Alejandro De la Garza
16/04/2022 - 12:03 am
El patriarcado editorial y literario
El informe Mujeres en Poder de la Palabra permite visibilizar el papel de las mujeres en el proceso creativo del mundo literario y en el ejercicio de las tareas periodísticas en el contexto de una sociedad mayoritariamente sexista y claramente patriarcal.
Pendiente del techo de la Casa Refugio Citlaltépetl, el escorpión escucha sobre la arraigada inequidad de género en la industria editorial y en el periodismo cultural de nuestro país, donde los suplementos publican, reseñan y recomiendan textos y libros de escritores en una proporción de tres (y hasta cuatro) a uno en relación con las obras de escritoras. Un inveterado patriarcado literario manifiesto desde el Diccionario de escritores mexicanos siglo XX (UNAM), donde se registran 439 autoras contra mil 745 escritores.
¿Qué pasa entonces con las escritoras de mediados del siglo pasado a la fecha, dónde están sus nombres, sus obras, las reseñas de sus libros?, pregunta el alacrán, cuando el citado Diccionario, en su edición 2019, asegura ofrecer información sobre “nuestros hombres de letras, además de biógrafos, críticos, cronistas, filósofos, historiadores y periodistas”, ¡todos hombres! Ésta documentada información fue presentada por el PEN Internacional y la UNESCO en su informe Mujeres en Poder de la Palabra, investigación desarrollada en cinco países (Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y México), bajo la conducción de Alicia Quiñones, directora regional del PEN Internacional para las Américas, y editada por la reconocida periodista y escritora Irene Selser.
Para el caso de México, el equipo fue coordinado por la escritora Angélica G. Altuzar, titular del PEN-Chiapas, y se abocó a la medición de los contenidos de seis números (agosto a septiembre de 2021), de cuatro suplementos culturales: La Jornada Semanal y Letra S (La Jornada); Laberinto (Milenio) y Confabulario (El Universal). Los resultados son contundentes: estos suplementos publicaron en ese lapso 35 por ciento de poesía de autoras contra 65 por ciento de poesía de autores; 28 por ciento de reseñas de libros escritos por mujeres contra 72 por ciento de reseñas de libros escritos por hombres. Sus artículos fueron 31 por ciento de mujeres contra 69 por ciento de hombres, mientras 29 por ciento de los libros recomendados o citados fueron de autoras y 71 por ciento de escritores. En el total final, 32 por ciento de las publicaciones fueron de autoras y 68 por ciento de autores.
Otro aspecto notable de esta inequidad literaria y editorial se ve reflejado en la entrega de premios literarios. Con base en su antigüedad y en el mayor monto del reconocimiento, la investigación analiza 10 Premios Nacionales (todos los de Bellas Artes más el López Velarde de poesía y el Nezahualcóyotl para lenguas indígenas) y cuatro Premios Internacionales (Alfonso Reyes, Villaurrutia, Ruiz de Alarcón y el Iberoamericano López Velarde). El concentrado del resultado de estos premios, desde su creación hasta el 2020, muestra 74 por ciento de escritores galardonados (446) y 26 por ciento de escritoras premiadas (153). El premio Reyes tiene el menor número de mujeres ganadoras, con sólo 11 por ciento.
El escorpión se marea con tanta cifra mientras pende de una viga del techo de la Casa Refugio Citlaltépetl, donde escucha la presentación del informe; no obstante, barrunta una conclusión clara: el informe Mujeres en Poder de la Palabra permite visibilizar el papel de las mujeres en el proceso creativo del mundo literario y en el ejercicio de las tareas periodísticas en el contexto de una sociedad mayoritariamente sexista y claramente patriarcal, y si bien la investigación no es exhaustiva, está basada en análisis cuantitativos y cualitativos, conforma una muestra representativa y mide una realidad pertinaz de inequidad de género.
Ante un patriarcado literario y editorial arraigado con hondura, la desigualdad de género en estos campos es grave y debe ser abordada por las editoriales, las revistas literarias, los periódicos y los organizadores de los premios literarios en la región, señala el documento. El alacrán invita al lector a profundizar en esta publicación en la página mexicana del PEN Internacional, donde encontrará muchos otros temas importantes de cada país. Por ejemplo, la perspectiva aún más profunda y radical añadida por el PEN-Chiapas pluricultural sobre la invisibilización de las mujeres escritoras en lenguas indígenas, desplazadas al margen aún por los propios escritores en lenguas nacionales.
El venenoso comprueba entonces cómo la brecha histórica entre hombres y mujeres en México respecto a la educación, la cultura, la academia y demás áreas de la vida, perdura y se refleja también en la actividad literaria. En nuestro país es una constante el hecho de invisibilizar a la mujer y soslayar sus esfuerzos por ganarse un lugar en cualquier ámbito del conocimiento y de la práctica. Un alto porcentaje de instituciones académicas y culturales, industrias editoriales y medios de comunicación apenas comienzan a hacer conciencia de esa inequidad perpetuada por años.
“Sin la plena y libre expresión de la creatividad y el conocimiento de las mujeres, la humanidad está llena de carencia y aflicción”, dice el Manifiesto de la Mujer del PEN Internacional, y el escorpión sabe, además, que sin la creatividad y la imaginación de las mujeres vivimos en un mundo precario, empobrecido, limitado, incompleto y, en última instancia, falso.
más leídas
más leídas
entrevistas
entrevistas
destacadas
destacadas
sofá
sofá