En Estados Unidos de América (EUA) reside la mayor diáspora de personas migrantes mexicanas, con aproximadamente 12 millones, de los cuales casi 6 millones no cuentan con una condición migratoria regular. De los mexicanos de reciente arribo, el 22.6 por ciento no habla inglés y el 19.8 por ciento vive en condición de pobreza en la Unión Americana. Estas cifras evidencian un significativo nivel de marginación de las y los connacionales y, por consiguiente, su necesaria integración multifactorial en aquel país.

Por otro lado, el 41 por ciento de mexicanos de reciente arribo a EUA no tienen acceso a un servicio de salud, proporción que disminuye a 30 por ciento en quienes llevan viviendo más de 10 años ahí. Asimismo, son el grupo migratorio con mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad en EUA. De las y los mexicanos con menos de 10 años viviendo en el país vecino, 32.7 por ciento tiene sobrepeso y 32.6 por ciento obesidad. Entre las causas de este problema se encuentran la dificultad de contar con servicios de salud, la mala alimentación y bajos niveles de actividades físicas. Cerca de cuatro de cada diez mexicanos en EUA reportó que no se ejercita regularmente, ya sean actividades moderadas, vigorosas o de fortalecimiento.

En este sentido, se vuelve prioritario que las personas migrantes mexicanas en aquel país realicen actividades físicas y deportivas como herramientas para evitar enfermedades y deterioro significativo de su salud; en un contexto en el que no están inscritos en programas de salud y enfermar resulta catastrófico en términos económicos y, por ende, emocionales. Por tal motivo, la Secretaría de Relaciones Exteriores ha puesto en marcha la primera Semana Binacional de Actividades Deportivas durante la primera semana de mayo. La organización de estas actividades recae en los consulados de México en la Unión Americana, bajo la coordinación del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, y el apoyo del Consejo Técnico de Diplomacia y Cooperación Deportiva; el objetivo primordial, fomentar la práctica deportiva y la activación física lúdica.

Asimismo, este proyecto busca empoderar a las y los migrantes mexicanos, fomentar su integración como comunidad y, posteriormente, dentro de la sociedad estadunidense. Este otro propósito se inscribe en un marco más amplio, que se basa en recomendaciones y buenas prácticas de especialistas en la materia como Klaus Heinemann, y que se sintetizan en los siguientes pasos: 1. Dar prioridad a las ofertas deportivas de esparcimiento, antes que dar énfasis en sus efectos, funciones o resultados; 2. Buscar deportes libres e incluyentes, dando prioridad a la realización de un deporte a la vez; 3. Conseguir la participación de asociaciones y organizaciones; 4. De inicio, dar prioridad a la práctica deportiva de grupos poblacionales homogéneos, que después se integren a prácticas deportivas con sectores sociales más heterogéneos.

En este sentido, la Semana Binacional de Actividades Deportivas cuenta con el acompañamiento de otros servicios consulares en materia de salud, finanzas, legales, etc. para que la atracción del deporte pueda ser aprovechada por las y los migrantes en el conocimiento de otros derechos y oportunidades. Por supuesto, la participación de instancias públicas, privadas y de la sociedad civil es fundamental para la puesta en marcha de esta jornada, por lo que los lazos comunitarios y de cooperación internacional para el desarrollo también se han visto fortalecidos en este proyecto que culmina hoy en diversas ciudades de la Unión Americana.

La Semana Binacional de Actividades Deportivas llegó para quedarse y no sólo como un conjunto de actividades anuales, sino como un programa que siembre la semilla del deporte y la actividad física en la comunidad mexicana en EUA.

*Las cifras contenidas en este texto fueron tomadas de Migración y salud, retos y oportunidades actuales, SEGOB, CONAPO, Berkeley Shool of Public Health, CONACyT, Migration and Health Research Center (Universidad de California), UC México, Iniciativa de Salud de las Américas, PIMSA, México, 2018.

Erik Del Ángel Landeros

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Licenciado en Relaciones Internacionales por la UNAM, maestro en Historia Moderna y Contemporánea por el Instituto Mora y candidato a doctor en Historia por la UNAM. Cuenta con estudios en la Universidad de Texas y con el Diplomado Líderes Progresistas por la Fundación Friedrich Ebert. Se ha desempeñado en el sector público y académico. Actualmente es profesor en la carrera de Relaciones Internacionales y Coordinador Ejecutivo del Consejo Técnico de Diplomacia y Cooperación Deportiva de la SRE.

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