Jaime Rodríguez Calderón fue priista 33 años de su vida. Tras renunciar a su militancia, se convirtió en el primer Gobernador en México que llegó al poder sin el respaldo de un partido político y podría convertirse también en el que menos tiempo ostente ese cargo en el estado si es que cumple su aspiración de convertirse en candidato presidencial en 2018.
«El Bronco» tendría que dejar la Gubernatura a más tardar el 31 de diciembre de este año, si esto ocurre, habría gobernado cerca de dos años y tres meses y dejado una administración de promesas incumplidas, confrontado con la prensa, con acusaciones de nepotismo y con la sombra del priismo a cuestas.
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Ciudad de México, 9 de julio (SinEmbargo).– No han pasado ni dos años desde que asumió el cargo como Gobernador de Nuevo León y Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón ya anunció que podría “entrarle” a la competencia por la Presidencia de la República en 2018.
“Si la gente tiene inquietud de que yo participe, yo estoy pensando, le estoy tanteando el agua a los camotes, no es chamba de un solo hombre, o de una sola mujer, es trabajo y creo que si los empresarios del país se organizan podríamos entrarle, pero sólo no me gustaría», dijo la semana pasada en Jalisco, en una reunión con empresarios, de acuerdo con el reporte del periódico El Informador.
“Donde he estado veo esa ilusión de ellos [empresarios de diferentes estados del país] de poder ser una gran fuerza, no solamente empresarial sino también política, es necesario que los empresarios se involucren en las decisiones del Gobierno y no al revés, que los Gobiernos decidan por los empresarios», agregó Rodríguez.
De lanzarse –decisión que, según lo que dijo en el mismo encuentro, tomaría en diciembre próximo–, Rodríguez Calderón sería el mandatario neolonés electo con el Gobierno más breve de los últimos años. Ni aun el priísta Sócrates Rizzo García, que salió un año antes de concluir su sexenio en medio de señalamientos de corrupción, ni el panista Fernando Canales Clariond, que dejó el Gobierno para sumarse al gabinete de Vicente Fox, duraron tan poco tiempo al frente de la administración pública del estado.
Y se iría sin cumplir, hasta ahora, con ofrecimientos hechos en campaña, sobre todo resolver el problema de la inseguridad pública.
En ese sentido, estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública muestran que Nuevo León cerró 2016, el del primer año de Gobierno de Rodríguez Calderón, con 644 asesinatos; un 42.7 por ciento más que los registrados en 2015 y un 31.4 por ciento más que los de 2014.
“Sin duda, la ciudadanía percibe que tanto los Alcaldes como el Gobernador no están concentrados en resolver el tema de la inseguridad y sus agendas están ocupadas en otros asuntos”, reportó la cúpula empresarial neolonesa el pasado 30 de mayo.
“Es de mayor preocupación que la percepción ciudadana no coincide con la percepción de los gobernantes, quienes en los últimos días han indicado que Nuevo León no tiene problemas de inseguridad. La realidad es la que percibimos los ciudadanos, somos los ciudadanos quienes sufrimos los delitos, no los gobernantes. Reconocemos que los índices delictivos no han alcanzado los niveles de 2011 pero sí tenemos un deterioro respecto a 2015 y 2016”, agregó el posicionamiento.
Los empresarios de Nuevo León exigieron que el combate a la criminalidad se colocara “como tema prioritario” en la agenda gubernamental al presentar el estudio Pulso Metropolitano de Seguridad, elaborado por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y el cual encontró que la percepción ciudadana sobre esta problemática es peor que la registrada en el último año de Rodrigo Medina de la Cruz.
“En abril de este año, sólo el nueve por ciento de los ciudadanos se siente seguro de vivir en Nuevo León, cifra no presentada desde septiembre de 2012. Este porcentaje contrasta con el 17 por ciento observado al final de la administración anterior”, indica el posicionamiento conjunto de las dirigencias estatales de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el Consejo Cívico y otras.
“Condiciones como el deterioro en la percepción de seguridad, el incremento en los delitos y la desatención de las autoridades estatales y municipales, encienden una alerta entre los ciudadanos, ante la mayor posibilidad del retorno de la inseguridad a los niveles que vivimos hace seis años”, agregó el posicionamiento conjunto.
Tres meses antes, en febrero, había renunciado Roberto Flores Treviño al cargo de Procurador General de Justicia que le asignó Rodríguez Calderón al inicio de su Gobierno. El cese llegó días después de que los medios reportaran que familiares del hasta entonces titular del ministerio público del estado recibían salarios de la Secretaría de Seguridad Pública.
“Flores Treviño fue fichado y procesado en Nevada por haber girado cheques sin fondos en 1999, 2006 y 2011. La Policía metropolitana le elaboró fichas señaléticas el 6 de octubre del 2006 y el 1 de enero del 2009”, reportó también la agencia Proceso.
El Gobierno de Nuevo León no respondió a una solicitud de entrevista con el mandatario hecha por este medio.
DE PRIISTA A INDEPENDIENTE
Luego de 33 años de militancia priísta, Jaime Rodríguez Calderón, conocido como “El Bronco”, se postuló como candidato “independiente” al Gobierno de Nuevo León y, al ganar en junio de 2015, se convirtió en el primer titular de un Ejecutivo Estatal en México sin respaldo de algún partido político.
