Tras su actuación en el Pala Olímpico de Turín, desde el escenario, el vocalista de la banda pidió «ayuda» para su país, así como para la ciudad de Mariupol y la acería de Azovstal, donde se atrinchera la resistencia.
Turín (Italia), 15 de mayo (EFE).- «Estamos aquí para demostrar que la cultura ucraniana sigue viva», proclamó hoy el líder de la banda ucraniana Kalush Orchestra, Oleh Psiuk, tras ganar la 66ª edición de Eurovisión en la ciudad italiana de Turín (norte).
«Esta victoria es muy significativa especialmente en estos días en los que la cultura ucraniana está siendo atacada. Estamos aquí para demostrar que la cultura ucraniana y la música sigue viva», exclamó en la rueda de prensa final, acogido con aplausos.
La banda Kalush Orchestra se ha hecho con el Micrófono de Cristal «eurovisivo» con su tema «Stefania», un canto a la madre patria, justo en un momento en el que este país europeo sufre la guerra desatada por la invasión rusa desde el 24 de febrero pasado.
Psiuk agradeció el apoyo a todos los ucranianos, a la diáspora y a todos los ciudadanos que les brindaron su apoyo a su canción, un rap con toques folclóricos que apela a las madres ucranianas.
Tras su actuación en el Pala Olímpico de Turín, desde el escenario, el vocalista de la banda pidió «ayuda» para su país, así como para la ciudad de Mariupol y la acería de Azovstal, donde se atrinchera la resistencia.
«Please help Ukraine, please help Mariupol, please help Azovstal», ha dicho concretamente el líder de este sexteto.
Por su parte el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, celebró esta victoria avanzando su determinación a acoger la celebración de Eurovisión el próximo año a pesar de la guerra, un deber concedido por esta victoria (la tercera de Ucrania en el certamen).
«El año que viene Ucrania será la sede de Eurovisión. Haremos todo lo posible para recibir algún día a los participantes e invitados de Eurovisión en una Mariupol ucraniana ¡Libres, pacíficos y reconsruidos!», señaló Zelenski en sus canales de comunicación.
Ucrania, una de las favoritas en todos los pronósticos «eurovisivos» previos a esta final, ganó imponiéndose a Reino Unido, en la segunda plaza, y a España, que conquistó la tercera por primera vez desde la segunda en 1995 de Anabel Conde.