La joven llegó a Estados Unidos con su bebé en brazos, había nacido en México 17 días antes, pero cuando era procesada por la Patrulla Fronteriza notó que su hijo no respondía; el menor había tenido tos y no había comido.
Los Ángeles, 24 de noviembre (LaOpinión).- Una hondureña menor de edad se entregó el 20 de noviembre a la Patrulla Fronteriza y a los pocos minutos desenvolvió a su bebé que llevaba en brazos y notó que no respiraba. Intentó hacerlo reaccionar, pero fue demasiado tarde.
El bebé recién nacido fue declarado muerto poco después de que ingresara a Estados Unidos en brazos de su madre, quien es menor de edad, informó este martes la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Los hechos ocurrieron el 20 de noviembre cerca del río Grande, cuando un grupo de cinco migrantes, entre los que estaba la madre del pequeño, se entregó a agentes de la Patrulla Fronteriza cerca al puerto de entrada de McAllen-Hidalgo.
Un agente fronterizo comenzó a procesar al grupo cerca de las 19:15 horas (hora local). “Ninguno de los migrantes solicitó atención médica en el momento en que se acercaron”, indicó CBP.
Al completar el proceso administrativos, un segundo grupo de al menos 10 extranjeros se entregó, por lo que el agente comenzó a procesarlos, mientras los primeros cinco esperaban su traslado a las instalaciones de CBP.
Unos 20 minutos después, el agente observó a la menor hondureña desenvolviendo a su bebé de una manta e intentando despertarlo, por lo que el oficial le preguntó si algo andaba mal. Ella contestó que su bebé tenía tos.
El agente continuó procesando al segundo grupo cuando observó que la madre hondureña todavía estaba revisando al bebé y estaba hablando con otra mujer de su grupo que también quiso revisar al recién nacido, por lo que el oficial volvió a cuestionar a la inmigrante sobre la salud del bebé y ella respondió que estaba comprobando si el recién nacido estaba respirando.
El niño, que había nacido en México hacía 17 días, tenía una temperatura normal, pero no respondía cuando lo tocaban. “Los puños del bebé estaban apretados y sus uñas se decoloraban”, detalló la CBP.
La madre, de 15 años, informó que el bebé había estaba tosiendo y no había comido en todo el día.
Al percatarse de la emergencia el agente solicitó ayuda médica pero no había servicios cercanos por tratarse de una zona despoblada y de difícil acceso, por lo que se decidió trasladar a la madre y al bebé a una tienda sobre la carretera donde se encontraron con los bomberos de la cuidad de McAllen y los servicios de emergencia, que intentaron reanimar al infante.
El pequeño fue trasladado al Hospital Regional Río Grande en McAllen, Texas, donde fue declarado muerto cerca de las 8:21 de la noche (hora local).
El Juez de Paz del Condado de Hidalgo y la Oficina de Responsabilidad Profesional de CBP están revisando el incidente. La Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional también fue notificada.