La sombra de su pasado tricolor, sin embargo, lo ha perseguido al grado de que, en agosto de 2015, cuando ya era Gobernador electo, tuvo que admitir haberse encontrado con el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, Presidente priista de la República entre 1988 y 1994.
“Hoy en la columna makiavelo del periódico El Norte salió un comentario respecto a que me reuní en privado con el ex-presidente Carlos Salinas en la Cd. de México, les aclaró que yo estuve junto con don Fernando Elizondo B en una reunión con don Juan González, presidente del grupo GRUMA y BANORTE en su oficina”, escribió el mandatario en su cuenta de la red social Facebook.
“Esta reunión se hizo a petición de él para ver la deuda del Gobierno del estado con su banco, ahí saludamos a el ex presidente que estaba ahí en otra reunión)”, agregó el comentario.
Y es que fue precisamente en la última etapa del sexenio de Salinas de Gortari –el último de los presidentes priistas del siglo pasado en mantener incidencia en las decisiones del priísmo nacional– cuando Rodríguez Calderón se convirtió en Diputado federal por el Revolucionario Institucional y en parte de la LV Legislatura, que ejerció de 1991 a 1994.
Fue desde esa posición, en calidad de secretario de la Mesa Directiva de la Cámara Baja, que Rodríguez Calderón firmó en 1992 la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público que, entre otros puntos, restableció las relaciones del Gobierno de México con El Vaticano, considerado logro insigne del sexenio salinista.
“Para ganarnos la carrera hacia el 2018, Salinas, el jefe de la mafia en el poder en México, ha propuesto apoyar la salida de tres candidatos del mismo grupo a la presidencia: el del PRI-Verde, el del PAN-PRD y el, supuestamente, independiente”, dijo en octubre de 2015 el veterano candidato presidencial de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, también ex priísta.
“Por lo pronto, ya salió el primero: El Bronco, que según él se encontró con Salinas de casualidad en el banco y solo hablaron ‘cinco minutos”, agregó López Obrador entonces, también desde su cuenta de Facebook.
INSURGENCIA, POR LA DERECHA
Con un sistema de partidos cuestionado en México, “El Bronco” con su candidatura “independiente” ganó la elección por la gubernatura de Nuevo León con un amplio margen de 48 por ciento de los votos; más de 20 puntos porcentuales que su más cercana competidora, la priista Ivonne Álvarez.
Su Gobierno, sin embargo, ha requerido en dos ocasiones la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; la primera, por la falta de protección a las garantías de los internos en el penal de Topo Chico, donde en febrero de 2016 fallecieron más de 50 presos; y, también, por expresar públicamente que “a una niña gorda no la quiere nadie”, como dijo el mandatario durante un evento convocado para evitar los embarazos adolescentes.
“En relación con los recientes comentarios hechos por el Gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, esta Comisión Nacional de los Derechos Humanos convoca a que autoridades y servidores públicos se abstengan de realizar declaraciones que estigmaticen a las personas cuya dignidad debe ser respetada”, pidió la CNDH en junio de 2016.
“Con respeto total a la libertad de expresión de todas las personas, este organismo nacional no comparte la idea de etiquetar a ningún individuo, menos aun cuando se trata de menores de edad, quienes conforman un grupo en situación de vulnerabilidad y en cuyo caso debe imperar el interés superior de la niñez”, agregó la CNDH.
Cinco meses después, al concluir la recomendación sobre los hechos en el penal de Topo Chico, la misma comisión advirtió que el Gobierno estatal había incumplido la ley al permitir un número de custodios carcelarios mucho menor del obligatorio.
“El fallecimiento de 52 personas en Topo Chico a consecuencia de la inseguridad imperante, pone de manifiesto el incumplimiento a la obligación del Estado de asegurar y garantizar los derechos humanos de todas las personas, en específico tratándose de personas privadas de la libertad, donde dada su condición de reclusión, la autoridad penitenciaria al encargarse de su custodia, asume la calidad de garante, lo cual lo obliga a preservar todos aquellos derechos que la disposición judicial no ha restringido”, indicó la recomendación 55/2016 de la CNDH.
“El personal de seguridad y custodia no fue suficiente en número y capacidad para garantizar la seguridad entre la población penitenciaria, ya que de acuerdo con la información recibida en esta Comisión Nacional, Topo Chico contaba durante el primer evento con 49 elementos de seguridad y custodia en servicio con una la población de 3,504 hombres y 480 mujeres (total 3,984); para marzo reportó una plantilla de 310 agentes, divididos en tres turnos, y para el segundo evento la población era de 3,185 hombres y 425 mujeres (total 3,610); contraviniéndose lo dispuesto en el artículo 174, de la Ley de Seguridad Pública para el Estado de Nuevo León”, agregó la Comisión.
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Y, el 26 de junio pasado, “El Bronco” fue noticia nacional al advertir que no respondería a las preguntas de los periodistas del Norte de Monterrey –que edita Grupo Reforma–, que un día antes reportó el costo de las portadas que cobra una revista en la que apareció el mandatario.
“Parece que estuviéramos escuchando a Donald Trump: Fake news media”, escribió el articulista Sergio Sarmiento en el periódico Reforma el pasado 28 de junio.
“La experiencia con El Bronco recalca que un político es un político, no importa si es independiente o miembro de un partido (aunque El Bronco fue miembro del PRI durante 30 años). Para ellos, los medios independientes son siempre un enemigo. Prefieren a los medios que, a cambio de un precio, les garantizan una cobertura positiva… y muchos, muchos espectaculares”, agregó el analista.