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Pedro Mellado Rodríguez

02/04/2022 - 12:05 am

Diputados y senadores plurinominales deben desaparecer

Las 200 diputaciones de representación proporcional se han convertido, mayoritaria y privilegiadamente, en la herramienta de los partidos políticos.

El momento histórico en el que surgieron los diputados de partido y luego los legisladores plurinominales quedó extraviado en el tiempo.

También dejó de tener significado la idea de que los legisladores plurinominales podían enriquecer con su talento, dignidad, honradez y decoro la representación nacional, aunque no pudieran obtener triunfos de mayoría.

Las 200 diputaciones de representación proporcional se han convertido, mayoritaria y privilegiadamente, en la herramienta de los partidos políticos y de grupos facciosos de poder, para colocar en el Congreso de la Unión a sus socios, cómplices, amigos, parientes o incondicionales, que suelen acompañarlos por los senderos de la corrupción, los abusos y el dispendio.

Por eso es pertinente que en la reforma electoral que prepara el presidente Andrés Manuel López Obrador, se analice seriamente la necesidad de librar a los mexicanos del oneroso gasto de sostener a 200 diputados de representación proporcional y 32 senadores plurinominales de una absurda lista nacional.

Ante la presión de importantes movimientos sociales, como el del magisterio (entre 1956 y 1958), el de los ferrocarrileros (entre 1958 y 1959) y el impacto social y la efervescencia que generó en toda Latinoamérica el triunfo de la revolución cubana (consolidada en su fase armada con el derrocamiento de Fulgencio Batista el 1 de enero de 1959), el gobierno de Adolfo López Mateos (1958-1964) se vio presionado para impulsar reformas electorales que permitieran ampliar la participación de la oposición.

El 22 de junio de 1963 se reformaron los artículos 54 y 63 de la Constitución general de la República para crear una nueva modalidad electoral: los diputados de partido. Se dispuso que cada partido minoritario tendría derecho a cinco diputados en caso de obtener el 2.5%de la votación total captada en las urnas y uno más, hasta llegar a veinte, por cada 0.5% de votación adicional.

En los siguientes diez años, la oposición logró 100 diputados de partido, diez por año en promedio, pero a los partidos de oposición les costaba trabajo hacer el porcentaje mínimo de votación.

Ante esta situación, el presidente Luis Echeverría promovió las reformas constitucionales de 1972 para disminuir el porcentaje de votación que se le exigía a los partidos de oposición como cuota mínima para poder acreditarse sus cinco primeros diputados. El porcentaje bajó de 2.5%a 1.5%.

Al mismo tiempo se aumentaron las diputaciones que podía obtener un partido de oposición, al pasar de 20 a 25 curules.

Los cauces de participación abiertos en 1963 y 1972 no fueron suficientes, pues entre 1970 y 1974 se desarrolló en la Sierra de Guerrero la guerrilla organizada inicialmente a través de la Asociación Cívica Guerrerense, con Genaro Vázquez Rojas al frente y el Partido de los Pobres, que tenía como líder a Lucio Cabañas Barrientos.

Fue en esa época también, el 29 de agosto de 1974, cuando se perpetró en Guadalajara el secuestro del exgobernador y refundador de la Universidad de Guadalajara, en 1925, José Guadalupe Zuno, por las Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo, que se identificaban con las siglas FRAP.

También, entre 1973 y 1977, operó en varias regiones del país la célebre Liga Comunista 23 de Septiembre.

Todos estos acontecimientos condicionaron al gobierno para ampliar los cauces de partición democrática, y el martes 6 de diciembre de 1977 se publicó el Diario Oficial de la Federación la reforma constitucional que establecía que la Cámara de Diputados se integraría por 300 diputados de mayoría y 100 de representación proporcional.

El lunes 15 de diciembre de 1986, durante el Gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), se publicó en el Diario Oficial una nueva reforma al artículo 52 constitucional, para ampliar el número de diputados de representación proporcional a 200, más los 300 de mayoría relativa.

El 3 de septiembre de 1993 se volvió a modificar la ley federal electoral para dar cabida a la oposición en el Senado de la República por la vía de la representación proporcional, al establecerse que serían electos dos senadores de mayoría y uno de la primera minoría por cada entidad del país.

