Informes de la Policía Federal revelan que se triplicaron los fraudes a través de celulares y computadoras en la última década. Las aplicaciones de taxis y comida a domicilio están entre los blancos favoritos de los hackers.
Es normal el incremento (de fraudes electrónicos), ya que cada vez es mayor el uso de páginas o de aplicaciones, estamos hablando de una generación nueva, tienden a comprar en línea, entonces hay hackeo, el robo de identidad, el robo de información. Hoy la delincuencia se ha dado cuenta del flujo de información y ha ido para allá”, indicó a Vice el coordinador académico de la licenciatura de finanzas en la Universidad Iberoamericana.
Por Enrique Alvarado
Ciudad de México, 28 de marzo (Vice/SinEmbargo).– A Lucía todavía no le queda claro cómo fue que los piratas de internet obtuvieron sus datos bancarios, incluido el código de seguridad de la tarjeta (CVV2). Lo que sí recuerda con certeza la oficinista de 35 años fue que, a finales de noviembre del 2016, detectó una decena de viajes facturados por Uber en su estado de cuenta.
Los cargos fueron desconocidos en el banco español y denunció el delito por correo electrónico con la Policía Federal –corporación policiaca que desaparecerá para integrarse a la Guardia Nacional– donde le respondieron que posiblemente habían hackeado los dispositivos donde compraba por internet.
Cuando marcó a la compañía de transporte privado para reclamar, dijeron que los cargos ya habían sido aprobados y no podían facilitar datos privados del usuario. Lo único que pudo averiguar fue que su defraudador se la pasó viajando entre semana de la Alcaldía Magdalena Contreras a Santa Fe e Interlomas.
Su caso fue uno de los 21 mil 900 fraudes al comercio electrónico denunciados ante la Policía Federal entre 2010 y 2018, periodo en el que las denuncias por estos delitos aumentaron en más del 300 por ciento, de acuerdo con los datos oficiales analizados por Vice. En ocho años este tipo de fraudes aumentaron de 960 en 2010 hasta las 3 mil 450 denuncias entre enero y septiembre del año pasado.
Fraudes como estos son los que acaparan las denuncias por delitos electrónicos registradas por la otrora corporación policiaca, pero en la lista también aparecen fraudes a usuarios de la banca electrónica que fueron denunciados: 324 delitos durante ocho años. Además de 5 mil víctimas de delitos como el pharming y el phishing, fraudes que se han proliferado de la mano del comercio electrónico y la falta de conocimientos de los usuarios sobre seguridad electrónica.
ASÍ FUNCIONAN LOS FRAUDES
Otra víctima de fraude en comercio electrónico fue Angela, de 24 años, a quien le cargaron casi 10 mil pesos en viajes y comida rápida por medio de aplicaciones como Uber, Uber Eats y Rappi. Sospecha que sus datos fueron robados en la computadora del lugar donde trabajaba en 2017, donde con frecuencia realizaba transferencias bancarias.
En la misma situación se vio envuelto Noé, de 31, quien no entiende cómo pudieron comprar seis boletos para el Gran Premio de la Ciudad de México. Cuenta a Vice que a pesar de que usa una aplicación móvil que le avisa cuando tiene movimientos bancarios, las transacciones no fueron reportadas, ya que compraron cada ticket individualmente y ninguno superaba los mil pesos.
En ambos casos, a pesar de que hicieron la denuncia, ni las autoridades ni los afectados tienen del todo claro cómo fueron extraídos los datos bancarios y personales para permitir ese tipo de compras, ya que el abanico de modalidades en las que se presenta el fraude electrónico es variopinto.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios (Condusef) ha alertado que los fraudes electrónicos se pueden presentar por medio de spam o correo basura, modalidad en la cual te envían un correo electrónico para invitarte a ingresar a una página falsa de comercio donde te pueden robar información privada.
Este tipo de estrategia de fraude también se presenta por medio de mensajes de texto (SMS) y se conoce con el nombre de smishing. Otro tipo de fraude en la mira de las autoridades es el llamado pharming, que consiste en conducirte hacia sitios apócrifos con leyendas escandalosas, como que eres el visitante un millón y te has ganado un iPhone, para sustraer tu información bancaria.
El otro fraude electrónico que ocupa buena parte de las denuncias es el phishing, una forma de suplantación de identidad donde los defraudadores o hackers se hacen pasar por una institución bancaria de los cuales la policía reportó más de 5 mil casos entre 2010 y 2018. Por medio de mensajes engañosos te orillan a entregar información confidencial como contraseñas y códigos de seguridad, posteriormente puede realizar compras con tus datos o transferencias bancarias.
ECOS DE UN MERCADO
Actualmente, desde México, se puede comprar toda clase de productos por internet: Ropa, calzado, accesorios, boletos para cualquier espectáculo, electrónicos, despensa, comida rápida, además de un sinfín de transacciones: Pagos de servicios, transferencias o depósitos, por decir algunos. De acuerdo con eCommerce Foundation, México es el mercado de comercio electrónico más grande de América Latina.
