La clave está en encontrar qué producto o servicio nos hace falta. La ayuda, en las organizaciones como Fundación E y los resultados, un país más competitivo como respuesta al desempleo que amenaza hasta a los más jóvenes. ¿Cuál es la importancia de una mentalidad emprendedora en México?
Ciudad de México, 14 de enero (SinEmbargo).– Ser emprendedor es más que convertirse en empresario y dirigir tu propia compañía. Es sobre todo una mentalidad que busca una necesidad no cubierta y la satisface, de manera que tiene no sólo impacto social sino que puede generar ganancias.
En México, el 45 por ciento de la población económicamente activa ve oportunidades para poner un negocio en los siguientes seis meses, de acuerdo con el reporte anual del Monitor Global de Emprendimiento, sin embargo, pocos de ellos lograrán concretarse y menos aún tendrán éxito.
Para apoyar los proyectos de emprendimiento existen diferentes instancias gubernamentales, aceleradoras e incubadoras, pero también organizaciones sin fines de lucro como Fundación E, que con distintos programas, buscan sobre todo apoyar a jóvenes de escasos recursos a desarrollar una cultura emprendedora.
«Somos el paso cero, que es sembrar en nuestros beneficiarios las posibilidades de emprender como un esquema de vida futuro. Sobre todo para los beneficiarios que particularmente llegamos son adolescentes en situación de riesgo y lo que buscamos es evitar que caigan en malos pasos», dice en entrevista Samuel González Guzmán, presidente ejecutivo de Fundación E.
Para lograr su objetivo tienen tres frentes: la formación, la vinculación al financiamiento y la vinculación a mercados.
La primera, es justo «insertar» la idea de que emprender es posible independientemente de la edad, escolaridad o nivel socioeconómico.
Después, aunque ellos no otorgan financiamiento directo, sí cuentan con una red de inversionistas con quienes vinculan a sus beneficiarios. Y finalmente, los ayudan a encontrar sus primeros clientes con un esquema de ventas con prácticas de comercio justo.
EL BIZCAMP
Junto con una fundación que está asentada en Nueva York, Fundación E lleva a cabo el Bizcamp, que son campamentos de negocio en los que se imparten talleres intensivos de 80 horas, «donde no nada más ven todas las habilidades que se requieren para emprender, la misión, organización, finanzas, desarrollo de marca, todo eso, sino que trabajamos también las fortalezas que se requieren en la persona, como el liderazgo, toma de desiciones, proactividad, de detectar problemas y saberlos resolver, afrontar la incertidumbre, el trabajo colaborativo, todos esos elementos que se demandan para poder tener un emprendimiento lo más exitoso posible», explica González.
Este programa culmina en un concurso donde invitan a jueces del sector privado y los jóvenes presentan sus ideas de proyectos, mostrando cuáles
son sus talentos.
Los mejores pasan a una segunda etapa en la que se trabaja con ejecutivos de empresas trasnacionales, quienes comparten sus conocimientos para ir moldeando los proyectos. Posteriormente se hace otro filtro en que los ganadores acuden a una gala internacional en Nueva York cada año.
ROMPER LOS ESTEREOTIPOS
Los millennials, una generación acusada de carecer de iniciativa e interés en el trabajo está (al igual que centennials)en el ojo de Fundación E.
«Se trata de crear una atmósfera y volver a la disciplina que se requiere para el mercado laboral, profesional y empresarial que estamos afrontando. Los preparamos mucho justamente para que comprendan lo complejo que son hoy en días los trabajos y el generar empleos en generaciones que efectivamente no tienen el mismo compromiso que la generación de nuestros padres o abuelos tenían, va cambiando», dice Samuel.
«Al final del día, hay una necesidad que se da en la mayoría de las personas, de superación, de seguir creciendo y avanzar. Hay que explicarles justamente cuál es el impacto de su trabajo, de su emprendimiento, cómo pueden aportar a sus familias, a su comunidad y eso además cómo les va a impactar en la generación de mejores ingresos y una mejor calidad de vida de acuerdo con lo que ellos quieran. En cuanto ven el valor y el impacto de su trabajo tienen dos componentes muy particulares que es el impacto social y el ambiental que generalmente les atraen mucho para hacer una diferencia», continúa.
