En el negocio del reciclaje, de 2015 a agosto de 2021 México exportó más basura plástica (2 millones de toneladas) de la que importó (617 mil t) por un valor de mil 200 millones de dólares, pero la tendencia marca que ya estamos recibiendo más de lo que enviamos, como han documentado organizaciones. ¿Qué hacen las autoridades con estos residuos?
Ciudad de México, 6 de marzo (SinEmbargo).– Estados Unidos, principalmente California, exportó a México más de 84 mil toneladas de basura plástica durante 2021, convirtiendo al país en su principal basurero en América Latina, de acuerdo con la Oficina de Censo.
Sin embargo, México manda más residuos plásticos de los que recibe. Hasta agosto del año pasado trasladó más de 150 mil toneladas a 70 países: Estados Unidos (55 por ciento), China, Hong Kong y, en menor volumen, a Centroamérica, han documentado organizaciones civiles con datos oficiales. Pero la tendencia está cambiando.
«Estados Unidos está agarrando a la región como parte de su vertedero, pero a las autoridades ambientales no les interesa la regulación de los residuos plásticos al grado de que ni siquiera sabemos qué está entrando al país y adónde va. ¿A cielo abierto, a incineración, a un sitio de disposición final adecuado? No sabemos, no hay un control», dijo José Manuel Arias, investigador de la asociación ecológica Santo Tomás, con sede en Tabasco.
Junto con Fronteras Comunes (CDMX) y Academia Mexicana de Derecho Ambiental (Morelos) llevan más de medio año indagando sobre el negocio del reciclaje de mil 200 millones de dólares (2015-2021) y la aplicación de la Enmienda de Plásticos del Convenio de Basilea, un acuerdo internacional firmado por México que entró en vigor en enero de 2021 para regular los movimientos transfronterizos de estos desechos y que cada nación se responsabilice de los suyos.
Sus resultados hasta ahora arrojan que no se ha cumplido con el acuerdo; la tendencia es que aunque en volumen se exporta más, actualmente se está recibiendo más basura plástica de la que se envía y, con base en la Ley de Economía Circular en espera de ser aprobada por los diputados, a la larga se recurriría a la incineración, grave para la salud humana, compartió Arias.
De 2015 a agosto de 2021, México se ha deshecho de 2 millones 187 mil 494 toneladas de basura plástica, particularmente mandada hacia Estados Unidos (1 millón 213 mil 504 toneladas), China (427 mil 267 t) y Hong Kong (235 mil 814 t). En menor medida, hacia Guatemala, Corea del Sur, Honduras, Alemania, Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Filipinas, Francia, Indonesia, Italia, Israel, Japón, Puerto Rico, Suiza, Vietnam, entre otros, documentaron las organizaciones con cifras arancelarias marítimas y terrestres de la Secretaría de Economía.
«El 55 por ciento de la basura que ha salido de México en los últimos siete años se ha ido a Estados Unidos, mientras que el 94 por ciento de la que llega viene de ellos. ¿Recibimos la basura de Estados Unidos y luego se la volvemos a enviar?», cuestionó Arias. Los investigadores tienen la hipótesis de que sólo funcionamos como un país que recibe residuos para enviarlos a otros lados, pero aún siguen indagando.
La otra gran interrogante es por qué han disminuido las exportaciones plásticas mexicanas. En 2015 se enviaron 450 mil toneladas, en 2020 se redujeron a 216 mil 772 toneladas y hasta agosto de 2021 iban 150 mil 444 toneladas exportadas, una tercera parte respecto a hace siete años.
«Otros países sí están cumpliendo el Convenio de Basilea o están poniendo más restricciones a la basura externa», explicó Arias.
SinEmbargo informó previamente que la Administración de Joe Biden, que ha cabildeado sobre energías limpias y pesca ilegal, aumentó sus envíos de basura plástica a territorio nacional porque China cerró las puertas a este tipo de importaciones desde hace cuatro años y también por los cuellos de botella en los puertos hacia Asia generados por la pospandemia, el principal vertedero norteamericano.
