Además de la obesidad, la diabetes y enfermedades cardíacas, el azúcar añadido aumenta el riesgo de padecer enfermedades hepáticas como hígado graso.
Los Ángeles, 23 de junio (LaOpinion).- El consumo de azúcar añadido puede afectar la salud de tu hígado, ya que aumenta la producción de grasa en él y con ello, la posibilidad de una enfermedad hepática: la enfermedad del hígado graso no alcohólico.
Un estudio publicado en el Journal of Hepatology encontró que la ingesta diaria de bebidas endulzadas con fructosa libre y sacarosa, provoca dos veces más grasa en el hígado en comparación con los no consumidores.
La sacarosa es azúcar de mesa compuesta 50 por ciento de glucosa y 50 por ciento de fructosa.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad Médica de Graz, Austria en colaboración con la Universidad y el Hospital Universitario de Zúrich, Suiza.
¿Qué es el Jarabe de maíz de alta fructosa?
Este se obtiene mediante el procesamiento enzimático de jarabes de glucosa para convertir parte de este azúcar en fructosa, lo que causa que aumente su sabor dulce. Toda esta fructosa se va hacia el hígado, provocando el "higado graso".— Bebidas azucaradas (@aguayo5674) June 12, 2021
Las bebidas azucaradas son la mayor fuente de calorías y de azúcares consumidos por los estadounidenses en su dieta diaria de acuerdo con la Fuente de Nutrición de Harvard.
AZÚCAR E HÍGADO GRASO
El hígado es uno de los lugares de nuestro cuerpo que almacena regularmente este exceso de grasa y con el tiempo, las células del hígado son reemplazadas gradualmente por células grasas que pueden llevar a padecer hígado graso sin tener relación con el alcohol.
La WebMD señaló que algunos estudios muestran que el azúcar puede ser tan dañino para el hígado como el alcohol, incluso si no se tiene sobrepeso.
#Sabíasque la arúgula es una hortaliza de hoja verde de sabor suave que aporta grandes beneficios a la salud, como proteger de la mucosa gástrica y el hígado, combatir infecciones, estimular las defensas, bajar el colesterol malo de la sangre y regular el azúcar. pic.twitter.com/l7Ey4H0Y35
— LaCampiña (@lacampinaweb) June 17, 2021
El alto consumo de azúcar favorece la obesidad y aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, ambas condiciones de salud contribuyen a la enfermedad hepática.
El hígado graso no alcohólico es una de las enfermedades hepáticas más comunes en Estados Unidos y afecta a personas de cualquier edad, incluidos los niños, según explican los institutos nacionales de salud.
British Liver Trust explicó que cuando el hígado está dañado, graso o inflamado, no puede procesar ni eliminar toxinas de nuestro cuerpo, pero sí se pueden revertir los daños con un cambio en el estilo de vida que incluya una alimentación saludable.
La Asociación Estadounidense del Corazón sugirió como límite de azúcar agregado «no más de 100 calorías por día» (seis cucharaditas o 24 gramos) para las mujeres y «no más de 150 calorías por día» (nueve cucharaditas o 36 gramos) para los hombres.