La estrategia de Teherán al incumplir deliberadamente el acuerdo nuclear está considerada como un intento de presionar a Europa para que le otorgue incentivos que compensen las asfixiantes sanciones estadounidenses, que volvieron a imponerse luego de la salida de Washington.
Teherán, Irán, 10 de octubre (AP).— Irán ha producido más de 120 kilos (265 libras) de uranio enriquecido al 20 por ciento, según dijo el jefe del programa nuclear del país. Es mucho más de lo que el organismo de supervisión nuclear de Naciones Unidas reportó el mes pasado.
Según el acuerdo nuclear de 2015 con potencias internacionales, los demás firmantes debían proporcionar a Irán el uranio enriquecido al 20 por ciento necesario para su reactor de investigación, indicó Mohammad Eslami en una entrevista con la televisora estatal el sábado por la noche.
“Pero no se entregó», dijo. “Si no lo producíamos nosotros mismos, esto se habría convertido en uno de nuestros problemas”.
El acuerdo nuclear prohibía a Irán enriquecer uranio por encima del 3.67 por ciento, salvo por las actividades de su reactor de investigación. El uranio enriquecido por encima del 90 por ciento puede utilizarse en un arma nuclear.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica dijo en septiembre que las reservas estimadas de uranio enriquecido hasta el 20 por ciento en Irán era de 84.3 kilos (185 libras), respecto a los 62.8 kilos (138 libras) de tres meses antes.
Los científicos estiman que hacen falta 170 kilos (375 libras) de uranio enriquecido al 20 por ciento para hacer una bomba.
El acuerdo nuclear promete incentivos económicos a Irán a cambio de límites en su programa nuclear y pretende impedir que Teherán desarrolle una bomba nuclear. Teherán insiste en que su programa sea pacífico.
Estados Unidos abandonó el acuerdo de forma unilateral en 2018 durante el mandato del expresidente Donald Trump, pero Gran Bretaña, Francia, Alemania, China y Rusia han intentado preservar el acuerdo.
La estrategia de Teherán de incumplir de forma deliberada del acuerdo está considerada como un intento de presionar a Europa para que le ofrezca incentivos que compensen las asfixiantes sanciones estadounidenses, reimpuestas tras la salida de Washington.
El actual Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho que está abierto a regresar al pacto. La última ronda de conversaciones en Viena terminó en junio sin un resultado claro.