¡3… 2… 1! Mientras que una gran parte del mundo apenas comienza los preparativos para recibir el 2022, muchos países ya se encuentran en el primer día de un nuevo año.
Ciudad de México, 31 de diciembre (AP).– Con llamativos fuegos artificiales y celebraciones discretas, y a veces con mascarillas para protegerse del coronavirus, el mundo comenzó a pasar de 2021 a 2022. Mientras la variante Ómicron afianza su dominio, muchos se aferran a la esperanza de que el Año Nuevo traiga días mejores.
Algunos habitantes de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, fueron hasta los hoteles de lujo frente al Burj Khalifa, la torre más alta del mundo, para presenciar un espectáculo de fuegos artificiales y luces láser.
«Si no celebras, la vida pasará de largo», dijo Lujain Orfi, un turista de 26 años procedente de la ciudad santa de Medina, en Arabia Saudí.
En la capital serbia, Belgrado, se reunieron grandes multitudes para asistir a conciertos al aire libre y espectáculos de fuegos artificiales y luces. A diferencia de otros lugares de Europa, aquí se permitieron las concentraciones masivas.
En Japón, las personas —usando mascarillas— abarrotaron templos y santuarios, cenaron y bebieron en el centro de Tokio y colmaron las zonas comerciales.
«Espero que las fiestas sean bendecidas para todos nosotros», dijo Naoki Matsuzawa, un escritor que vive en Yokohama, al suroeste de Tokio. Tiene previsto pasar los próximos días como voluntario cocinando y repartiendo comida de Año Nuevo a los ancianos.
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