El ejército de Estados Unidos pudo empujar las entregas rápidamente aprovechando la existencia de depósitos militares preexistentes listos para ser enviados en aviones C-17 a unas seis diferentes bases ubicadas en países fronterizos con Ucrania, principalmente Polonia y Rumania.
Ciudad de México/Lviv, 6 de marzo (SinEmbargo/AP).– En menos de una semana, los Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han conseguido enviar, de acuerdo con el New York Times más de 17 mil armas antitanques, incluidos misiles Javelin, a través de la frontera con Polonia y Rumania con Ucrania, el país que se ha visto asediado en la última semana y media por tropas rusas que comenzaron la invasión hace dos jueves.
Las armas han sido descargadas de «aviones militares gigantes» para poder iniciar su viaje por tierra hacia Kiev, la capital ucraniana, y otras ciudades importantes, reveló el periódico estadounidense en un reportaje publicado este domingo. Las fuerzas rusas, indicó el diario, han estado tan preocupadas con otras partes del país que están invadiendo que no han dirigido sus esfuerzos a las líneas de alimentación de armas, aunque «pocos» piensan que durarán.
«Escondidas en bases alrededor de Europa del Este, las fuerzas de cibercomando de los Estados Unidos, conocidos como ‘equipos de cibermisión’, se encuentran en posición para interferir con los ataques digitales y de comunicaciones de Rusia, aunque identificar su tasa de éxito es difícil», explicó el NYT.
Cuando el Presidente Joe Biden aprobó una ayuda militar de 350 millones de dólares el 26 de febrero, el 70 por ciento de ella se entregó en cinco días. «La velocidad es considerada esencial», reportó el diario sobre la opinión de los funcionarios involucrados.
El equipo, incluido armamento antitanques, tenía que pasar por el oeste de Ucrania antes de que las fuerzas de aire y tierra rusos atacaran los envíos. «Conforme Rusia conquiste más territorio, más difícil será distribuir armas a las tropas ucranianas», explicó el diario estadounidense.
El ejército de Estados Unidos pudo empujar las entregas rápidamente aprovechando la existencia de depósitos militares preexistentes listos para ser enviados en aviones C-17 a unas seis diferentes bases ubicadas en países fronterizos con Ucrania, principalmente Polonia y Rumania.
Mientras tanto, apenas este domingo, el segundo intento de evacuar una ciudad del sur de Ucrania fracasó debido al insistente cañoneo de las fuerzas rusas, informó el domingo un funcionario ucraniano.
Las evacuaciones del puerto de Mariupol iban a comenzar al mediodía hora local (1000 GMT) durante una tregua que se iba a dar entre las 10:00 horas y las 21:00 horas habían dicho anteriormente autoridades ucranianas.
Anton Gerashchenko, asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, dijo que las evacuaciones en corredores humanitarios designados fueron suspendidas debido a los cañoneos.
“No puede haber corredores humanitarios porque solo los cerebros enfermos de los rusos deciden cuándo disparar y contra quién”, escribió Gerashchenko en Telegram.
Otro intento de evacuación, en Volnovakha, fracasó el domingo, también por los cañoneos y bombardeos de los rusos.
Por otra parte, el servicio de seguridad de Ucrania indicó que las fuerzas rusas están disparando cohetes contra un instituto de física en la ciudad Járkiv, donde hay materiales nucleares y un reactor.
El Presidente ucraniano Voldymyr Zelensky reiteró su pedido de que la comunidad internacional imponga una zona de prohibición de vuelos sobre Ucrania. La OTAN hasta ahora ha descartado esa posibilidad por temor a que ello la arrastre a la guerra.
“El mundo tiene la fuerza para cerrar nuestros cielos”, expresó Zelenskyy en un mensaje grabado por video.
El Presidente ruso Vladimir Putin advirtió el sábado que una declaración de cerrar el espacio aéreo ucraniano sería considerada un acto hostil.
Mientras tanto, se intensificaba la presión económica sobre Moscú y los diplomáticos viajaban por Europa en un intento de poner fin a la guerra.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, pasó el fin de semana visitando estados miembros de la OTAN en el este de Europa, a los que han llegado 1.5 millones de refugiados desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero. El responsable de la agencia de refugiados de Naciones Unidas describió el éxodo como “la crisis de refugiados de mayor crecimiento en Europa desde la II Guerra Mundial”.