Les Olympiades, un tono nostálgico que acerca a la «nouvelle vague»

15/07/2021 - 2:50 pm

Un filme moderno por su carácter transcultural, en contraste con el cine de la «nouvelle vague» con el que muchos en Cannes han comparado el filme de Audiard.

Por Alicia García de Francisco

Cannes (Francia), 15 jul (EFE).- A sus 69 años, Jacques Audiard ha sido capaz de aportar un soplo de aire fresco al Festival de Cannes con el filme de estilo más joven presentado hasta ahora en la competición, aunque con un tono nostálgico que le acerca a la «nouvelle vague» con su imagen en blanco y negro.

«Es como un filme de época, en blanco y negro», dijo Audiard en rueda de prensas sobre Les Olympiades. «Tenía ganas de juventud, de caras femeninas», agregó.

Su último filme, The Sisters Brothers (Los hermanos Sisters, 2018) fue «un western con gran artificialidad». Y ahora el realizador francés quería lo contrario.

Un filme moderno por su carácter transcultural, en contraste con el cine de la «nouvelle vague» con el que muchos en Cannes han comparado el filme de Audiard.

«En el cine de (François) Truffaut no estaba el negro, ni la china», apuntó Audiard en referencia a dos de los personajes principales de su filme, interpretados por Makita Samba (Camille) y Lucie Zhang (Emilie).

Junto a ellos, Noemi Merlant (Nora) y Jehnny Beth (Amber Sweet), cuatro treintañeros que buscan la definición del amor en el París actual, con historias que se cruzan. Camille y Emilie comienzan una relación cuando comparten apartamento. Cuando rompen, aparece Nora, que empieza a salir con Camille. Y Nora conoce a Amber Sweet, actriz de espectáculos eróticos por internet.

La elección del distrito 13 de París aporta a la película «una gran mixticidad», algo no muy habitual en el cine francés.

«He vivido mucho en el 13, lo conozco muy bien, es uno de los barrios de París que más ha cambiado en los últimos 10 o 15 años», principalmente entre el Sena y la plaza de Italia, que es la zona de Les Olympiades, precisó.

Un barrio que representa la modernidad de la capital francesa. «Les Olympiades ha emergido, es un barrio socialmente muy mezclado y da una imagen de la realidad más precisa que otros barrios de París»

Y ahí ha situado a los cuatro protagonistas, jóvenes adultos, de alrededor de treinta años, licenciados universitarios, en paro y con problemas para encontrar un buen trabajo y un piso en el que vivir. «Me interesa tratar esta clase social media, joven y cultivada, pero a la que le cuesta salir adelante», explicó Audiard.

Una película que parece casi el debut de un realizador joven. «Tengo la sensación de estar siempre en actividad. Cuando acabo una película es como si se cerrara un cajón y se abriera otro con todas las frustraciones del anterior».

Por eso quería hacer un filme rápidamente y que no fuera muy caro. Una especie de primer largometraje. «Quiero hacer primeros filmes y puede que desarrolle un nuevo género, el último filme», dijo sonriendo Audiard, tras de sus habituales gafas de sol.

Y para realizar estas nuevas películas, lo que busca es conocer a nueva gente, intérpretes con los que nunca ha trabajado antes y que incluso a veces no entiende.

Para Les Olympiades, rodada en pleno pandemia en tan solo seis semanas, hizo el «casting» por video, pero luego pudieron tener un largo periodo de tres meses que permitió después el rápido rodaje.

Los actores fueron invitados a aportar lo que consideraran a sus personajes, algo que Noemi Merlant encontró difícil de realizar cuando aún estaba en confinamiento y deprimida.

Jacques Audiard Foto Efe

Pero la fase de ensayos le permitió conectar totalmente con su personaje. Además de que realizaron una representación teatral de la obra con todo el equipo para así tener una visión entera de la historia.

«Nos divertimos mucho, teníamos que proponer, era como un juego, un ping pong, podíamos equivocarnos, tener accidentes y así era como buscábamos los detalles de la vida» de los personajes, explicó la actriz.

Para la debutante Lucie Zhang, lo más importante fue la libertad que le dejó Audiard a la hora de trabajar. «Quería que estuviera en una posición activa más que pasiva, para dejarme espacio a la creación y la imaginación».

Algo en lo que coincidió Jehnny Beth, que resaltó que el sistema de trabajo de Audiard les obligó a improvisar y a trabajar cada detalle de los personajes, algo que le hizo descubrir que «un personaje se hace entre varias personas».

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