La directora de The Last Beach Cleanup (La última playa limpiada), Jan Dell, dijo que la basura plástica estadounidense se traslada a México principalmente en camiones y llega en su mayoría de California (40 millones de kg) y Texas (40 millones de kg), por lo que advirtió que la contaminación atmosférica sufrida en China por la quema irregular de residuos plásticos podría ahora registrarse en territorio nacional.
«México no tiene la infraestructura suficiente. Sólo se recicla entre el 10 y el 14 por ciento de todo lo que generamos, y a eso le agregamos lo que importamos», expuso Arias. «Los deshechos no son tratados con importancia de salud ni ambiental, sino económica».
LA BASURA DE 50 PAÍSES
Con la Enmienda de Plásticos del Convenio de Basilea, de la que EU no es parte, se esperaba que el tráfico de residuos disminuyera, pero al no aplicarla, las importaciones se han incrementado.
Aunque este acuerdo permite a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) solicitar a los países que demuestren que sus envíos no incluyen residuos peligrosos, «hasta el día de hoy no ha hecho ninguna solicitud de este tipo», afirmó José Manuel Arias, de la asociación ecológica Santo Tomás.
Sumado a la falta de aplicación de la Enmienda de Plásticos del Convenio de Basilea, la incineración de basura fue aprobada en noviembre por el Senado mediante la de Ley General de Economía Circular, en la cual la industria plástica cabildeó, según denunció Greenpeace México. Aún no la ha votado la Cámara de Diputados, por lo que no ha entrado en vigor.
«El espíritu de esta Ley es que sigamos generando residuos plásticos y luego vamos a quemarlos», planteó el investigador Arias. «Simularon aplicar la responsabilidad extendida, pero –por la presencia de cabilderos– omitieron que es responsabilidad del productor, no del consumidor. Los legisladores no quisieron molestar a los empresarios y los recolectores de los municipios o los recicladores informales son los que se exponen a los contaminantes de los plásticos, hasta ahora catalogado como residuo sólido, no peligroso como en Canadá».
De 2015 a agosto de 2021, México recibió 617 mil 248 toneladas de basura plástica de 50 países, en su mayoría de Estados Unidos con el 94 por ciento (580 mil toneladas) y, con mucho menor porcentaje, de Italia (5 mil 470 t), Alemania (5 mil 089 t) y Holanda (5 mil 039 t). También llegaron de Guatemala, Belice, Corea del Sur, Japón, Taiwán, España, Brasil, Australia, Bélgica, Chile, Honduras, Puerto Rico, Vietnam, Cuba, Jamaica, Panamá, Tailandia, entre otros.
«Sería grave que México ahora ocupe el papel que China se negó a continuar. En el 2015 se registraron 58 mil toneladas de basura plástica importada, lo que se ha ido incrementando de forma paulatina hasta llegar a 78 mil toneladas en 2019 –antes de la pandemia– y a 130 mil toneladas en agosto de 2021», documentó Arias. «Si ya no podemos sacar tanto y estamos recibiendo más, no será nada bueno».
El principal problema de que la Enmienda de Plásticos del Convenio de Basilea haya sido ignorado, dijo, es que se desconoce el tipo y destino de la basura. «No sabemos exactamente qué está entrando, adónde va es un dato incierto, tal vez a tiraderos y a la incineración, evidentemente, con la generación de dioxinas y furanos».
Estos compuestos químicos contaminantes, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS), son potencialmente cancerígenos.
En días recientes se han registrado diversos incendios en rellenos sanitarios que afectan la calidad del aire de la zona. Hace una semana hubo un incendio en el vertedero de la Paz, Baja California, que causó contingencia ambiental y otro en el relleno de Hermosillo, Sonora, ambos estados fronterizos. También se reportaron antes incendios en un vertedero en Nanacamilpa, Tlaxcala, otro en Ciudad Juárez, Chihuahua, así como uno más en el relleno de Coxcatlán, Puebla.