El pasado 24 de febrero de 2022 el Gobierno de Rusia comenzó una invasión en Ucrania, con lo que se concretó el mayor ataque militar contra un estado soberano en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La comunidad internacional ha tenido diversas reacciones entre las que destacan: 1) la condena a la guerra; 2) el apoyo para la población civil afectada y 3) las sanciones impuestas al gobierno ruso en las áreas de negocios, medios de comunicación, entretenimiento y deporte.

En este sentido, las organizaciones internacionales en materia deportiva, que destacan por sus alcances también económicos, de igual forma han reaccionado contra Rusia y Bielorrusia, siendo las más significativas las del Comité Olímpico Internacional (COI) y la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA). Ambas organizaciones suspendieron la participación de atletas rusos en sus competencias, lo que generó un efecto en cascada respecto del abandono de patrocinadores deportivos sobre los deportistas y organizaciones deportivas rusas.

Las medidas y reacciones adoptadas por otros organismos deportivos de alcance internacional pueden resumirse en: 1. condena de la invasión; 2. cancelación y/o reubicación de eventos; 3. restricción de la participación de atletas rusos o su  participación con la condición de que no se haga ninguna asociación con Rusia; 4. suspensión de la membresía de las federaciones deportivas nacionales; 5. suspensión de la representación del liderazgo en las estructuras de gobierno; 6. cancelación y/o suspensión de patrocinadores; 7. retiro de distinciones de honor de representantes gubernamentales, como la que tenía Vladimir Putin en la Federación Internacional de Tae Kwon Do.

Por su parte, México, en su ejercicio plenipotenciario como miembro no permanente del Consejo de Seguridad, condenó la invasión de Rusia a Ucrania y se pronunció a favor de la solución pacífica del conflicto, acción que ha sido replicada en al menos una docena de organismos multilaterales que actualmente discuten esta guerra. No obstante, es importante destacar que nuestro país se ha manifestado en contra de las sanciones y boicots en materia económica toda vez que se convierten en afectaciones directas a la población y, sobre todo, a los más vulnerables. Nuestro país acata exclusivamente las sanciones aprobadas por el Consejo de Seguridad, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.

En concordancia con lo antes mencionado, México se abstuvo en la votación en la que la Asamblea General decidió excluir a Rusia del Consejo de Derechos Humanos tras los acontecimientos en la localidad de Bucha, en los que se acusa de la matanza de cientos de civiles ucranianos, lo que podría incluso derivar en caso de comprobarse las acusaciones en crímenes de guerra o genocidio.

Asimismo, México ha optado por buscar mecanismos de apoyo para nacionales y extranjeros a través del envío de aviones para trasladar población y, en su caso, deportistas en riesgo a territorio nacional, lo anterior con base en el artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos el cual establece que “Toda persona tiene derecho a la cultura física y a la práctica deportiva”, guardando congruencia además con la carta fundamental sobre derechos humanos.

México no concuerda con la exclusión de deportistas, federaciones rusas en las organizaciones, competencias o presentaciones internacionales, toda vez que considera que esto vulnera el espíritu de colaboración y hermandad mundial, afectando a quienes se han preparado para destacar en campos importantes para el desarrollo humano, y discriminando a los individuos por su nacionalidad. De igual forma, el gobierno de México condena el atentado contra los deportistas ucranianos que hoy no cuentan con las condiciones para el desempeño óptimo de sus actividades y que, en el mejor de los casos, son refugiados en algún país.

Respecto de la cancelación o reubicación de eventos deportivos es claro que la motivación de dichos actos es procurar la seguridad de atletas y aficionados, además de fungir como sanciones al Gobierno ruso. En este sentido, nuestro país apoya a sus atletas y busca que las competiciones se realicen en sedes que aseguren la integridad del deportista, aunque como se mencionó, está en contra de las sanciones de carácter económico que implica la pérdida de patrocinios y la realización de eventos en los que, si bien el Gobierno ruso había invertido, se estimaban beneficios para la población de las diversas localidades organizadoras.

México discute estos temas en distintos foros, entre ellos en el Consejo Consultivo del Centro para el Deporte y los Derechos Humanos, en donde refrenda su postura de defensa de los derechos humanos, rechazo a las sanciones unilaterales, solución pacífica de controversias e intermediación humanitaria para los civiles en este conflicto en Europa del Este. El deporte debe ser un facilitador de la paz y la distención de los conflictos y no una herramienta de castigo. Rescatemos el espíritu y valores del deporte para ponerlo en práctica en los esfuerzos multilaterales para resolver el conflicto en Ucrania.

Erik Del Ángel Landeros

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Licenciado en Relaciones Internacionales por la UNAM, maestro en Historia Moderna y Contemporánea por el Instituto Mora y candidato a doctor en Historia por la UNAM. Cuenta con estudios en la Universidad de Texas y con el Diplomado Líderes Progresistas por la Fundación Friedrich Ebert. Se ha desempeñado en el sector público y académico. Actualmente es profesor en la carrera de Relaciones Internacionales y Coordinador Ejecutivo del Consejo Técnico de Diplomacia y Cooperación Deportiva de la SRE.

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