Qué días: matanzas de policías y civiles de norte a sur del país. Y para cerrar la semana más violenta desde que Andrés Manuel López Obrador asumió el poder, un golpe duro de tragar: el Cártel de Sinaloa armó una guerra civil en Culiacán y dobló al Gobierno federal. Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”, fue detenido y luego liberado después de que el grupo criminal movilizó su ejército particular y puso una ciudad entera en jaque.
Ciudad de México, 18 de octubre (SinEmbargo).– En la misma semana en que el Gobierno federal presentó con optimismo su informe del Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024, tres enfrentamientos registrados en Aguililla (Michoacán), Iguala (Guerrero) y Culiacán (Sinaloa) le recordaron al Presidente Andrés Manuel López Obrador que la inseguridad continúa y este 2019 podría terminar como el año más violento en la historia moderna de México.
El lunes pasado, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo Montaño, enlistó los avances en materia se seguridad pública, entre los que se encontraban la coordinación nacional y estatal regional y la presencia de efectivos de la policía en los estados. Todos reportaron un déficit de uniformados a excepción de Yucatán, Colima, Tabasco y la Ciudad de México.
El Gabinete de Seguridad también dijo que en estos casi 10 meses de Gobierno se implementaron programas para disminuir la violencia, como el de “Jóvenes Construyendo el Futuro”, hubo liberación de personas injustamente privadas de la libertad y se estaba combatiendo a organizaciones criminales y entidades económicas.
Pero ese mismo lunes, mientras se rendía este informe en Palacio Nacional, las autoridades de Michoacán confirmaron la muerte de 13 policías en el municipio de Aguililla, después de que fueran emboscados por supuestos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Durante el enfrentamiento, otros nueve elementos de seguridad resultaron heridos y además, hubo daños materiales. De acuerdo con la Fiscalía General del Estado, dos unidades oficiales fueron incendiadas y dos más resultaron dañadas con impactos de arma de fuego.
Al día siguiente, el 15 de octubre, 14 criminales y un elemento de la Secretaría de la Defensa Nacional murieron en un enfrentamiento armado en la localidad de Tepochica, en el municipio de Iguala en Guerrero. La División de Fuerzas Especiales y la Policía Federal confirmaron entonces que, además de los fallecidos, hubo dos castrenses lesionados.
Ayer jueves un nuevo hecho se sumó a la semana violenta.
En Culiacán, Sinaloa, hubo pánico por una serie de balaceras entre civiles armados y elementos de seguridad pública. De acuerdo con el Secretario de Seguridad Pública federal, Alfonzo Durazo Montaño, al momento en que elementos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional realizaban un patrullaje de rutina en el Fraccionamiento Tres Ríos de Culiacán, Sinaloa, fueron agredidos por cuatro personas, entre ellos Ovidio Guzmán López, hijo del líder del Cártel de Sinaloa Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
«El personal de la patrulla repelió la agresión y tomó control de la vivienda localizando en su interior a cuatro ocupantes. Durante dicha acción se identificó a uno de ellos como Ovidio Guzmán López, lo anterior generó que varios grupos de la delincuencia organizada rodearan la vivienda con una fuerza mayor a la de la patrulla, asimismo otros grupos realizaron acciones violentas en contra de la ciudadanía en diversos puntos de la ciudad, generando una situación de pánico», explicó Durazo Montaño.
Minutos más tarde de la conferencia del titular de la SSC, fuentes federales confirmaron que tuvieron que dejar libre al hijo de «El Chapo» Guzmán, para evitar más violencia en Culiacán.
En audios que circulan en redes se escucha a presuntos criminales festejando la presunta liberación de Guzmán López: “Ya rescataron al patrón”. “No tiren ni un balazo, no tiren ni un balazo”. Esas son las frases.
Más tarde, a las 10:10 de la noche, José Luis González Mesa, abogado de la familia Guzmán, confirmó a Milenio Televisión que Ovidio estaba sano, salvo y libre.
Y HASTA REOS ESCAPARON EN CULIACÁN
Además de las balaceras, trascendió la presunta liberación de reos de un penal que, según un video difundido en redes sociales, fueron armados por los criminales que los liberaron.
“Hace mucho tiempo no vivimos una violencia así”, platicó Don Trini, un hombre que vive en Culiacán, Sinaloa. «Todo empezó en la zona de Tres Ríos, cerca un centro comercial llamado Forum».
Don Trini explicó que el área donde iniciaron los brotes violentos es una zona comercial altamente concurrida de la capital. “Aquí hay más comercio que habitaciones, es uno de lo bulevares más concurridos”.
“Ahorita se siente como que entró el miedo, se ve a lo largo se ve humo como que hay bloqueos en cruceros que ellos, los criminales, creen que puede llegar ayuda de elementos de la Marina”, explicó.
El vecino detalló que lo más fuerte se escuchó entre las 2:30 y las 3 de la tarde. “Es cuando se escuchaban las balaceras más fuertes, por el calibre que usaban estas gentes, y pues ellos para evitar que llegara ayuda quemaron unidades”.
La gente en Culiacán habla de un toque de queda y los rumores mantienen a las personas atrincheradas en sus casa. «Dicen que del lado de Badiraguato vienen camionetas llenas de armados, incluso dicen que vienen hasta trailers. Entonces, el ejército, en la parte norte de la ciudad, como que esta revisando con helicópteros, están chocando a ver si vienen convoys. Están revisando desde el aire”, expresó Don Trini.
