Marvel presenta en los cines esta cinta sobre un niño chino que fue instruido en las artes marciales y que, ya como adulto y con una vida completamente normal en San Francisco, debe afrontar los oscuros secretos de su familia.
Por David Villafranca
Los Ángeles, 2 de septiembre (EFE).- Marvel, la mayor maquinaria de taquillazos en el cine de los últimos años, abraza la cultura y la identidad asiáticas con la película Shang-Chi and the Legend of the Ten Rings, una cinta con la que esta enorme saga de superhéroes refuerza su apuesta por la inclusión.
«Definitivamente soy optimista respecto al progreso de la representación y la diversidad en Hollywood», dijo a Efe la actriz Awkwafina, coprotagonista de Shang-Chi junto a Simu Liu.
«Creo que películas como esta, aunque no simbolicen que estemos ya ahí, se añaden a esta especie de colección más grande de películas que esencialmente validan ciertas experiencias. Yo tuve el honor de estar en Crazy Rich Asians (2018), The Farewell (2019) y Raya and the Last Dragon (2021) y todas estas forman parte de ese mural», añadió.
Después del fenómeno de Black Panther (2018), Marvel presenta en los cines esta cinta sobre un niño chino que fue instruido en las artes marciales y que, ya como adulto y con una vida completamente normal en San Francisco (EU), debe afrontar los oscuros secretos de su familia.
Simu Liu da vida a este superhéroe y, junto a Awkwafina, aparecen aquí otros actores de mucho peso como Tony Leung y Michelle Yeoh.
A los mandos de Shang-Chi se puso el director Destin Daniel Cretton, que tras joyas «indie» como Short Term 12 (2013) toma ahora el control de una gran superproducción de Hollywood.
LEALTAD ENTRE AMIGOS
Lejos de la habitual y manida historia romántica entre los dos protagonistas, Shang-Chi muestra la amistad a prueba de bombas entre Shang-Chi y Katy, el personaje de Awkwafina, algo que la actriz definió como «lealtad» entre ambos.
«Creo que cuando Shang-Chi llegó a San Francisco tenía que encontrar algo así como una familia de acogida. Creo que esa lealtad es la misma lealtad que encuentras entre dos personas que son mejores amigos y también en tu familia», argumentó.
«Me parece que sin esa lealtad no podrían ser tan cercanos el uno del otro y creo que sin esa lealtad Katy no hubiera confiado en él para ir (en su aventura) y para arriesgar su vida por ayudar a Shang-Chi a averiguar lo que él necesita averiguar», añadió.
Katy ofrece el contrapunto cómico y alocado a la traumática historia de Shang-Chi.
En este sentido, Awkwafina admitió entre risas que su personaje está un poco perdido en general.
«Creo que Katy tiene ciertas frustraciones con su vida, pero creo que la mayor parte de ellas las sortea de una manera bastante libre», afirmó con una sonrisa al sostener que su personaje también pasa por «una transformación similar» a la de Shang-Chi.
SIMU LIU, EL ELEGIDO
Después de más de 20 películas de Universo Cinematográfico de Marvel (MCU), este gigante bajo el paraguas de Disney escogió al canadiense nacido en China Simu Liu para ser su primer protagonista de origen asiático.
La presión en torno a todo lo que dice o hace Marvel suele ser abrumadora, especialmente en las redes sociales, pero Awkwafina defendió a capa y espada a su compañero.
«Simu tenía todo el background físico que necesitas, tiene ese background de artes marciales y de acrobacias», explicó.
«Pero eso es solo una parte de lo que requiere este personaje. Lo que Shang-Chi necesitaba era alguien que tuviera pasión pero que también tuviera un monólogo interno constante, que fuera vulnerable y que mostrara esos sentimientos a flor de piel», contó.
LA FALSA ILUSIÓN DE DIVERSIDAD
Aunque Hollywood se ha dado cuenta por fin de la necesidad de que sus películas sean más diversas (y del negocio que puede obtener gracias a eso), Awkwafina reflexionó sobre «la ilusión de la diversidad», es decir, esas cintas que presentan una apariencia de inclusión con personajes estereotipados, sin contexto y solo para quedar bien.
En su opinión, Shang-Chi es justo lo contrario: un intento honesto y sincero por reflejar la complejidad de la cultura asiática.
«Una película como Shang-Chi integra muchas experiencias diferentes dentro de la experiencia de ser asiático, ya que esto es en sí mismo una experiencia muy diversa», indicó.
«Aquí tenemos a Katy, que es asiática-estadounidense; a Shang-Chi, que está como gestionando dos identidades, y a los roles de Michelle y de Tony, que representan esas identidades por completo. Hay autenticidad en la diversidad de estas perspectivas. Cuando contamos historias sobre la experiencia asiática tenemos que hacerlo con ese espectro en mente y creo que esta cinta lo hace», cerró.