Exhibirán cráneo humano y caracol de época prehispánica en Oaxaca

01/07/2011 - 7:17 pm

Oaxaca, 1 Jul. (Notimex).- Tras la recuperación, en 2001, de un cráneo humano y caracol grabados de la época prehispánica al estilo de los códices mixtecos, piezas que fueron sacadas del país hace 15 años, por primera ocasión serán exhibidas, durante tres meses, en el Museo del Sitio de la zona arqueológica de Monte Albán, en Oaxaca.

Bajo el título «Un cráneo y un caracol de estilo Mixteca-Puebla», esta exposición muestra el proceso de recuperación de este par de objetos, los cuales regresaron al país gracias al Tratado Bilateral de Cooperación entre México y Estados Unidos (1970), que permite la recuperación de patrimonio cultural sustraído ilegalmente.

Estos objetos, que son los primeros fuera de su contexto original que se estudian de manera acuciosa, son presentados al público en compañía de los resultados de la investigación que reconstruye su saqueo, a partir de un análisis de antropología física, iconografía e incluso de neurología.

En un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el experto responsable del peritaje arqueológico de las piezas, Francisco Sánchez Nava, detalló que tras el procedimiento jurídico de ambos objetos el INAH inició su análisis desde que tuvo el primero contacto con las piezas, en 1998.

Sánchez Nava anotó que recuperar los datos de una pieza fuera de su contexto es complejo; sin embargo, “cuando se jalan los hilos adecuados se puede reconstruir buena parte de la historia cultural de los objetos y sacar información relevante, como en este caso».

El ex director de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas refirió que ambas piezas son excepcionales, ya que datan del periodo Posclásico medio (1200-1400 d.C), razón por la que consideró necesario integrar un equipo multidisciplinario que pueda recuperar la información que guardan este par de objetos.

Recordó que en un principio, con base en opiniones de colegas y de expertos en el tema, así como en su experiencia profesional, se estableció que ambas piezas son de tradición Mixteca-Puebla, dato con el que se comenzó una serie de estudios.

Respecto al cráneo, que fue sacado del país cubierto con una máscara del luchador «Ocatagón», el especialista explicó que los antropólogos proporcionaron información general como edad, sexo y tipo de herramienta con la que fue grabado.

Sánchez Nava detalló que se trata de un hombre de entre 28 y 30 años, el cual fue decapitado.

«Los estudios revelaron que la pieza ósea posteriormente fue desollada y luego grabada. Asimismo, determinaron que las incisiones fueron hechas con herramientas de obsidiana, pedernales y alguna punta metálica muy fina», añadió el arqueólogo.

Abundó que durante las investigaciones participó un neurocirujano, quien advirtió una deformación congénita y una cultural creada por un hombre en el cráneo, razón por la que adquirió una forma singular con un hueso adicional.

«Los arqueólogos concluimos que el personaje debió ser una persona singular en la comunidad y por eso pudo haber sido escogido para grabar su cráneo», comentó.

De las imágenes grabadas en el cráneo, mencionó que expertos en iconografía mixteca concluyeron que se trata un discurso relacionado con un culto a los ancestros.

«Los motivos -anotó- entrelazan una historia donde aparece lo que el epigrafista Maarten Jansen denomina ‘serpiente de visiones’, un concepto que hace referencia a rituales en los que individuos entran en trance y conjuran a sus ancestros; es así que el cráneo pudo haber sido el vínculo para establecer una comunicación con los antepasados.»

Referente al caracol, el especialista del INAH indicó que cuanta con un tamaño singular, casi 50 centímetros de longitud, y que el biólogo Óscar Polaco identificó que se trata de una especie del Caribe mexicano.

Sánchez Nava apuntó que para este caso se contó con la asesoría de las biólogas Belem Zúñiga y Norma Valentín, quienes a partir de la comparación con otras piezas semejantes estudiaron la forma en la que se grabó.

«En el caracol está representado un personaje que lleva un cráneo y una especie de altar, mientras que del otro lado hemos interpretado la imagen de una cara de Tláloc. Evidentemente es un objeto ceremonial para realizar un ritual dedicado a los ancestros para obtener dones» precisó el experto.

No obstante, el especialista puntualizó que es difícil determinar si ambas se usaron en un mismo ritual, «lo único que se sabe es que son de la misma región y de la misma temporalidad. Además, a partir del análisis iconográfico se han identificado analogías entre las inscripciones de ambas piezas».

Para determinar el lugar de procedencia de los dos objetos prehispánicos, añadió, se efectuaron análisis de la arcilla que los cubría, a cargo del doctor José Luis Ruvalcaba, del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México, con los que se determinó que son de la Mixteca Alta, toda vez que el tipo de tierra es característica de esa región.

Finalizó que lo más grato de estos bienes culturales es que pudieron haber quedado en una vitrina en otro país, donde se admiraría de manera personal y clandestina, «ahora se está cumpliendo con la función de socializar el conocimiento con esta exposición, a fin de que la comunidad se apropie nuevamente de este patrimonio».

La muestra «Un cráneo y un caracol de estilo Mixteca-Puebla» fue inaugurada en días pasados en el marco de la VI Mesa Redonda de Monte Albán, donde además se presentó la obra editorial de esta investigación editada por el INAH.

 

Redacción/SinEmbargo
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