“Se ha dicho que vienen camionetas de la sierra, que vienen cien camionetas de la sierra llenas de narco que van a llegar a hacer desmadre hasta que liberan a lo liberadores, y qye se va a cortar la luz en la ciudad, pero realmente no sabemos si es cierto”, platicó a SinEmbargo, vía telefónica, Mayra, una chica que vive en la zona centro de Culiacán.
El hombre reiteró que hasta ese momento, en la noche de ayer, “todo el mundo está encerrado, porque, aunque lo fuerte estuvo en la zona de Tres Ríos; pero en las orillas de la ciudad también porque ellos [los criminales] bloquearon casi toda la ciudad, por si los policías querían sacar al hijo de ‘El Chapo’, evitarlo. Las balaceras se escuchaban por toda la ciudad”.
Esta semana también hubo registro de al menos 24 balaceras en 18 entidades federativas –Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Ciudad de México, Colima, Durango, Estado de México, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán– que dejaron un saldo de 44 muertos, 24 lesionados y 13 detenidos, de acuerdo con reportes de medios locales y nacionales.
AUTORIDADES ESTÁN REBASADAS
En los primeros ocho meses de 2019, el número de homicidios dolosos en México aumentó en 1.43 por ciento real. Durante ese periodo y de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), hubo registro de 19 mil 648 asesinatos intencionales en todo el territorio nacional.
A 44 días de que se cumpla un año del nuevo Gobierno, la inseguridad es la mayor deuda que López Obrador tiene con los 30 millones que votaron por un cambio en 2018.
“Tenemos como pendiente resolver el grave problema de la inseguridad y de la violencia. Ahí no podemos decir que se ha avanzado, ahí desgraciadamente prevalecen las mismas condiciones que heredamos de los gobiernos anteriores en cuanto a inseguridad y violencia”, reconoció el Presidente el pasado 30 de junio al poner en funcionamiento de manera oficial la Guardia Nacional.
Para Ricardo Ravelo, especialista en temas de seguridad, la violencia se ha mantenido no sólo en Michoacán, sino en todo México debido a la corrupción y los nexos de autoridades con grupos del crimen organizado, pero principalmente porque las autoridades, tanto estatales como federales, están “rebasadas”, y porque existe un “vacío de Estado”.
Para el especialista, la Guardia Nacional tampoco está funcionando y, al igual que las demás, de momento está rebasada.
“Son pocos elementos los que se envían a las regiones, y el nivel de violencia de las organizaciones que operan en todo el país rebasan también a la Guardia Nacional. La Guardia no tiene en este momento una verdadera capacidad para contener la violencia”, expresó.
El General José Francisco Gallardo Rodríguez indicó que este repunte de violencia es el reflejo del rompimiento de la estructura de seguridad y defensa que provocaron las reformas para la creación de la Guardia Nacional. “Con la Reforma Constitucional, el Gobierno de la Cuarta Transformación rompió las estructuras de defensa y seguridad del estado, y aparte, dejó descubierto el flanco de la defensa nacional”.
El militar explicó que el Gobierno creó una cuarta fuerza militar, que es la Guardia Nacional, “que no sirve de nada, y aparte desarticuló a la Policía Federal y provoca un conflicto, desarticuló toda la estructura de seguridad”.
Gallardo coincidió con Ravelo en que el recrudecimiento se debe a vacíos de poder: “Al romperse esa estructura de seguridad y defensa, entran huecos de poder son usados, son ocupados por la delincuencia y el crimen organizado, y entonces ahí están los resultados, eso es un asunto muy delicado y muy grave”.
El experto de seguridad destacó que el mismo Estado Mexicano “está generando sus propios enemigos” y que el Gabinete de Seguridad “no está haciendo nada, es una simulación lo que están haciendo”.
Gallardo advirtió que si el Estado no corrige la fisura que le hizo al sistema de seguridad y defensa, la espiral de violencia va a seguir creciendo y la situación empeorará. «Esto que está pasando ahorita y pueden pasar cosas más graves: ya hubo una masacre ayer en Guerrero, mueren 14 civiles y un militar que resulta que es el que abatió a todos los que estaban ahí».
Para el especialista es necesario retomar la estrategia de seguridad, hacer un estudio que tenga una participación de académicos, especialistas, politólogos, abogados y gente de la región experta y hacer un planteamiento integral, desde la base.
El General José Francisco Gallardo consideró que lo ocurrido hoy en Culiacán, Sinaloa, es porque la toda la estructura de gobierno fue sorprendida, y descartó que se trate de un mensaje para debilitar al Gobierno, pues el estado ya está frágil: «Ahorita estamos en un embudo y todas las ocurrencias y malas planeaciones brotan como esporas. No creo que haya una articulación que tenga que ver directamente para debilitar al gobierno, porque ya lo está. Estos son brotes espontáneos consecuencia de la mala planeación en materia de seguridad”.
Y concluyó: «La única forma para terminar con la inseguridad en México, primero es desmilitarizando las estructuras de seguridad pública, el ejército debe permanecer en los cuarteles y una vez que sea eso, se debe impulsar una policía desde el municipio, establecer un sistema civil de carrera policiaco desde las universidades. Eso no se ha hecho nunca porque no le quieren apostar a los municipios”.
–Con información de Sugeyry Gándara, Efrén Flores, Daniela Barragán y Guadalupe Fuentes