pediría asesoría al Gobierno de Bolivia, líder mundial en reservas de litio que lo nacionalizó en el marco del Golpe de Estado de Evo Morales.
«La CFE —dice la iniciativa— será responsable de la ejecución de la transición energética en materia de electricidad. Por su importancia para la transición energética, no se otorgarán concesiones sobre el litio y demás minerales estratégicos necesarios. A las concesiones mineras ya otorgadas por el Estado mexicano y en las que a la fecha existen antecedentes de exploración de litio debidamente avalados por la Secretaría de Economía, no les será aplicada la restricción referida».
El 11 de noviembre del 2020 el Senador de Morena y presidente de la Comisión de Hacienda, Alejandro Armenta Mier, presentó una propuesta para integrar al artículo 27 constitucional este mineral estratégico, la cual fue respaldada por 60 senadores. Para nacionalizar el litio, sugirió crear el instituto público Litiomex para que el Estado tenga la rectoría y evitar el despojo a comunidades rurales e indígenas y la contaminación generada por la extracción.
Vía telefónica, Armenta dijo a SinEmbargo que la iniciativa de Reforma Eléctrica del Presidente López Obrador «recoge este sentimiento» de soberanía y transición energética. Pero, aseguró, tras ocho reuniones con las dependencias federales se decidió que sea la Secretaría de Energía y de Economía las que impulsen las áreas de desarrollo industrial del litio en vez de un organismo nuevo, para lo que no descartó alianzas público-privadas.
«Sin duda el país va hacia la ruta de producción de insumos para la industria eólica, aeroespacial, farmacéutica, de televisores y computadoras y sector agropecuario. De eso se trata, que no solamente China concentre el 80 por ciento de los derivados del litio, sino que sea nuestro país el que pueda desarrollar la industria», afirmó el Senador.
Para frenar la especulación con las concesiones entorno a este mineral, López Obrador aseguró que las ocho concesiones otorgadas para la posible explotación de litio sólo quedarán vigentes si las empresas acreditan ante la CFE y la Secretaría de Energía que han iniciado el proceso de exploración y, sobre todo, que tienen la capacidad para invertir y explotar el mineral.
En entrevista para el programa «Los Periodistas» en SinEmbargo Al Aire, la Secretaria de Energía, Rocío Nahle García, dijo que son «un Gobierno serio y, si se dio esa concesión y hay inversión, se la vamos a respetar siempre y cuando esté avanzando, porque sino va a servir como especulación».
De los 36 proyectos de litio de diez compañías de capital extranjero en territorio nacional, sólo los de tres empresas están en exploración: Organimax, One World Lithium y Bacanora Lithium, reveló a inicios de año un informe de las organizaciones GeoComunes, MiningWatch Canadá y la Red Mexicana de Afectadxs por la Minería (REMA). El resto está sin actividad especulando y un proyecto, el de la canadiense ZEOX, abandonado.
Sin embargo, los proyectos activos canadienses de One World Lithium, una empresa junior, y de Organimax, han sido identificados con prácticas de especulación y bajo capital de inversión o incluso pérdidas operativas por el documento reverido «El litio, la nueva disputa comercial» (enero, 2021).
«Esta reforma va a frenar estas especulaciones de estas mineras canadienses que sólo atraen inversiones y especulan sin todavía tener la seguridad que ellos explotarán las minas de litio en México», comentó el presidente de Camexli, Mark Sánchez.
NO ES UN SECTOR FÁCIL: BACANORA
Hasta la fecha, expuso el Presidente Andrés Manuel López Obrador, solamente uno de los ocho concesionarios reúne la característica de iniciar la explotación/desarrollo de litio. Aunque el resto de los concesionarios aún tiene la oportunidad de acreditar su capacidad de producción para conservar la concesión.
Se trata del consorcio británico-chino Bacanora/Ganfeng Lithium, que está en proceso de iniciar la etapa de explotación en el proyecto Sonora Lithium al límite con Chihuahua, de acuerdo con el Secretario de Gobernación y los datos de la Subdirección de Minería.
Mining Technology estimó en 2019 que el depósito tiene reservas de 243 millones 800 toneladas de litio, por lo que se coloca en el top a nivel mundial. Este año, la china Ganfeng —la mayor productora de litio en el mundo— adquirió la totalidad del capital social de la compañía británica Bacanora Lithium.
Por el momento Bacanora Minerals rechazó opinar sobre la idea de nacionalizar al petróleo del futuro. Pero en una charla previa, en marzo pasado, el vocero dijo a SinEmbargo que confiaban en la certeza jurídica a su inversión porque beneficiará al país en su desarrollo y liderazgo de un sector importante.
Antes de la venta de sus acciones a la líder china, documentó que la empresa contaba con 40 empleados y había invertido 40 millones de dólares en estudios de viabilidad y proyectos piloto. Bacanora pretendía invertir con sus socios 800 millones de dólares en los próximos tres años [2021-2023] y hasta dos mil millones de dólares en los próximos diez [2031].
«No es un sector fácil. Es un proceso industrial sumamente costoso. Incluso el proyecto más grande en América Latina, que está en Chile, está perdiendo dinero», dimensionó.
Sobre ello, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) criticó que «monopolizar en el Estado mexicano la explotación del litio reduce las posibilidades de desarrollo tecnológico al cerrar la puerta a la iniciativa privada y la innovación tecnológica».