El análisis difundido esta semana en la página del Instituto Baker para las Políticas Públicas de la Universidad Rice, con sede en Houston, Texas, destaca que «el ‘gasolinazo’ aún puede afectar la Reformas Energética, especialmente porque ésta se basó en una promesa que hasta ahora se ha demostrado es falsa: que los precios de los combustibles bajarían.
La autora del texto es Miriam Grunstein Dickter, abogada y consultora mexicana, quien expone que “esto es desafortunado debido a que para los mexicanos ha sido difícil aceptar que los mercados libres pueden ser benéficos, ya que privatizaciones previas –en telecomunicaciones y bancos, por ejemplo–, si bien no fracasadas, han caído muy por debajo de las expectativas de los consumidores”.
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Ciudad de México, 3 de julio (SinEmbargo).– Una revisión al impacto del aumento en el precio de la gasolina sobre la Reforma Energética encontró que, si bien no ha habido repuntes en el costo de este combustible, el alza de enero pasado mostró que fue “falso” el ofrecimiento gubernamental de que la apertura al mercado privado de hidrocarburos en el país reduciría los precios.
“El ‘gasolinazo’ puede todavía afectar las reformas energéticas, especialmente porque la Reforma estuvo basada en una promesa que hasta ahora se ha demostrado es falsa: que los precios de los combustibles bajarían”, dice el análisis, elaborado por la abogada y consultora mexicana Miriam Grunstein Dickter.
“Esto es desafortunado debido a que para los mexicanos ha sido difícil aceptar que los mercados libres pueden ser benéficos, ya que privatizaciones previas –en telecomunicaciones y bancos, por ejemplo–, si bien no fracasadas, han caído muy por debajo de las expectativas de los consumidores”, agrega el texto.
Titulado “El invierno de nuestro descontento: las implicaciones del fuerte aumento en el precio de la gasolina en México”, el análisis fue difundido esta semana en la página del Instituto Baker para las Políticas Públicas de la Universidad Rice, con sede en Houston, Texas.
Grunstein, quien también fue asesora de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), inicia planteando que la Reforma Energética mexicana, aprobada en 2013, ha tenido momentos de “dolor y de gloria”, ya que, si bien el país subastó exitosamente diferentes áreas contractuales a compañías petroleras extranjeras grandes y con buena reputación, también dio paso, en diciembre de 2016, a un aumento de 20 por ciento en el precio de la gasolina.
“Para animar el apoyo a la Reforma Energética, el Gobierno hizo promesas infundadas de reducciones en el precio del gas, la electricidad y el combustible. Por ejemplo, en 2014, el entonces Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, dijo que los mexicanos podían despedirse de los ‘gasolinazos’ como uno de los regalos de la Reforma Energética”, recuerda el análisis.
“En diciembre de 2016, no mucho después de que México completó exitosamente su ronda de ofertas de petróleo en el Golfo de México, los mexicanos enfrentaron la alarmante verdad acerca del debilitamiento de la seguridad energética. Contrario a la promesa de Videgaray sobre los bajos precios, la gasolina se estaba volviendo escasa y sus precios estaban al borde de un incremento aun más dramático”, agrega.
Como parte de la problemática, Grunstein menciona en su análisis la incapacidad de Petróleos Mexicanos (Pemex) para satisfacer la demanda interna de gasolina, así como retos pendientes para la liberación del mercado, entre ellos la incertidumbre alrededor de la capacidad de infraestructura disponible para la transportación y almacenamiento, históricamente propiedad de la compañía estatal.
“A principios de marzo de 2017, una situación se presentó en una subasta pública de los gasoductos y terminales de almacenamiento propiedad de PEMEX Logística. La subasta fue suspendida debido a una ‘falla metodológica’, que resultó en una tarifa mínima que estaba muy por debajo la tarifa pagadera a Pemex por el uso de sus instalaciones”, dice el documento.
“Los resultados de la subasta eran vitales para las empresas participantes, entre las que estaban importantes compañías petroleras extranjeras, refinerías independientes, comerciantes y minoristas. Debido al error, estas empresas han tenido que poner sus planes de negocio en espera hasta que las autoridades regulatorias anuncien a los ganadores. Aun cuando los resultados se iban a anunciar a finales de marzo, el resultado de la subasta sigue sin conocerse”, agrega el documento.
GASOLINAS, MERCADO EN ALERTA
De acuerdo con el más reciente reporte financiero difundido por Pemex, el volumen de ventas internas de gasolinas Magna y Premium de enero a mayo alcanzó un promedio de 779.2 mil barriles diarios, y una importación hasta por 503.4 barriles diarios, es decir, el 64.55 por ciento de la gasolina consumida es importada.
En los últimos cinco años la importación de gasolina pasó de 395.7 miles de barriles diarios importados en 2012, a 505.1 mil barriles diarios comprados en 2016, de acuerdo con el reporte de volumen de las importaciones de productos petrolíferos de la ahora Empresa Productiva del Estado.
De enero a mayo de 2017, Pemex elaboró en 318 barriles diarios de gasolinas, Magna y Premiun, y exportó 49 mil barriles diarios, según la información presentada en sus indicadores petroleros.
La producción de México, de enero a mayo, fue de 100 mil barriles diarios, un monto menor que el de 2012, cuando la elaboración de gasolinas alcanzó los 418.1 miles de barriles diarios; es decir, 23.92 por ciento menos.