Cameron Newton está llamado a llenar el hueco que poco a poco van dejando leyendas contemporáneas como Brady, Roethlisberger y el mismo Peyton Manning. Los números y las apuestas favorecen al quarterback de los Panthers, para que alce por primera vez el Vince Lombardi. ¿Este favoritismo será correspondido?
Ciudad de México, 6 de febrero (SinEmbargo).- El Super Bowl 50 tiene a dos protagonistas de particulares características que rara vez coinciden en esta instancia. Se trata, además, de un duelo poco usual, sobre todo teniendo en cuenta el patrón imperante en la Liga en las últimas décadas.
Más allá de que los equipos de Carolina y Denver representen a lo mejor del futbol americano profesional, al menos en marca de victorias, los quarterbacks de ambos equipos sobresalen individualmente por encima de los logros de sus escuadras.
El abismo generacional de trece años que separa a uno de otro hace que ambos sean dignos representantes de sus respectivas épocas y un fiel reflejo de cómo ha cambiado la NFL en el período que media entre ambos. Se trata del relato clásico de juventud contra experiencia; de alguien que tiene todo por ganar, contra alguien que ya lo ganó todo y está al final de su carrera: Newton contra Manning.
Hace cinco años los Panthers se decantaron por Cameron Jerrell Newton como la primera selección general y desde entonces no ha hecho otra cosa que maravillar a los aficionados del deporte de las tacleadas, sin importar si son o no simpatizantes del equipo de Carolina.
No es para menos. Cam Newton ha sido el jugador ofensivo más dinámico de la temporada en la NFL. Tuvo 35 pases de touchdown y otras 10 anotaciones por tierra en campaña regular, y en playoffs agregó otras cinco. Alto, fuerte y más preciso que nunca, es implacable en la bolsa de protección. Alto, fuerte y elusivo, es difícil frenar a la carrera. Cerca de la zona de anotación, puede ser imparable.
Newton ha roto moldes. Es un quarterback diferente, carismático y que se aleja del cliché rígido y hasta autoritario de muchos mariscales de campo clásicos. Es explosivo en su forma de juego y aunque su conducta acapara los reflectores su sonrisa lo hace aún más. Disfruta el juego.
«No creo que haya habido jamás otro quarterback que juegue como él, especialmente por la forma en que muestra su personalidad en el terreno», dijo Miller. «Soy simplemente un gran fan de todo lo que le pasa a él. Es un gran modelo a seguir”, dice Von Miller, quien actualmente es el mejor linebacker exterior de la liga y defenderá la causa de los Broncos el próximo domingo.
Ambos se han enfrentado sólo una vez. Fue en 2012, cuando Miller realizó tres derribos y una captura en la victoria de Denver por 36-14. Newton, por su parte, completó en aquella ocasión 21 de 36 pases para dos anotaciones. Sin embargo, vio interceptados dos de sus envíos y se le capturó siete veces.
UN ESCENARIO DIFERENTE
No obstante, en esta ocasión no se trata de un juego de temporada regular y no será sencillo detener el paso implacable del mariscal de campo de Carolina.
Desde que se incorporó a la NFL, Newton impuso un récord de yardas por pase en una campaña y ganó el reconocimiento de The Associated Press al Novato Ofensivo del Año.
Ningún jugador supera a Newton en yardas combinadas desde la línea de scrimmage (21 mil 470) y touchdowns (171) en sus cinco primeras temporadas dentro de la liga.
El quarterback de 26 años de edad, consciente del compromiso que tiene delante, reconoció que estar en su primer Super Bowl es todo un reto. Y no es para menos, con los números lleva hasta el momento, en un punto tan temprano de su carrera, son muchos los que ya vaticinan una era de laNFL dominada por el oriundo de Atlanta, Georgia.
«Soy consciente de todo lo que significa para mi como profesional, mis compañeros y el equipo, pero sobre todo para nuestros aficionados y la ciudad de Charlotte», dijo. «No tengo ningún tipo de nervios, sólo estoy muy ilusionado y listo para realizar una gran labor».
Por su parte, los Panthers creen que pese a tener el mejor registro de la NFL durante toda la temporada, y uno de los mejores de la historia, no son apreciados por las masas. Hasta ese punto es normal; son los nuevos chicos del vecindario y toda la temporada demostraron estar dispuestos a hacerle frente a todo tipo de estrellas y dinastías.
Los demás, en cambio, ven a los Panthers como insolentes y fanfarrones por actuitudes que van de sus celebraciones en la zona de anotación, lo que hablan durante los juegos y las bromas de los jugadores alrededor de las líneas laterales.
Pero a lo que otros llaman arrogancia, Ron Rivera, el entrenador de la escuadra de Carolina, lo define como personalidad.
«Hemos estropeado la fiesta», dijo Rivera refiriéndose al Super Bowl. «Somos un grupo nuevo para la escena. No mucha gente sabe quiénes somos y así que llegar a una conclusión basados en un par de cosas, creo que es decepcionante».