En su informe Latin America eCommerce Report 2018, la organización señaló que el mercado azteca genera más de 21 mil millones de dólares en promedio al año, que representan casi un tercio del gasto que se produce en toda la región, desde Tijuana hasta Tierra del Fuego.
Con este escenario de fondo, el maestro en finanzas Abraham Vergara Contreras señala a Vice que los delitos de fraude electrónico han aumentado a la par de la proliferación de los servicios bancarios y compras por internet, que son plataformas potenciadas por jóvenes Millennials, por lo cual no deben satanizarse estas compras, ya que se volverán cada vez más comunes.
“Es normal el incremento, ya que cada vez es mayor el uso de páginas o de aplicaciones, estamos hablando de una generación nueva, tienden a comprar en línea, entonces hay hackeo, el robo de identidad, el robo de información. Hoy la delincuencia se ha dado cuenta del flujo de información y ha ido para allá”, indica a Vice el coordinador académico de la licenciatura de finanzas en la Universidad Iberoamericana (Ibero) y añade que la industria es la más interesada en combatir los fraudes, pero la delincuencia siempre va un paso por delante.
En los casos de Lucía, Angela y Noé, que tienen varios denominadores en común, pudieron denunciar ante las autoridades y luego de su queja en el banco les reintegraron el dinero que perdieron en el fraude.
Y es que, a pesar de los señalamientos en contra de la industria bancaria, Vergara Contreras señala que son las instituciones financieras las que más han invertido a la seguridad financiera, ya que junto con las personas víctimas son lo más afectados, especialmente por los recursos monetarios que llegan a perder, por lo que llama a la prevención.
“Esperemos que en el mediano plazo esta curva comience a descender, principalmente por temas de seguridad, ya sea en los bancos o seguridad de uno mismo, al ver dónde metemos datos y una mayor regulación y supervisión por parte de las entidades correspondientes”, comenta el experto.
DEL ENGAÑO NACE EL AMOR
Aunque ha ido a la baja desde el 2012, otro tipo de fraude frecuente en las denuncias recibidas por la Policía Federal, que no es propiamente del comercio electrónico, pero sí involucra dispositivos digitales, es el llamado fraude nigeriano, del que recibieron al menos mil 900 denuncias.
En este tipo de fraude, que debe su nombre a un estafador de Nigeria dedicado a engañar mujeres, la víctimas son embaucadas por medio de una relación amorosa ficticia y a distancia, en la que el farsante busca ganarse su confianza, se involucra sentimentalmente, hasta el punto de solicitar transferencias bancarias y depósitos electrónicos, para luego desaparecer.
Además, la corporación policiaca, fundada durante el Gobierno de Felipe Calderón, recibió 5 mil 944 denuncias por otros fraudes diversos, también relacionados con dispositivos electrónicos.
VICE reportó anteriormente que durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto las carpetas de investigación por delitos financieros habían aumentado en todo el país. Estos delitos incluyen los fraudes al comercio electrónico, los cuales suceden en muchas ocasiones porque los hackers y ladrones de datos se aprovechan del desconocimiento de las víctimas en el comercio electrónico.
De acuerdo con datos de la Fiscalía General de la República (Antes Procuraduría), durante el sexenio pasado los delitos contra el patrimonio y financieros aumentaron más del 140 por ciento. Estos ilícitos son mayormente fraudes contra usuarios e instituciones de crédito, inversión, fianzas y seguros, que incluyen el robo de datos personales y financieros para comprar por internet. A la par, las denuncias por robo de identidad en medios electrónicos también crecieron más de mil por ciento, según datos de la Policía Federal.
BANCOS Y GOBIERNO TRABAJAN POR SOLUCIÓN
Según la Condusef, de enero a septiembre de 2018 los fraudes cibernéticos sumaron 3.1 millones de quejas, 25 por ciento más que 2017, por una suma de 7 mil millones de pesos en montos reclamados (de la cual se bonificó el 57 por ciento). Esta modalidad de ilícito ya constituye el 59 por ciento del total, por 41 de métodos “tradicionales”, como los cataloga este organismo.
El problema fue abordado durante la reciente Convención Bancaria de Acapulco, debido a que su gravedad está directamente relacionada con el avance de la tecnología. Arturo Herrera, subsecretario de Hacienda, aseguró que este flagelo está siendo analizado de manera conjunta por la Asociación de Bancos de México (ABM), la Secretaría de Hacienda y el Banco de México. El gobernador de esta institución, Alejandro Díaz de León, señaló que este año se implantará un nuevo sistema, más sencillo y seguro, para atender a usuarios del sistema bancario incluso si no están familiarizados con los procesos.
Se trata del Sistema de Cobro Digital (CODI), que permitirá transferencias de celular a celular mediante un código QR o de respuesta rápida y NFC (comunicación de campo cercano).