Una verdadera estrella de las letras contemporáneas, no obstante lo cual sigue con un proyecto literario en donde se destacan la experimentación y la enorme rebelión contra el adocenamiento y el cliché
Ciudad de México, 18 de junio (SinEmbargo).- Al peruano Santiago Roncagliolo (Lima, 1975), el éxito editorial tal vez le llegó demasiado. Un joven dorado de la literatura latinoamericana, proveniente para más datos de una familia acomodada, era cuando ganó el Premio Alfaguara por Abril Rojo.
Desde entonces se ha consolidado como una figura estelar de las letras contemporáneas en español, que regresa este año con La noche de los alfileres (Alfaguara), una historia de juventud que enfrenta al bien con el mal y que desenvuelve, como le gusta, en la atmósfera de un thriller, coincidiendo tal vez sin pensarlo con el guatemalteco Rodrigo Rey Rosa, quien dice aquello de que “toda novela debe ser un thriller”.
De Roncagliolo y su literatura se han dicho muchas cosas buenas. Sin embargo, poco se ha valorado la sustancia de un proyecto literario que mediante prueba y contraprueba lo convierte en un gran experimentador.
Lejos de arroparse en sus laureles, los libros de Santiago marcan una potente línea de evolución que permite siempre esperar algo mejor para el futuro. De hecho, La noche de los alfileres lo muestra en su mejor forma, con la narrativa en tiempo presente de un pasado traducido en diálogos creíbles y formidables, donde además de cuestionar el sentido cierto de una masculinidad de cliché, describe con emoción un Perú siempre atosigado por la violencia y la convulsión política.
Llegó al restaurante Padam, de La Condesa, en medio de una lluvia torrencial, acompañado por Miriam Baca, la jefa de prensa de Alfaguara. No pudo resistirse al salmón empapelado del chef chileno Eduardo Loyola y propició un diálogo tenaz y estimulante, al compás de un vino blanco del sur.
Fue una charla cordial sobre los dilemas del autor moderno, en donde además de referirse al profundo contenido psicológico de sus historias, Santiago Roncagliolo contagió de esa emoción profunda que embarga a quienes como él ejercen un oficio con convicción y porfía.
¿Quién es Santiago Roncagliolo? Con apenas dos años su familia fue deportada a México por el gobierno militar. Regresó al Perú años después, donde publicó sus primeras novelas infantiles y su primera obra de teatro Tus amigos nunca te harían daño. En el 2000 se trasladó a Madrid y de ahí, a Barcelona donde reside actualmente. Desde su llegada a España ha trabajado como guionista, traductor y periodista y ha obtenido un amplio éxito con sus novelas.
Es autor de varios libros infantiles como Rugor, el dragón enamorado (Alfaguara, 1999), La guerra de Mostark (Santillana, 2000) y Matías y los imposibles (Siruela, 2006). Su primera novela fue El príncipe de los caimanes (Ediciones del Bronce, 2002) y el libro de cuentos Crecer es un oficio triste (Ediciones del Bronce, 2003). Su novela Abril Rojo (Alfaguara, 2006) lo convirtió en el ganador más joven del Premio Alfaguara de Novela. Ha traducido obras de Genet, Gide y Theroux entre otros.
En 2011, la traducción británica de Abril rojo (Alfaguara, 2006) fue incluida por el jurado en la lista de los 15 finalistas premio Independent Foreign Fiction Prize (Premio Independiente de Ficción Extranjera). Es uno de los galardones ingleses más prestigiosos y reconoce la mejor traducción de una novela publicada en el Reino Unido a lo largo del año anterior.
En 2014, publicó La pena máxima (Alfaguara) un thriller que combina fútbol y política durante la celebración del mundial de fútbol de Argentina 1978. En esta novela reaparece el personaje de Félix Chacaltana, protagonista de Abril rojo.
Su obra Pudor fue adaptada al cine por los hermanos Tristán y David Ulloa y ha participado en el guión de Extraños. Sus obras han vendido más de 150.000 ejemplares y se han traducido a más de veinte idiomas.