El Gobierno alemán y los expertos han alertado sobre la evolución de la campaña de vacunación, pues los estados federados han acumulado ya casi tres millones de dosis que la población no demanda, en su mayoría de la farmacéutica AstraZeneca a la par que la variante Delta se propaga.
Berlín, 21 de agosto (AP/EFE)— Los casos nuevos de coronavirus en Alemania han llegado a su punto más alto en casi tres meses, debido a la propagación de la contagiosa variante Delta.
El Instituto Robert Koch, a cargo de monitorear las enfermedades en el país, informó el sábado que los últimos siete días el promedio había sido de 51.6 casos nuevos por 100 mil habitantes. Es la primera vez desde el 25 de mayo que la cifra supera los 50, aunque ha estado aumentando desde que alcanzó un piso de 4.9 a inicios de julio.
El instituto indicó que se reportaron 8 mil 092 casos nuevos en las últimas 24 horas, un aumento con respecto a los 5 mil 644 de la semana anterior. En los últimos días se han detectado más casos, a medida que terminan las vacaciones de verano y los niños regresan a clases.
Las autoridades alemanas han estado tratando de impulsar la campaña de vacunación, que se ha aletargado considerablemente. El 63.8 por ciento de la población ha recibido por lo menos una dosis y el 58.5 por ciento está totalmente vacunado en medio de la cuarta ola por COVID-19 que atraviesa el país.
Sin embargo, el Gobierno alemán y los expertos han alertado sobre la evolución de la campaña, porque en las últimas semanas se ha ralentizado de forma notable el ritmo de inyecciones diarias y de nuevos inmunizados.
En los últimos 31 días sólo en ocho ocasiones se ha superado el medio millón de dosis diarias, cuando en mayo y en junio se llegaron a subir de los 1.4 millones en una sola jornada.
El semanario Der Spiegel publica en su presente edición que los estados federados han acumulado ya casi tres millones de dosis que la población no demanda, en su mayoría de la farmacéutica AstraZeneca.
La posibilidad de una tercera dosis para personas especialmente vulnerables está empezando a extenderse por varios estados federados, pese a las dudas de mucho expertos que consideran innecesario este paso para una gran mayoría de la población.
El Gobierno federal y los «Länder» han incrementado en este sentido la presión sobre los no vacunados, acordando que sea necesario presentar test de antígenos para muchas actividades en interiores y que estas pruebas, además, dejen de ser gratuitas a partir del 11 de octubre para quienes no se hayan inmunizado.
El Ministro de Sanidad, Jens Spahn, señaló este viernes que no serán necesarias nuevas restricciones este otoño para los vacunados, dejando entrever que de establecerse limitaciones serían sólo para quienes no se hayan inmunizado.
Incluso ha generado controversia en ciertos sectores la decisión de la Comisión Permanente de Vacunación (Stiko) de recomendar la vacuna contra la COVID-19 también para personas entre 12 y 16 años.
Se ha apuntado que los menores no necesitan en general ser vacunados y que la decisión responde en parte a la presión del Gobierno alemán, consciente de que sin este sector de edad la inmunidad de grupo -que el propio Ejecutivo ha situado en torno al 85 por ciento de la población general- quedará lejos.
Además, se han criticado desde algunas instancias las iniciativas que están llevando puestos móviles de vacunación a los colegios, al considerar que presionan a los menores que prefieren no vacunarse.