LA IMPORTANCIA DE UNA CULTURA EMPRENDEDORA
«La Fundación nació en 1999 cuando se hablaba poco de estos temas, ahora estamos en el umbral de una transformación social importante, cuando iniciamos con la fundación empezamos a entrar al bono poblacional, el momento histórico en donde la mayoría de la fuerza laboral del país es joven, dura más o menos 25 años.
La cultura emprendedora es clave como agente de cambio, como visión de cómo vamos transformándonos como sociedad en cuanto a nuestras necesidades y a los cambios tecnológicos que nos hacen también transformar la manera en que consumimos, por eso pensamos que esta cultura crea también una distinción porque no necesariamente significa que la gente se haga empresaria, no importa si van a un empleo o generan su propia empresa pero van con la mentalidad de ser agentes de cambio», menciona.
LA CLAVE PARA EL EMPRENDIMIENTO
«La clave es detectar una necesidad que a veces ni el consumidor se ha dado cuenta que la tenemos. Siempre partimos de necesidades personales, de hecho tenemos un componente dentro de la formación donde le vamos explicando a los muchachos qué resolvería en su vida determinado servicio o producto, ello solitos empiezan a ver qué les hace falta», finaliza González Guzmán.
ADEMÁS
LOS PROYECTOS GANADORES
Miguel Guevara Pacheco (17 años)
Proyecto: Chriss Club Lab.
«Es el laboratorio club de comunicación, relaciones interpersonales e intercambio de servicios. Esta idea de negocio la desarrollamos en un campamento para emprendedores llamado Bizcamp que está en coordinación con la Fundación E, en conjunto con todos mis compañeros originamos la idea. El objetivo principal de nuestra empresa es ayudar a que las demás empresas aumenten su productividad y competitividad en cuanto a su capital humano, las personas que trabajan con ellos.
Esto lo hacemos mediante una gestión y serie de evaluaciones para saber si el personal de determinada empresa está cumpliendo con las expectativas o tiene las capacidades suficientes para desarrollar el puesto que tiene. En caso de no ser así, nosotros también tenemos una iniciativa de ayudar a jóvenes recién egresados de universidades y contactarlos con estas empresas, les damos alternativas de mejora para que puedan aumentar sus ganancias o cualquier otro tipo de actividad que ellos realicen.
Como nuestra empresa es un proyecto de triple impacto, también tenemos campañas organizadas con otras empresas para ayudar al medio ambiente.
– Con esta visión empresarial que ya traes, ¿te quiere seguir por este carril?
– Sí, la verdad es que cuando empezó el programa y fuimos a Bizcamp, nos gustó mucho y todos los conceptos que vimos en cuanto a la vida empresarial ampliaron nuestro panorama.
El proyecto que pudimos desarrollar nos dio la oportunidad de participar en la ciudad de Nueva York, en el enveto internacional que se organizó y vamos todos sobre ese camino.
– ¿Qué tan importante consideras el desarrollo de esta cultura emprendedora en los jóvenes mexicanos?
– Estuvimos hablando sobre los chicos millennials y ese tabú que se tiene de que no nos proecupamos por sobresalir, yo creo que este tipo de actividades, de campamentos y el que se lleven a cabo con jóvenes de nuestra edad, es una práctica muy buena que nos ayuda a nosotros a poder dar nuestra opinión, salir de nuestra zona de confort y poder expresar nuestras ideas.
Como nosotros, creo que es muy importante que a nuestra edad o más jóvenes aprendamos este tipo de conceptos para poder desarrollarnos y dejar salir esas ideas que nosotros tenemos ganas de dar a conocer a nivel estatal, nacional o incluso como logramos hacerlo, a nivel internacional
– ¿Cómo fue su experiencia en Nueva York en marzo de este año?
– Simplemente por el hecho de salir del país, convivir con jóvenes de diferentes partes del mundo, conocer sus ideas, cómo es que se maneja la vida empresarial en sus países, que ellos conozcan como se maneja el ámbito en México, nos enriqueció mucho como personas intercambiar ideas, además de vivir la vida de la ciudad deNY, conocer su cultura fue una de las mejores experiencias que hemos tenido.
