Un año más, el Festival de San Sebastián (SSIFF en sus siglas en inglés) propone -en palabras de Rebordinos- «una experiencia cinematográfica lo más agradable posible en un espacio seguro». Nada más y nada menos.
Por Alicia G. Arribas.
San Sebastián (España), 16 sep (EFE).- El Festival de Cine Internacional de San Sebastián celebra este año su 69 edición aún con restricciones debidas a la pandemia -la mascarilla obligatoria será su máximo exponente- y de nuevo sin alfombra roja, pero con una apabullante programación cinematográfica.
Respecto a las proyecciones y al cine, aún cuando continúa la limitación de aforos -al 50 por ciento en las salas principales y al 60 por ciento en el resto- el festival mantiene todas sus secciones, con más de 500 pases y otras tantas actividades paralelas, entre foros de la industria, talleres y encuentros.
Y de las personalidades que estarán presentes en San Sebastián (norte de España), la lista es amplia e interesante, al igual que la calidad de las películas que van a presentar, tanto en la competición oficial, como en las exhibiciones de Perlas, o las sorpresas de secciones como Zinemira, Zabaltegi o Culinary, sin olvidar a las potentes estrellas emergentes de Nuevos Directores.
Pedro Almodóvar y Penélope Cruz presentarán Madres paralelas, que llega exultante de Venecia -Copa Volpi para la actriz, además-, y Javier Bardem regresa con Fernando León de Aranoa en otra de sus impresionantes transformaciones, esta vez en El buen patrón.
Pero también estarán los Premios Donostia 2021 Marion Cotillard y Johnny Depp; ella, indiscutible, él con reservas por las denuncias de malos tratos de su exmujer, aunque, como no hay mal que por bien no venga, su polémica elección ha servido para abrir debates siempre necesarios, más en un festival como éste que siempre da la cara.
Y Antonio Banderas, Dolores Fonzi, Jessica Chastain, Charlotte Gainsbourg, María Valverde, Cécile de France, Emmanuelle Devos, Louis Garrel, Vincent Lindon, Noémie Merlant, Clarke Peters, Simon Rex, Stanley Tucci y hasta Raphael, que presentará una serie sobre su vida.
O directores como Terence Davies (Benediction), Laurent Cantet (Arthur Rambo), Claudia Llosa (Distancia de Rescate), Inés Barrionuevo (Camila saldrá esta noche), Claire Simon (I Want to Talk about Duras), Paco Plaza (La abuela), Iciar Bollain (Maixabel) o Daniel Monzón (Las leyes de la frontera), todos en la competición oficial, que inaugurará One second, de Zhang Yimou, que solo estará presente por videoconferencia.
Hasta Carlos Saura participa con un comprometido corto de cinco minutos y Alejandro Amenábar, con su primera serie de televisión, La fortuna, un drama histórico, que se presenta fuera de competición.
El director del festival, José Luis Rebordinos, dijo en la presentación de las producciones españolas del festival, que ese sería un buen objetivo para las próximas ediciones, tener series en la competición oficial.
Y no hay que olvidar la cita con el público de Paolo Sorrentino, que llega a San Sebastián tras ganar el Gran Premio del Jurado de la Mostra por Fue la mano de Dios, para ofrecer una clase magistral y presentar este último filme.
También habrá presencias destacadas en las Perlas de este año -la sección que recoge lo mejor de otros festivales-, con la proyección de Competencia oficial, que reúne a Penélope Cruz, Banderas y Oscar Martínez.
Además de Titane, la ganadora de la Palma de Oro, dirigida por la francesa Julia Ducournau, treintañera que ha inventado un nuevo lenguaje cinematográfico, y que estará en San Sebastián, al igual que el director de la magnífica The Florida Project, Sean Baker, que presenta Red Rocket.
A pesar de los problemas de movilidad, que han impedido la presencia de Zhang Yimou, habrá representación asiática con el enorme director japonés Ryusuke Hamaguchi, que participa por partida doble: Wheel of Fortune and Fantasy -Oso de Plata en Berlín- y Drive My Car -premio al mejor guion en Cannes-.
Sin olvidar los regalos que se reserva Zabaltegi-Tabakalera: Eles transportan a morte, de Helena Girón y Samuel M. Delgado, premiada en la Semana de la Crítica de Venecia, Heltzear de Mikel Gurrea, sobre los coletazos del fin del conflicto vasco, o Gaspar Noé con Vortex.
Además, habrá que prestar atención a un puñado de jóvenes directoras que sobresalen con su primera o segunda película como Alina Grigore (Blue Moon) o Laura Wandel (Playground), que recibió el Premio Fipresci en Cannes y que impartirá una clase magistral en Nest (lo que antes se llamaba encuentro internacional de estudiantes de escuelas de cine y que está dando unos resultados excelentes).
Un año más, el Festival de San Sebastián (SSIFF en sus siglas en inglés) propone -en palabras de Rebordinos- «una experiencia cinematográfica lo más agradable posible en un espacio seguro». Nada más y nada menos.