Los cálculos realizados por los científicos apuntan a que el cohete es de origen chino y fue utilizado durante una misión espacial a la Luna realizada en el año 2014.
Por Julián Castillo
Los Ángeles, 1 de julio (La Opinión).- El 4 de marzo de este año un cohete fuera de control impactó en la superficie de la Luna luego de que durante meses los científicos de las diferentes agencias espaciales siguieran su desplazamiento.
Los restos del cohete en cuestión no eran para nada nuevos pues se trataban de componentes que se encontraban flotando en el espacio desde hacía al menos unos siete años. No obstante, el misterio en este caso radica en que pese a todo el tiempo que ha transcurrido aún no se ha podido precisar cuál es el origen de dicho cohete.
Si bien en un principio se pensó que se trataba de un cohete Falcon 9 propiedad de la compañía SpaceX, propiedad del multimillonario Elon Musk, investigaciones posteriores descartaron esta posibilidad.
Nuevos cálculos han apuntado a la posibilidad de que se trate de un cohete chino que formó parte de la misión Chang’e-5, ocurrida en el año 2014 y que fue la primera de ese país en traer de regreso a la Tierra muestras de la Luna.
Pese a esto, las autoridades chinas han rechazado la hipótesis asegurando que no se trata de uno de sus cohetes.
IMPACTO DOBLE
Nuevas imágenes publicadas por la NASA muestran que pese a lo que se esperaba, el sitio de impacto del cohete no cuenta con uno, sino con dos cráteres, algo que causó sorpresa dentro de la comunidad científica. La teoría de los expertos es que el cohete se rompió, generando así dos piezas que fueron capaces de chocar contra la superficie lunar en ubicaciones cercanas.
Algo poco conocido es que no se trata de la primera oportunidad en la que los restos de un cohete utilizado durante una misión espacial choca contra la Luna. Según datos de la Universidad Estatal de Arizona, los restos de al menos 47 cohetes han terminado en la Luna desde que los seres humanos llegaron al espacio.
A esto se suman también los desechos fisiológicos de los astronautas que formaron parte de las misiones Apolo, los cuales en conjunto suman unas 96 bolsas de excrementos selladas al vacío.