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Nadia Ximena García López (14 años)
Proyecto: NADVAL
«Son colores para ciegos que están hechos de cera de abeja para que sean amigables con el medio ambiente. Los colores se relacionan con el olor, por ejemplo el verde huele a limón; si es azul, huele a menta. Y es para que las personas ciegas puedan imaginarse los colores y también los niños chiquitos de cero a tres años puedan memorizarlos más rápido relacionándolo con los olores»
– Cuéntame sobre ti y qué te motivó a hacer este proyecto
“Estoy en tercero de secundaria en el Colegio Santa Fe, soy de la Ciudad de México, tengo 14 años.
La razón para este proyecto fue para ayudar a las demás personas, porque los ciegos también lo necesitan».
– ¿Cómo has visto los apoyos que te han dado, han sido suficientes?
– Ahorita es la primera vez que nos estamos viendo de nuevo después del concurso y ya nos contaron más o menos cómo va a estar todo y sí me agrada cómo nos van a apoyar, porque nos van a dar capacitaciones, nos van a ayudar con el inglés para lo del viaje a Nueva York este año.
– ¿Qué tan importante es desarrollar esta cultura en mexicanos tan jóvenes?
– Es muy buena idea porque a veces las personas más jóvenes son las que más ideas tienen porque están más relacionadas con la tecnología y sabes más lo que favorecería que las personas que se quedaron a la antigüita, por decirlo así.
– ¿Crees que si hubiera más jóvenes emprendedores sería un país diferente?
– Sí, porque fuimos a la empresa de Master Card y tenían a su equipo de los más jóvenes y sus proyectos eran muy buenos, estaban haciendo cosas nuevas con sus propias ideas y ayudaban más a la sociedad
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Dante Alejandre Santos
“El proyecto con el que gané el Bizcamp fue un estudio de grabación donde podamos apoyar a jóvenes de escasos recursos a tener grabaciones, giras, todo lo que tenga que ver con la música, con tecnología altamente competitiva con otros mercados.
Actualmente empezó a tomar más forma cuando lo volvimos agencia, se llama Andrómeda y lo que estamos haciendo es producción musical, booking, management, mercadotecnia, investigaciones de mercado y aparte hacemos un festival anual que se llama ‘Andrómeda’, llevamos tres años, con él juntamos algunas marcas, bandas que nos ayudan para tener un evento para juntar víveres para gente de escasos recursos.
– Cuéntame de ti
Tengo 22 años y soy de Ixtapaluca, Estado de México. Acabo de terminar la licenciatura en mercadotecnia en agosto.
– ¿Qué tan importante consideras que los jóvenes tengan la mentalidad empresarial?
– Es muy importante porque en los últimos años ha tomado bastante fuerza y he visto la evolución del emprendedurismo, antes no sabía ni pronunciar la palabra ni nada de eso. Había muchos programas, conferencias, conoces gente de otros lugares del mundo y te das cuenta que en Estados Unidos, por ejemplo, cuando llegué allá tenía 14 años, tienen proyectos bastante innovadores, jóvenes que ya hablaban tres idiomas, sí es un nivel más alto al que yo tenía, pero me gustó mucho el aprendizaje, de ahí se ve qué tan importante es fomentar esa cultura del emprendedor, de engendrar tus propios proyectos y trabajarlos, realmente puedes auto emplearte y trabajar para ti, para tus amigos, para tu círculo social.
Es muy importante empezar desde temprana edad con eso.
– ¿Planeas quedarte con tu empresa?
– Yo siempre he visto que no entro tanto en el modelo ’normal’ de tener jefes, nunca me he acoplado porque me gusta que todos opinemos, aunque al final alguien tiene que mediar y ser un mentor, pero definitivamente yo me veo haciendo mis proyectos, mi ambiente, mi círculo laboral. Al final, yo también trabajo para varias agencias, justamente porque hay que seguir aprendiendo y es importante foguearse en esos lugares porque aprendes cómo se maneja una empresa ‘real’ para que lo pases para la tuya. Toda la experiencia se suma.