La pareja integrada por “El H” y su esposa, conocida como “Osiris” o “La Señora” terminó tras los barrotes de una celda, con él muerto y con ella presa.
Ciudad de México, 18 de octubre (SinEmbargo).- El 18 de noviembre de 2018, una noticia rompió la monotonía del domingo. Héctor Beltrán Leyva, líder de una de las dinastías del narco más sanguinarias de México, había muerto en un hospital de Toluca, Estado de México, luego de haber sufrido un ataque cardíaco en prisión.
Conocido como “El H” era uno de los hermanos Beltrán Leyva, quienes habían integrado el cártel narco que llevaba su apellido, tomó control de la organización tras la muerte de su hermano Arturo, “El Barbas”, quien se enfrentó a balazos con elementos de la Secretaría de Marina (Semar) el 16 de diciembre del 2009 en Cuernavaca, Morelos.
Era el líder en un territorio de trasiego de drogas que abarca Sinaloa, Nayarit, Distrito Federal, Morelos, México, Guerrero y Quintana Roo, y que los Beltrán Leyva se disputaban con el Cártel de Sinaloa.
Tras la caída de “El Barbas”, “El H” asumió el poder con el soporte de Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”; Gerardo Vázquez “El Indio” y el brazo ejecutor de Édgar Valdez Virrareal “La Barbie”, quienes apoyaban a su hermano Arturo y que ahora están detenidos.
Con el «H» a la cabeza los Beltrán Leyva se estaban convirtiendo en una organización en decadencia, ya que un año antes de la muerte de “El Barbas” se habían separado y declarado la guerra al Cártel de Sinaloa.
Pero logró resurgir en 2013, según la organización Insight Crime, en alianza con Los Zetas, y asentarse en distintas zonas del noroeste del país, como el mismo Sonora.
LA REINA Y EL CAPO
Además de ser primo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera y pertenecer a uno de los cárteles más peligrosos de México, “El H” era uno de los narcos que se había casado con una reina de belleza, que tras su captura llegó a ocupar una posición en la organización.
Clara Elena Laborín Archuleta nació en Aguaprieta, Sonora, en su juventud fue coronada como la más bella de su estado al ganar el concurso Miss Sonora, lo que despertó su inquietud por la vida de la alta sociedad.
Siempre aspiró a ser «una mujer de sociedad». Después de haber sido coronada reina de belleza se asoció con el representante artístico Guillermo Francisco Ocaña Pradal, quien fue detenido en 2010 por lavado de dinero. La entonces Procuraduría General de la República (PGR), señaló que el también ex conductor era uno de los eslabones entre personas de la farándula con el narcotráfico
Gracias a Ocaña Pradal, Laborín pido organizar eventos por todo lo alto de la sociedad para presentar sus distintos negocios, además de hacer contrataciones de artistas para fiestas infantiles en diferentes ciudades de Sonora.
La ex reina de belleza intentó incursionar en los medios de comunicación en 1997 con una empresa de nombre Rotceh, Noticias y Espectáculos, así como con una revista llamada Jeans de la que sólo se publicaron dos números.
En 2009 fue incluida por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como presunta lavadora de dinero del Cártel Beltrán Leyva.
PAREJA TRÁGICA
El 13 de abril de 2010, un grupo armado secuestró a Elena afuera de una casa en construcción, en Hermosillo, para ser liberada 13 días después. Sus captores la tiraron cerca de la Universidad de Sonora, atada de pies y manos y con los ojos cubiertos, y un narcomensaje al lado en el que se advertía:
«Nosotros te vamos a enseñar a ser hombre y respetar a las familias… Asesino de niños Héctor Beltrán Leyva aquí está tu esposa por quien no quisiste responder. Te la entregamos viva y sana para que aprendas que para nosotros la familia es sagrada, poco hombre culero».
Desde entonces conservó un relativo bajo perfil, pero cuatro años después tras la detención de “El H”. Dejó de ser la reina de belleza para convertirse en “Osiris” o “La Señora”, como se le empezó a llamar cuando ocupó dentro del cártel las funciones que había dejado vacantes su marido, quien fue encarcelado en la cárcel de máxima seguridad de La Palma, donde permaneció hasta el día de su muerte.
Como “La Señora” evitó la fragmentación del cártel así como mantener su territorio en plazas de Guerrero, Morelos, Chiapas, Querétaro, Sinaloa, Jalisco, Quintana Roo, Tamaulipas, Nuevo León y el Estado de México. Su perfil realizado por Insight Crime, señala que también afianzó alianzas con los cárteles de Los Zetas, Juárez y Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Sin embargo, corrió el mismo destino de su marido y fue detenida el 15 de septiembre de 2016.
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