#MetaDatos | México está infectado por una fuerte campaña de noticias falsas y rumores que circulan por las redes sociales para generar temor o intentar generar caos. En este contexto identificarlas es cada vez más difícil, pero los metadatos y otros atributos de las páginas web permiten encontrar rápido la respuesta sobre si se está frente a una noticia falsa.
Ciudad de México, 10 de mayo (SinEmbargo).- México se encuentra inmerso en dos batallas: la primera, aplanar la curva del COVID-19 frente al crecimiento exponencial de las cifras y de las evidentes carencias del sistema de salud, y la segunda, frenar la propagación de las noticias falsas que han adquirido una viralidad semejante a la del letal coronavirus que azota a todo el planeta.
Facebook, YouTube y Twitter han colaborado con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para intentar generar un flujo de información lo más alejado de las llamadas fake news, pero nada ha funcionado. Las noticias falsas parecen alimentarse del miedo de las personas, entre más asustadas, más alarma les generan los falsos rumores que no solo desinforman, sino que también implican riesgos en torno a la seguridad de los datos personales.
La organización internacional First Draft, creada en 2015 para combatir la desinformación, señaló en su portal web que a pesar de los esfuerzos internacionales para detener la desinformación en torno al virus, el problema parece centrarse en los usuarios y no tanto en las plataformas de redes sociales debido a que los rumores parecen estarse compartiendo de usuario a usuario.
Sin embargo, la Federación Internacional de Periodistas (IFJ) publicó en su «Guía para combatir la desinformación en la era de la posverdad» que las noticias falsas se ven beneficiadas por los algoritmos de las redes sociales, donde los usuarios son al mismo tiempo consumidores y difusores a la vez. De acuerdo con este instituto las plataformas de redes sociales utilizan algoritmos que distribuyen el contenido más relevante para cada usuario lo que condiciona la información que obtiene.
Este algoritmo da prioridad no solo a información que le interesa al usuario sino también en función el número de interacciones que logra un contenido, de manera que una noticia falsa es validada en las redes sociales por el número de likes que obtiene. Según el IFT en este proceso pueden intervenir interese políticos o simplemente una confusión entre los usuarios para que una noticia falsa se vuelva viral.
MÉXICO Y LA DESINFORMACIÓN
En el entorno mexicano las noticias falsas se han multiplicado de manera simultánea con los casos de phishing y otras técnicas que usan los delincuentes cibernéticos para extorsionar, robar y secuestrar información de los usuarios que son engañados con falsas ayudas alimentarias, y otro tipo de regalos, esto de acuerdo con los reportes de varias unidades de policía cibernética que han difundido a través de las redes sociales.
Entre el 12 de marzo y el 8 de abril, Metadatos revisó la actividad de las policías cibernéticas a nivel estatal en todos los estados de la república que tiene presencia en plataformas sociodigitales. Con el objetivo de identificar cómo comunican a la población sobre los riesgos cibernéticos que se han generado en torno a la epidemia, y entre los reportes destacó que la desinformación fue uno de los temas que más preocuparon a las autoridades durante ese periodo.
Los reportes de rumores sobre falsas tarjetas de ayuda alimentaria de la OMS y del Gobierno federal fueron los más numerosos a nivel nacional. Se trata de cadenas de mensajes que además de engañar a las personas que necesitan ayuda por la contingencia, también vulneran la ciberseguridad de las personas, ya que muchos contienen enlaces que aparentan ser de portales de instituciones pero solo sirven para robar datos de usuarios.
Las autoridades han solicitado a la población en varias ocasiones que no compartan información falsa, y que consulten fuentes oficiales. Sin embargo, el déficit de alfabetidad digital y la profunda brecha en esta materia han contribuido a que el problema se intensifique. Pero además, la mayoría de estos rumores y noticias falsas llegan a los usuarios desde amigos, familiares, compañeros de la escuela o del trabajo y muchas veces resulta difícil para los usuarios detectar que son falsos cuando una persona de confianza es quien se las proporciona.
¿CÓMO DETECTAR FAKE NEWS?
Cotejar la información con fuentes oficiales o de preferencia consultar solo las fuentes oficiales es la mejor manera de combatir la desinformación, pero también ayuda al proceso identificar a un sitio de noticias falsas. Una manera es leer no solo los contenidos, sino también los metadatos de los sitios web y otras es utilizar herramientas para detectarlas.
El IFJ recomienda revisar la sección de «acerca de» o «about» de un sitio ya que es donde a menudo se colocan datos importantes de los proyectos cuando son auténticos. Un sitio de noticias falsas generalmente no ofrece información de quién lo crea.
Otro aspecto para revisar una noticias es corroborar que los enlaces o ligas que contiene dirijan al sitio que dicen o que estén habilitados.
La organización agrega en su manual que es necesario revisar las URL de los sitios, muchas veces, los propagadores de noticias falsas utilizan dominios engañosos que se asemejan al de portales oficiales pero que tienen alguna diferencia que puede ser fácilmente identificable.
En el caso de las imágenes y los videos resulta sencillo corroborar que son imágenes actuales o de otros episodios al ingresar a buscadores inversos de imagen: Google y Yandex tienen plataformas efectivas para esta tarea.
También es necesario identificar si el usuario que comparte la información pertenece a una persona real o es parte de una estrategia de desinformación. Al respecto la organización europea Nato StratCom Center of Excellence desarrolló un informe que detalla la manera en cómo se estructuran los mercados negros de cuentas de usuario falsas que promueven desinformación y manipulación en la Red.
Esta organización identifica tres tipos de segmentos: gama baja, media y alta en los que se categorizan las cuentas de usuario falsas. Los de gama bajo son los más sencillos, económicos y automatizados, se consiguen fácilmente pero también son propensos a ser identificados con facilidad. No así, los de gama alta que generalmente consiguen la verificación de las redes sociales o son cuentas hackeadas.
Estas cuentas pueden llegar a compartir miles de veces una noticia falsa antes de que lleguen a ser descubiertos.