Los resultados mostraron que, a corto plazo, se registraron una diversa gama de problemas neuropsiquiátricos. El 95 por ciento de los pacientes con COVID-19 clínicamente estaban estables, pero presentaban trastornos de estrés postraumático o afectivos.
Madrid, 5 de marzo (EuropaPress).- Una investigación dirigida por la Universidad Oxford Brookes (Reino Unido) ha descubierto que una gran proporción de los supervivientes de la COVID-19 se verán afectados por complicaciones neuropsiquiátricas y cognitivas.
En su trabajo, publicado en la revista Frontiers in Psychology, estos psicólogos evaluaron trabajos de investigación publicados para conocer mejor los posibles efectos de la infección por el SARS-COV-2 en el cerebro, y la medida en que las personas pueden experimentar problemas de salud mental a corto y largo plazo.
El estudio ha evidenciado que, a corto plazo, se registraron una amplia gama de problemas neuropsiquiátricos. En un estudio examinado, el 95 por ciento de los pacientes de COVID-19 clínicamente estables presentaban un trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otros estudios descubrieron que entre el 17 y el 42 por ciento de los pacientes experimentaban trastornos afectivos, como la depresión.
?Neuropsychiatric and Cognitive Sequelae of COVID-19 https://t.co/sNNgr182CO
— Κασσάνδρα Παρί پری (@DrKassandraPari) March 3, 2021
Los principales problemas cognitivos a corto plazo fueron el deterioro de la atención (señalado por el 45 por ciento de los pacientes) y el deterioro de la memoria (entre el 13 y el 28 por ciento de los pacientes).
A largo plazo, los problemas neuropsiquiátricos fueron principalmente los trastornos afectivos y la fatiga, así como el deterioro de la atención (señalado por el 44 por ciento de los pacientes) y de la memoria (señalado entre el 28-50 por ciento de los pacientes).
«Entender las consecuencias neuropsiquiátricas y cognitivas de la COVID-19 es importante, ya que millones de personas se han visto afectadas por el virus y muchos casos pasan desapercibidos. Estas patologías afectan a la capacidad de las personas para trabajar con eficacia, conducir, gestionar las finanzas, tomar decisiones con conocimiento de causa y participar en las actividades familiares cotidianas. Si solo una fracción de los pacientes experimenta complicaciones neuropsiquiátricas, el impacto en los servicios de salud pública podría ser significativo», explica uno de los autores de esta investigación, Sanjay Kumar, profesor titular de psicología de la Universidad Oxford Brookes.