Banco Azteca “no sólo cobra cientos de millones de pesos al año por el manejo de las tarjetas de Bienestar para los más pobres de México, sino que, para ello, firmó un contrato con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) cuando la oficial mayor era Raquel Buenrostro”, escribe el periodista Álvaro Delgado en la revista Proceso.
Ciudad de México, 6 de marzo (SinEmbargo).- Banco Azteca, compañía del Grupo Salinas, propiedad del empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego, gana millones con el dinero público destinado a los pobres, de acuerdo con una investigación del periodista Álvaro Delgado, publicada en el semanario mexicano Proceso.
“A pesar de que se resiste a pagar impuestos, Banco Azteca es beneficiario de un contrato que le asignó de manera directa el Gobierno de López Obrador para dispersar en el país los fondos de los programas sociales mediante las tarjetas Bienestar. En 2019 obtuvo por lo menos 300 millones de pesos sólo por el manejo de cuentas”, señala el reportero en el texto Banco Azteca y tarjetas Bienestar: Un contrato millonario con dinero destinado a los pobres.
“El contrato, del cual Proceso tiene una copia, le permite a Banco Azteca acceder a la base de datos de los programas sociales, utilizar los datos personales de sus beneficiarios e incluso cobrar de esas tarjetas adeudos por la compra de artículos en las tiendas Elektra”, agrega Álvaro Delgado.
El reportero recuerda que Banco Azteca, fundado en 2002, dijo al inicio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador “que no cobraría ninguna comisión por manejar las tarjetas para entregar los recursos de los programas sociales a los beneficiarios”. El mismo reportero revira: “No era cierto”.
“El banco del magnate Ricardo Salinas Pliego no sólo cobra cientos de millones de pesos al año por el manejo de las tarjetas de Bienestar para los más pobres de México, sino que, para ello, firmó un contrato con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) cuando la oficial mayor era Raquel Buenrostro, funcionaria de toda la confianza de López Obrador”, detalla el periodista.
“Mientras que el español BBVA, considerado el banco más caro de México, no impone ningún costo por el manejo de las cuentas de los programas sociales federales, Banco Azteca le cobra al gobierno de López Obrador cinco pesos al mes, más 80 centavos de Impuesto al Valor Agregado (IVA), por el ‘mantenimiento’ de cada una de ellas”, agrega Delgado en Proceso.
“Así, por el cobro de 60 pesos anuales por los cinco millones de tarjetahabientes de los programas de bienestar que atendió sólo en 2019, Banco Azteca le cobró 300 millones de pesos al gobierno de López Obrador, sin incluir el IVA, además de controlar la base de datos de los programas sociales y mantener cautivos a los beneficiarios”, señala.
PERDIÓ, LUEGO SE RECUPERÓ
Las compañías de Ricardo Salinas Pliego no se salvaron del tijeretazo presupuestario que derivó de la política de austeridad republicana del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En 2019 y 2020, los ingresos netos por contrato público federal de Grupo Salinas cayeron 33.5 por ciento real en comparación con el periodo 2017-2018. Lo anterior implica que en dos años, el grupo de Salinas Pliego perdió 887.6 millones de pesos en ingresos públicos.
Pese al descalabro general, las cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) indican que aún en un clima de recesión económica que se agravó con la pandemia de COVID-19, los negocios entre Grupo Salinas y el Gobierno federal tomaron un segundo aire.
Mientras que entre 2018 y 2019 los ingresos netos por contrato público federal de Grupo Salinas cayeron 61 por ciento real al pasar de mil 301.3 a 521.2 millones de pesos, entre 2019 y 2020 sus ingresos repuntaron 127 por ciento al alcanzar mil 221.1 millones de pesos en el último año fiscal.
¿Qué significan estas cifras? Que aunque Grupo Salinas perdió ingresos en el primer año de Gobierno de AMLO, para el segundo año de mandato del político tabasqueño se recuperó con creces, de tal modo que los ingresos netos de 2020, aunque son más bajos (-11.5 por ciento real) que los ingresos netos de 2018, son más de dos veces superiores a los de 2019.
Entre los primeros años del actual Gobierno y los últimos años del sexenio pasado, unas de las diferencias más grandes en la composición del ingreso de Grupo Salinas por contrato público federal están relacionadas con los conceptos de los contratos y los procedimientos de licitación de los mismos.
En el caso de los conceptos de los contratos, los ingresos de Grupo Salinas dejaron de estar concentrados en partidas de publicidad oficial y con los años, a la par que dicho rubro de negocios fue reduciéndose, otras ramas del conglomerado de Ricardo Salinas Pliego prosperaron, como sucedió con los servicios de telefonía, Internet y TV de paga que proporcionó Total Play, o de las pólizas patrimoniales y de vida que proveyó Seguros Azteca.
En términos reales, entre 2017 y 2020, los ingresos netos de Grupo Salinas por publicidad oficial cayeron 118.5 por ciento. En cambio, los ingresos netos por pólizas de seguros fueron casi siete veces mayores (+683 por ciento) y los ingresos de otras ramas de negocio –que incluyen servicios digitales y empresariales especializados– casi fueron duplicados (+91.7 por ciento). Por su parte, los ingresos por servicios de telefonía, Internet y/o TV de paga aumentaron 9.3 por ciento real durante el periodo.
Entre los primeros años del actual Gobierno y los últimos años del sexenio pasado, la otra diferencia en los ingresos públicos de Grupo Salinas estuvo relacionada con la forma en que sus empresas obtuvieron contratos del Gobierno federal.
-Con información de Efrén Flores.