En un tramo de la construcción del Tren Maya, expertos encontraron dos mil 482 vestigios inmuebles, 80 entierros, 60 mil fragmentos cerámicos y 30 vasijas completas pertenecientes a la época prehispánica.
CIUDAD DE MÉXICO, 21 de octubre (AP).— Investigadores mexicanos reportaron este jueves el hallazgo de casi dos mil 500 estructuras prehispánicas y 80 sitios funerarios en sólo una sexta parte de la ruta del polémico proyecto del «Tren Maya«, en un tramo de la Península de Yucatán.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no indicó si alguno de los restos ha sido alterado o destruido por el proyecto ferroviario, que en algunos sitios pasa junto a vías ya existentes. El organismo dijo que las ruinas están «en la periferia del proyecto».
Los posibles daños al medio ambiente y a los sitios arqueológicos son algunas de las razones por las que los críticos se oponen al plan impulsado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Salvamentos arqueológicos en Tramo 1 del Tren Maya brindan luz sobre la ocupación prehispánica de Tenosique, Tabasco. El ramal registra, dos mil 482 vestigios inmuebles, 80 entierros, 60 mil fragmentos cerámicos y 30 vasijas completas.#PrensaINAH: https://t.co/qk09ZXPfka pic.twitter.com/k6jsHmBty2
— INAHmx (@INAHmx) October 21, 2021
Los hallazgos van desde cerámica y simples contornos de piedra de casas mayas prehispánicas que tenían techo de paja hasta plataformas ceremoniales. Los arqueólogos dijeron estar especialmente impresionados por el descubrimiento de dos vasijas de cerámica con asas o bases en forma de pechos humanos.
Los sitios arqueológicos se detectaron en el primer tramo —el cual tiene 228 kilómetros de longitud— de la línea de tren de mil 500 kilómetros que recorrerá un circuito alrededor de la Península de Yucatán. Ese primer tramo va desde las ruinas mayas de Palenque hasta el cruce carretero en la localidad de Escárcega.
Las cuatro primeras etapas del proyecto ferroviario atraviesan zonas que presumiblemente fueron ocupadas de forma intensa por los mayas, los cuales formaron un extenso imperio de ciudades-Estado en Yucatán y Centroamérica entre el año 2000 a. C. y el 900 d. C. Sus descendientes aún viven en la Península.
Los tramos quinto y sexto están trazados a lo largo de la costa caribeña, repleta de complejos turísticos. Pero en el séptimo y último tramo, que pasa cerca de las ruinas de Calakmul en la selva, también podrían hallarse gran número de restos.
Hasta ahora no se ha informado cuántos artefactos se han encontrado en los otros tramos del proyecto.
Los expertos ya conocían la existencia de algunos de los sitios anunciados el jueves, pero otros son nuevos.
Se pretende que el tren conecte los centros turísticos de las playas del Caribe con el interior de la Península, en el cual hay ruinas y poblaciones indígenas, en un intento por estimular el desarrollo económico en torno a sus 15 estaciones. El Gobierno dice que costará hasta seis mil 800 millones de dólares, pero otros dicen que será mucho más.
Los críticos afirman que López Obrador impulsó a fuerzas el proyecto sin un estudio adecuado de sus efectos sobre el medio ambiente, las cuevas subterráneas conocidas como cenotes y las ruinas.
Algunos tramos de la ruta ya tienen vías, y el instituto dijo que algunos artefactos ya habían sido alterados por la construcción del ferrocarril hace décadas. Pero otros tramos atravesarán terrenos selváticos delicados, aunque serán paralelos a carreteras o líneas de transmisión eléctrica ya existentes. Incluso donde existe una antigua línea de ferrocarril, el proyecto supone la actualización de las vías y la construcción de nuevas estaciones.
Algunas comunidades mayas han impugnado el proyecto, alegando que causará daños ambientales. También dicen que no se les consultó de manera adecuada sobre el mismo o que no participarán de sus beneficios.