A partir del miércoles, la Casa Blanca requerirá que todos sus empleados vuelvan a portar mascarillas en interiores.
Por Alexandra Jaffe
Washington, Estados Unidos, 27 de julio (AP).— Y así, sin más, las mascarillas estaban de regreso en la Casa Blanca.
Después de insistir durante días en que la gente vacunada estaba a salvo del coronavirus, la Casa Blanca cambió rápidamente de curso el martes luego de que las autoridades federales modificaron sus directrices para recomendar el uso de mascarillas para aquellos que estén vacunados pero vivan en zonas donde el nivel de transmisión del COVID-19 fuera significativo o alto. Eso incluye a Washington D.C., donde datos actualizados de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) encontraron el martes que las tasas de transmisión eran notables.
A partir del miércoles, la Casa Blanca requerirá que todos sus empleados vuelvan a portar mascarillas en interiores. Los reporteros que cubran la fuente deberán seguir esas medidas y usar cubrebocas en interiores, aunque tanto el personal como los periodistas que seguían en la residencia presidencial el martes por la tarde ya las estaban portando.
Un asesor de la Vicepresidenta Kamala Harris entregó mascarillas a los reporteros que cubrieron los eventos del día, pidiéndoles que se las pusieran antes de ingresar a una reunión con líderes de pueblos indígenas sobre derechos de los votantes.
Y el Presidente Joe Biden insinuó que podría haber más cambios en el futuro cercano, luego de que ha aumentado la presencia de la variante delta, que es sumamente contagiosa y la cual ha impulsado las tasas de infección en todo el país. Después de que el Departamento de Asuntos de Veteranos anunció el lunes que la vacunación contra el COVID-19 sería obligatoria para sus trabajadores de salud, Biden señaló que estaba “considerando” que la vacuna contra el virus fuera obligatoria para los trabajadores federales.
Biden también hizo a un lado las inquietudes de que las nuevas directrices de uso de mascarillas de los CDC podrían crear confusión entre los estadounidenses, y afirmó que aquellos que siguen sin vacunarse son los que están “sembrando una enorme confusión”.
“Mientras más aprendemos sobre este virus y la variante delta, más tenemos que preocuparnos y ocuparnos. Sólo hay algo que sabemos con certeza: si esas otras 100 millones de personas se vacunaran, estaríamos en un mundo muy diferente”, comentó Biden a los reporteros luego de hablar con empleados de la comunidad de inteligencia en la Oficina del Director de Inteligencia Nacional.