Pero el absurdo se concretó el 22 de agosto de 1996 cuando se reformó nuevamente el artículo 56 constitucional, para establecer que la Cámara de Senadores estaría integrada por 128 legisladores, de los cuales, en cada Estado y en la Ciudad de México, dos serían elegidos según el principio de votación mayoritaria relativa y uno sería asignado a la primera minoría.

La senaduría de primera minoría le sería asignada a la fórmula de candidaturas que encabezara la lista del partido político que, por sí mismo, hubiese ocupado el segundo lugar en número de votos en la entidad respectiva.

Las 32 senadurías restantes serían electas según el principio de representación proporcional, mediante el sistema de listas votadas en una sola circunscripción plurinominal nacional, conformadas de acuerdo con el principio de paridad, y encabezadas alternadamente entre mujeres y hombres cada periodo electivo.

Los senadores son representantes de las entidades federativas en el Pacto de la Unión, en la federación de estados que integran la República Mexicana y por tal razón debe haber paridad en la representación de todos los estados, sin importar sus dimensiones geográficas o su densidad demográfica. Por tal razón, los 32 senadores de lista nacional carecen de representación legítima.

Hubo una época, hace más de cuatro décadas, cuando llegaron por primera vez al Congreso de la Unión los primeros diputados federales de Representación Proporcional, conocidos generalmente como plurinominales, que los legisladores gozaban de reconocimiento y prestigio entre la población.

Son históricos, notables, algunos de los personajes que llegaron al congreso federal por la vía plurinominal en los comicios del domingo 1 de julio de 1979, luego de la reforma electoral del 6 de diciembre de 1977, que amplió la cámara de diputados a 400 integrantes: 300 diputados de mayoría relativa y 100 de representación proporcional.

Muchos de ellos contribuyeron a enriquecer los debates sobre temas importantes para el país. Entre los nuevos legisladores del PAN estaban Luis Calderón Vega -papá del expresidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa-, David Alarcón Zaragoza, quien llevó como suplente a Enrique Gabriel Jiménez Remus, ambos de Jalisco.

Alarcón Zaragoza ya había sido candidato a la Gubernatura de Jalisco por el PAN en 1964 y perdió con el priista Francisco Medina Ascencio. Años después, en diciembre de 1982, Jiménez Remus fue candidato a la Gubernatura de Jalisco, en una contienda en la cual fue derrotado por el priista Enrique Álvarez del Castillo.

Otros panistas que llegaron al Congreso federal fueron Pablo Emilio Madero Belden, luego candidato a la presidencia de la República en 1982; Juan de Dios Castro Lozano, Jesús González Schmal, Abel Vicencio Tovar, Eugenio Ortíz Walls, Federico Ling Altamirano, Carlos Enrique Castillo Peraza, quien tuvo como suplente a Jorge Alberto Ling Altamirano y Raúl Velazco Zimbrón cuyo suplente fue, Diego Fernández de Ceballos, después candidato a la presidencia de la República en 1994.

En tanto que por el Partido Comunista Mexicano fueron reconocidos como diputados plurinominales personajes como Alejandro Gascón Mercado, Roberto Jaramillo Flores, Ramón Danzos Palomino y Othón Salazar Ramírez. Además, también llegaron por Partido Comunista figuras históricas como Valentín Campa Salazar, Arnoldo Martínez Verdugo, Gilberto Rincón Gallardo, Manuel Stephens García, Evaristo Pereza Arreola y Pablo Gómez Álvarez.

Si revisamos los resultados de los comicios federales del año pasado, observaremos que Morena y sus aliados sumaron 23 millones y medio de votos; la oposición de PAN, PRI y PRD alcanzó 19 y medio millones de sufragios. Y el partido Movimiento Ciudadano más de 3 millones de votos.

La oposición se ha fortalecido y no requiere de fórmulas compensatorias. Juntos o por separado, sólo deben llegar al congreso los diputados y senadores que ganen por mayoría en los comicios.

Pedro Mellado Rodríguez
Periodista que durante más de cuatro décadas ha sido un acucioso y crítico observador de la vida pública en el país. Ha cubierto todas las fuentes informativas y ha desempeñado todas las responsabilidades posibles en medios de comunicación. Su columna Puntos y Contrapuntos se ha publicado desde hace más de tres décadas, en periódicos como El Occidental, Siglo 21 y Mural, en Guadalajara, Jalisco. Es profesor de periodismo en el ITESO, la Universidad jesuita de Guadalajara.
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