La integración comercial y la recuperación de Estados Unidos han fortalecido rubros como la maquila, la inversión extranjera directa (IED) y las remesas.
Ciudad de México, 30 jun (EFE).- La economía mexicana cumple un año anclada al nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pero con efectos aún inciertos por la pandemia, los derechos laborales y la política energética.
Cuando el T-MEC reemplazó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el 1 de julio de 2020, el Presidente Andrés Manuel López Obrador presumió de una «nueva era» que reactivaría la economía de México tras la crisis de la COVID-19.
«Consideramos que es muy importante lo del tratado, que es muy oportuno, además en estos tiempos, que va a ayudar mucho a la economía de los tres países, que va a ayudar mucho a los pueblos de las tres naciones», consideró entonces.
Pero, durante los primeros seis meses del T-MEC el comercio entre Norteamérica decreció 4 por ciento, expuso a EFE Héctor Magaña, coordinador de Análisis e Investigación del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey.
Consulta la Declaración Conjunta del Consejo Laboral del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá. #TMEC ??????https://t.co/1swjrUabyt
— Economía México (@SE_mx) June 30, 2021
«Ha sido de claroscuros. En un principio, se tenía la expectativa de que fuera un proyecto que detonara el crecimiento de los tres países involucrados. Sin embargo, su firma se dio prácticamente a inicios de la pandemia en 2020 y las expectativas fueron disminuyendo», apuntó.
DEPENDENCIA Y EMPUJE
Tras una contracción histórica del 8.2 por ciento del PIB en 2020, el Gobierno mexicano ha afianzado su pronóstico de repunte de 6.5 por ciento para este año al T-MEC, al reconocer que casi tres cuartas partes de la economía dependen del comercio internacional.
“Inevitablemente, somos un país cuya ventaja comparativa son las manufacturas y, en ese sentido, la recuperación y reactivación económica en Estados Unidos nos ha ido jalando», comentó en entrevista Sofía Ramírez, directora general de la asociación «México, ¿Cómo Vamos?».
La economista percibió que, por la integración comercial y la recuperación de Estados Unidos, se han fortalecido rubros como la maquila, la inversión extranjera directa (IED) y las remesas, que en 2020 alcanzaron un récord de más de 40.600 millones de dólares.
También citó que la Secretaría de Economía reportó un récord de 11 mil 864 millones de dólares de IED en el primer trimestre del año, de los que más de 47 por ciento provinieron de Estados Unidos y Canadá, con un aumento anual de 18 por ciento de esta región.
Pero, Ramírez advirtió de una caída de 39 por ciento en la inversión de la región del T-MEC en 2020, documentada en el reporte de la UNCTAD (la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo).
“Las cosas están funcionando como estaban funcionando, para bien y para mal. Y esas cosas eran una muy fuerte dependencia con Estados Unidos, y el T-MEC lo único que hace es consolidarla», argumentó.
PERMANECE LA INCERTIDUMBRE
El profesor Héctor Magaña enunció como principales sectores beneficiados a la industria automotriz y la manufactura de cómputo, textil y química. Asimismo, resaltó que México se ha consolidado como el primer socio comercial de Estados Unidos en lo que va de 2021.
✅ Participamos junto con la @SE_mx en el primer Consejo Laboral del #TMEC, en el cual atendimos las dudas de organizaciones de trabajadores y de empleadores, así como de la sociedad civil y público interesado en torno a los compromisos labores de los tres países.
?♀️??????? pic.twitter.com/36LIe3P9M3
— STPS México (@STPS_mx) June 30, 2021
Aun así, matizó que los efectos más tangibles del T-MEC tardarán hasta 2022, en particular porque inversionistas aún analizan la evolución de la política energética de López Obrador para fortalecer a las empresas del Estado, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) Y Petróleos Mexicanos (Pemex).
«Las inversiones derivadas del T-MEC no se han producido en su totalidad y se está a la espera de cómo concluyan diversos asuntos en la economía de nuestro país, para ver si estas inversiones pueden florecer», indicó.
FRICCIÓN POLÍTICA
El T-MEC también refleja desacuerdos políticos de México con Estados Unidos, en particular en energía y medioambiente, mencionó Mariana Aparicio, coordinadora del Observatorio de la Relación Binacional México-EU de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Creo que esos dos temas han sido muy claros y van a ser tal vez una fricción política entre ambos presidentes (López Obrador y Joe Biden) en el marco del T-MEC. Y lo laboral va a ser otro gran tema”, opinó.
Bajo el T-MEC ya se han registrado dos quejas laborales de Estados Unidos a México por la violación de derechos sindicales y negociación colectiva, una en la planta de autopartes Tridonex en la fronteriza Matamoros y otra en la fábrica de General Motos en Guanajuato.
El acuerdo se firmó cuando Donald Trump era Presidente de Estados Unidos, pero los temas de interés se mantienen vigentes con Biden, dijo Aparicio.
«Hay un cambio en la forma, pero los temas se mantienen y sigue siendo una relación tan compleja», manifestó.