La COVID-19 lleva ya un par de años causando estragos alrededor del mundo, sin embargo, ¿qué tan infecciosa es realmente si se le compara con otras enfermedades? ¿se convertirá en una de las más infecciosas de la Historia? Un experto hace un breve recuento.
Madrid, 11 de febrero (Europa Press).- Ante el masivo caso de contagios con la variante Ómicron de la COVID-19 son ya algunos expertos lo que se están aventurando a la hora de afirmar que esta puede que pase a ser una de las enfermedades más infecciosas de la Historia.
En este reportaje vamos a identificar cuáles son las enfermedades que más casos de contagio han registrado a lo largo de los siglos y para ello contamos con la ayuda de Gabriel Reina, especialista en Microbiología y Parasitología de Clínica Universidad de Navarra (CUN), y miembro de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), a quien entrevistamos en Europa Press.
En primer lugar, este experto precisa que las enfermedades más infecciosas normalmente son aquellas de transmisión respiratoria, como los catarros comunes por ejemplo, y además como no producen una protección duradera las vamos adquiriendo repetidamente a lo largo de los años.
Eso sí, destaca que a lo largo de la Historia, y como microorganismos que sabemos que tienen una transmisión máxima estaría el sarampión, «que si no estuviéramos vacunados sería la enfermedad infecciosa que se transmite con más facilidad», es decir, a un mayor número de personas a partir de un caso positivo.
Aquí el doctor Reina destaca que, dado que la vacunación contra la infección del sarampión es tan elevada, la enfermedad ha estado controlada, salvo en algunos entornos donde se han dado brotes porque las coberturas vacunales han bajado sobre todo por debajo del 90 por ciento, fomentados en muchos casos por los antivacunas.
LA PESTE, LA GRIPE, Y EL VIH
Asimismo, también precisa que a lo largo de la Historia hay tres agentes que destacan por su alta contagiosidad y virulencia. Primeramente, hace mención de la peste negra medieval, transmitida por una bacteria, y a través de las pulgas de las ratas. «En el momento en el que mejoraron las condiciones higiénicas, sobre todo a partir del siglo XVIII, estuvo todo más controlado; aunque a día de hoy sigue habiendo brotes de peste en algunos países», especialmente en vías de desarrollo, agrega.
Después el experto de la CUN menciona a la gripe, «un virus de muy alta capacidad de transmisión», y con un potencial virulento «muy elevado», como se demostró en la pandemia de 1918, donde fallecieron unos 40 millones de personas, en una población mundial entonces más reducida, y con una menor movilidad de las personas que la de ahora.
El microbiólogo apunta igualmente al virus del sida, el VIH, que empezó a circular a finales de los 50, pero no fue hasta los años 80 cuando ya la pandemia se hizo presente. Sostiene el doctor Reina que a día de hoy ha causado más de 30 millones de muertes, y recuerda que para ella aún no hay vacuna, como sí las hay para la gripe o el sarampión, siendo la mejor herramienta de prevenir la infección, como estamos viendo también en el caso de la COVID-19.
CÓMO ESTÁ LA SITUACIÓN AHORA
A nivel nacional, en España, dice que la peste no es un problema, pero el sarampión y el VIH sí que están presentes en forma de transmisiones, que en el caso del sarampión está muy determinada por la cobertura vacunal, siendo frecuente, por ejemplo, entre la población migrante que viene sin vacunar.
«En los países en vías de desarrollo es en donde más problemas dan. La peste por peores condiciones higiénicas, el sarampión por una menor cobertura vacunal. En el caso del sarampión desde hace un par de décadas se han salvado más de 15 millones de vidas, gracias al impulso que ha tenido la vacunación, pero a día de hoy hay que seguir trabajando porque por ejemplo en el Congo, con quienes trabajamos en proyectos de investigación, se producen miles de muertes al año por esta enfermedad», remarca el doctor Reina.
En el caso del VIH apunta que, a nivel del África subsahariana, la circulación es elevada y hay países con mucha prevalencia, con un 20-25 por ciento de población infectada por el VIH, y donde es un problema más severo.
«A día de hoy hay más y mejores herramientas de prevención y mejores fármacos que consiguen reducir la población que tiene el virus en sangre y por tanto la capacidad de transmitir la infección, pero todavía hay mucho por hacer en el VIH y en el sarampión. La peste está mucho más controlada, son anecdóticos los brotes, y estos son severos porque es muerte segura si te afecta», afirma el especialista en Microbiología y Parasitología de Clínica Universidad de Navarra.
QUÉ VA A PASAR CON ÓMICRON
Sobre si la variante Ómicron de la COVID-19, dada su alta contagiosidad, convertirá a esta patología en una de las enfermedades más infecciosas de la Historia, el doctor Reina considera que «todavía es pronto para decir esto».
«Que tenga una mayor capacidad de transmisión que las variantes previas se sabe, pero todavía no sabemos bien el número de reproducción, de casos positivos generados a partir de un caso índice. Eso es más difícil de estimar ya con la alta cobertura vacunal que tenemos para determinarlo con exactitud. Pero sí que está claro que tiene una capacidad de transmisión altísima, y que puede estar al nivel de enfermedades como el sarampión, que decíamos que puede ser de las enfermedades más más contagiosas de la Historia», sentencia el especialista y miembro de la SEIMC.