A raíz de la guerra entre Ucrania y Rusia, la crisis energética de Europa ha alcanzado niveles insospechados. Hoy, la región se prepara para combatir las consecuencias de una dependencia energética que les obliga a tomar acciones desesperadas.
Madrid/Nueva York/Ciudad de México, 29 de julio (Europa Press/AP/SinEmbargo).– El Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, pidió hoy a la gente no usar corbata para ahorrar energía. No se trataba de vestir un tanto informalmente por ser viernes, dijo, sino para reducir el consumo de energía. Aunque no explicó la relación entre la corbata y el ahorro de energía.
“Me gustaría que vieran que no llevo corbata. Eso significa que podemos todos también ahorrar desde el punto de vista energético”, aseguró. Y pedirá a sus ministros y funcionarios prescindir de la prenda “cuando no sea necesario”.
El aumento de los costos de la energía en hogares y negocios ha sido un problema grave en España, sobre todo desde la invasión rusa de Ucrania, pero no sólo por eso. Sánchez dijo que el Gobierno presentará el mes próximo un nuevo plan para ahorrar energía, pero no entró en detalles. Afirmó que el objetivo del plan era reducir las cuentas de servicios públicos y también la dependencia energética hacia Rusia.
Pero no sólo son las corbatas de Sánchez. Todo Europa se prepara para apagar estufas, refrigeración, fuentes públicas y hasta elevadores. Las albercas estarán frías y Alemania ya no ofrecerá regaderas con agua caliente en los baños públicos.
La falta de autosuficiencia energética ha cobrado factura a toda la Unión Europea.
Alemania depende como ningún otro país europeo de su vecino del norte: sin el gas ruso simplemente no hay marcha. Más de la mitad de su suministro de gas provenía de Rusia antes de la invasión de Ucrania. El gas ruso barato era un pilar de la poderosa industria de Alemania. El país estaba contento con su dependencia y era tan así, que funcionarios alemanes habían planeado duplicar la apuesta con un segundo oleoducto. Relajaron su soberanía energética. Ahora lo lamentan.
En toda Europa, los pueblos y ciudades están encontrando diferentes formas de ayudar a los ciudadanos a reducir el consumo de energía. Barcelona está ofreciendo evaluaciones de eficiencia en el hogar, mientras que Varsovia está subsidiando hogares que reemplazan estufas de combustibles fósiles con bombas de calor. En la región de Meurthe-et-Moselle, en el este de Francia, una docena de pueblos han estado apagando sus farolas a medianoche.
Pero en Alemania las cosas irán más lejos porque su dependencia energética fue una decisión de Estado: apagaron la energía nuclear y abandonaron el carbón. Ahora se arrepienten. “Fuentes secas, piscinas frías, ¿menos cerveza? Los alemanes avanzan de puntitas por el camino del ahorro de energía”, dice este día The New York Times.
“Alemania no es el único país europeo que se enfrenta a decisiones impopulares. Bélgica ha revertido la eliminación gradual de la energía nuclear, extendiendo la vida útil de dos reactores en una década. En los Países Bajos y Austria, los funcionarios están cambiando a centrales eléctricas de carbón que habían sido cerradas o programadas para su eliminación, una medida que podría socavar el plan de Europa de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050”, sostiene el reportaje.
Europa Press da cuenta de cómo hoy el Gobierno español anunció que aprobará el lunes un paquete de medidas urgentes para la eficiencia y el ahorro energético. El Presidente del Gobierno dijo que el plan ha sido ya debatido entre los ministerios implicados. ¿De qué se trata? De medidas urgentes para la eficiencia y el ahorro energético. “Ahorrar energía es una tarea de todos y es prioritario”, dijo Sánchez. Reducir la factura energética contribuye, dijo, “a reducir la dependencia del agresor, Putin, y a doblegar la curva de la inflación”.
Sánchez ha evitado decir si las medidas de contención serán obligatorias o solamente voluntarias. El Confidencial afirma: “Eso sí, ha asegurado que ‘queremos ahorrar’ para evitar recortes. ‘Tenemos que ahorrar un 7 por cierto y tenemos que vernos involucrados todos’, insistió, enumerando a todas las administraciones, tanto general como autonómicas y municipales, y a las empresas. Fuentes del Ejecutivo apuntan a que se trataría de medidas obligatorias, en línea con las aplicadas ya en la administración central, como no fijar el termostato del aire acondicionado por debajo de los 27 grados, aplicándose en comercios, hoteles, medios de transporte, supermercados o cualquier empresa, así como cartelería para informar sobre medidas de ahorro, como el uso preferente de las escaleras en lugar del ascensor, el fomento del teletrabajo o la optimización de la iluminación”.
El Canciller Olaf Scholz se comprometió a aumentar los subsidios de vivienda y proteger a los inquilinos de los desalojos por facturas de calefacción impagas. Esta semana, Múnich anunció un “bono de energía” de 100 euros para los hogares que reduzcan su consumo anual en un 20 por ciento, y su empresa de servicios públicos lanzó una competencia de ahorro de energía para los clientes este otoño. Los alemanes parecen estar respondiendo.