«Y caminaremos por un puente hacia nuestra oficina. Todo es concebible», agregó el experto en cambio climático Klaus Jacob.
Ciudad de México, 1 de noviembre (RT).- El investigador Klaus Jacob, que ha dedicado su vida al estudio del cambio climático, ha advertido recientemente que partes de varias ciudades costeras, entre ellas Nueva York (EU), se verán inevitablemente afectadas por las inundaciones, de manera regular, a fines de este siglo.
En el marco de su trayectoria, el experto integró específicamente en la ciudad de Nueva York el panel sobre Cambio Climático durante más de una década, y actualmente es científico de investigación especial en el Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty, así como profesor adjunto en la Universidad de Columbia.
En una entrevista ofrecida a Yahoo News, el científico aseguró que durante su larga carrera ha podido ver «desastres cada vez más graves», recordando los severos eventos meteorológicos que se han desatado en las últimas décadas, y añadió que ha instado a los responsables de la formulación de políticas y estrategias, a prepararse para eventos mucho peores.
Al respecto del plan de construcción de barreras que pretendía proteger la Gran Manzana de un crecimiento de hasta 30 pulgadas (76 centímetros) del nivel del mar, Jacob alertó que no será suficiente, pues aunque pueda contener el aumento hasta 2050, fecha en la que se prevé que ocurrirá tal crecimiento, no podrá contener lo que suceda a partir de entonces, cuando «sin duda» se agravaría la situación.
«Tendremos tormentas que superarán esas barreras, si no en las próximas décadas, entonces sin duda hacia el final del siglo, cuando el nivel del mar subirá cinco o seis pies [1.5 o 1.8 metros]», precisó el experto a The Climate Crisis Podcast. Incluso el científico no define este como el peor de los escenarios, pues describe una posibilidad aun más extrema, donde el rápido derretimiento del hielo en el Ártico y la Antártida provocaría un aumento de ocho a nueve pies (2.4 a 2.7 metros) en el nivel del mar.
Ante tal panorama, parece ser que las medidas de protección implementadas en Manhattan se limitan a luchar contra el tiempo, ya que, llegado cierto punto, nada bastará para oponer resistencia a las fuerzas de la naturaleza. «No muevas tus rascacielos, simplemente abandona el sótano del rascacielos [y] el primer piso, o tal vez el segundo piso», explicó Jacob en lo que parece ser la única alternativa posible, alejarse de ciertas partes de la ciudad, o reinventarlas. «Y debajo, en Wall Street, habrá agua. Y los gansos y los patos flotarán en Wall Street, y caminaremos por un puente hacia nuestra oficina. Todo es concebible», sostuvo.