Tomás Calvillo Unna
La 4T se está jugando su destino en esta emergencia, que no es sólo nacional, sino mundial.
Mamá guardaba silencio, le gustaba ver el horizonte, eso lo aprendí de ella. No olvido lo que me dijo un poco antes de morir “haz lo que tu corazón te diga, no lo que otros quieran, tal vez así sabrás qué hay detrás del horizonte”.
Hoy en día esa infraestructura articuladora del capitalismo en expansión, se asienta en la presencia cada vez mayor de la inteligencia artificial en ciernes que domina la revolución tecnológica digital. El territorio físico es ya también cibernético, e incluso esta acepción, no logra nombrar del todo el fenómeno holístico de la irrupción de la virtualidad en la cotidianidad de la vida de millones de ciudadanos, como activos consumidores del instante y herederos de una tradición política que cruje en sus entrañas.
despreciamos el idioma de las criaturas
nos quedamos con nuestras palabras tartamudeando.
Cómo se quiebra el mundo en un segundo, cómo nos pone de cabeza a su antojo en cualquier momento
La violencia y las víctimas son las fracturas de la nación que atraviesan territorios y clases sociales; y que expresan la emergencia que el país vive y no se asume.
La edad como compleja experiencia de vida se agotó en el mito de la eterna juventud, cuyos orígenes impregnados en el celuloide, se multiplicó en la era digital.
«Esperemos se recupere la palabra, esa que la poesía expresa cuando se sumerge a las entrañas del ser, y asume los dolores y las alegrías que dibujan nuestros rostros y sus líneas».
«Las ventanas
¿nos separan o reúnen?
sólo sé
que guardan el silencio».
«No hay un dolor,
hay dolores y muchos,
pequeños, medianos y grandes
y unos de verdad inmensos».
«La tarde es un bloque de nubes grises / cuando se parta habrá granizo».
Ante el poder que banaliza la pronunciación de la propia vida, la palabra en su andar poético se recupera a sí misma
«Antiquísima y siempre nueva
admirable y ancestral reina
sobre el tráfico ya inmisericorde»
«Para recuperar el territorio perdido se requiere más presencia del Estado refundado desde adentro, cohesionándose los sectores y actores sanos».
«Que silencio el de la misma cascada
cuando en la distancia ya se advierte en su cauce»