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El nobel Abdulrazak Gurnah critica que en Europa se vea a refugiados como criminales

22/03/2022 - 2:06 pm

El Nobel de Literatura Abdulrazak Gurnah habló sobre cómo algunas naciones de Europa no le han abierto los brazos a los refugiados y también cuestionó «el provincianismo de la Academia Sueca”.

Ciudad de México, 22 de marzo (SinEmbargo).–Abdulrazak Gurnah, Premio Nobel de Literatura en 2021, señaló que en algunas partes de Europa hay una reticencia hacia los refugiados que vienen del sur del mundo, que responde a un postura racista de los naciones a donde llegan estas personas, quienes muchas veces son vistas como criminales.

“Los migrantes no van solamente a Europa, los europeos han migrados a muchos otros países del mundo durante siglos, pero hay esa reticencia hacia los extraños, no es ninguna novedad y en este caso también tiene mucho que ver con la distancia de las personas que vienen del sur del mundo y creo que, en otras palabras, esta reticencia responde a un cierto racismo contra la aparición de estas personas en Europa”, comentó el escritor nacido en Tanzania y residente en Reino Unido durante una rueda de prensa con medios latinoamericanos y de España.

Gurnah precisó que si bien no todos los países han respondido así, ya que expresó que Alemania “lo hizo muy bien” con la acogida de los sirios y España y Portugal también han recibido a muchas otras personas, pero, señaló, “algunos países no lo han hecho, en algunos países se habla de estos movimientos de personas como si fueran delincuentes, como si fueran personas que están aquí para provocarnos daños, para robarnos la prosperidad o algo así, para arruinar nuestras cómodas vidas”.

La obra de Abdulrazak Gurnah no es ajena a esta temática, de hecho ha escrito sobre el exilio en su obra, la cual fue reconocida en octubre pasado por la Academia Sueca por su «conmovedora descripción de los efectos del colonialismo y la historia de los refugiados en el abismo entre culturas y continentes». En ese sentido, reconoció que el haber recibido este galardón sin duda cambió su vida ya que ahora su obra busca ser leída en distintas partes del mundo en diferentes idiomas.

“Todo el mundo quiere saber cómo me siento, y sí desde luego me ha cambiado la vida, para empezar es un gran honor, me ha hecho muy feliz ganar este premio y sumarme a una lista de autores que tanto admiro y que a mí me parecen que vienen de otros lugares, de otras atmósferas del mundo y ahora me dicen, ‘muy bien, ahora puedes entrar a este club’. Me parece fantástico, es maravilloso y también es maravilloso que haya tantas personas que quieran leer la obra de este autor y además hacerlo a sus propios idiomas”, mencionó.

Gurnah de hecho fue el primer autor africano negro en ganar el Nobel de Literatura en 35 años, algo que a su ver de cuenta de cómo las decisiones en general son «europeas»: «es una expresión del provincianismo de la Academia Sueca”.

“¿Cuántos chinos, indios, chinos o japoneses lo han obtenido? La pregunta debería ser: ¿por qué han sido siempre los europeos o los descendientes de los europeos los que lo han obtenido sistemáticamente? Eso expresa la estrechez de los valores que el Nobel otorga a las ideas no europeas y el provincianismo de la Academia Sueca”.

En las próximas semanas su novela A orillas del mar, una historia sobre “el exilio, el amor y la traición”, llega en español a las librerías de España y Latinoamérica publicada por Salamandra. En este libro cuenta cómo Saleh Omar, un comerciante de 65 años, sale huyendo de la mítica isla de Zanzíbar y llega al aeropuerto de Gatwick con una caja de caoba llena de incienso y un pasaporte falso.

“Para comunicarse con él, los servicios sociales recurren a Latif Mahmud , un poeta experto en suajili, profesor y exiliado voluntario que vive apaciblemente en un apartamento de Londres. Cuando los dos hombres se encuentran en una pequeña ciudad junto al mar, una larga historia de amores y traiciones , seducciones y decepción, azarosos desplazamientos y litigios iniciada mucho tiempo atrás empieza a desenmarañarse”, se lee en la reseña.

En ese sentido, Gurnah habló en la rueda de prensa sobre su interés por las personas que tienen que abandonar sus países por la guerra, la violencia y otras razones e incluso sobre su experiencia personal, cuando a sus 18 años llegó al Reino Unido en 1967 escapando de la represión en Tanzania.

“Yo estoy interesado en movimientos de personas más amplios, personas que tienen que abandonar sus países porque están obligados a ello, por la guerra, la violencia, o por otras razones”, comentó. “Ha sido en parte mi propia experiencia personal por lo tanto es algo que a lo largo de toda mi vida adulta he tenido en mi mente, el tener que lidiar con este desarraigo de estar en otro país, pero hay millones de personas en la misma situación no solamente en Europa, sino en muchos otros lugares del mundo, en América, en Australia, en Sudáfrica. Así que éste es un fenómeno global, no es algo muy específico y muy concreto sino que es algo que llevamos muchísimos años viendo. Ahora tenemos a muchas personas que viajan desde el sur del mundo hacia los países del norte y eso está generando problemas en Europa y eso en términos relativos es una novedad en Europa”.

Cuestionado sobre su postura ante los refugiados ucranianos que han llegado a diferentes naciones de Europa como Inglaterra, donde vive, dijo sentir compasión “cuando se ve algo que es sin duda un ataque cruel y malévolo sobre los hogares de muchas personas, lo único que puedo sentir es que es terrible ser testigos de todo esto”.

“Hay muchos vecinos que han respondido con compasión en muchos lugares del mundo, pero sobre todo en sus países vecinos, pero no todos los pueblo son bien recibidos así, pero desde luego que se puede sentir tristeza al ver cómo una vez más se obliga a estas personas a huir de sus países y perder a sus seres queridos”, refirió.

Abdulrazak Gurnah ahondó, en este punto, que no resulta nada sorprendente que los países europeos muestren más simpatía por los ucranianos, ya que dijo “son sus vecinos, algunos incluso son gente de la misma familia, al menos en algunas zonas de Alemania o de Rumania es así. Hay otra parte de la familia que vive en Ucrania o en Europa y no es sorprendente que haya una mayor simpatía”.

Por ello, reiteró que es triste “que este tipo de hospitalidad, de preocupación humana no se extienda también a los afganos, a los sirios, a los iraquíes que aparecieron en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, que no solamente fueron devueltos después de estar expuestos allí a la intemperie en pleno invierno”.

“Este comportamiento se ha visto y ahora las autoridades polacas están demostrando una preocupación igual a para con personas que vienen de otras zonas no sólo de Ucrania, así que creo que esta publicidad sí ha servido para exponer en cierto modo esta actitud parcial o sesgada hacia las personas que vienen de distintos países y bueno eso es una ventaja”, puntualizó.

Obed Rosas
Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM. Estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras.
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